El esquema salarial espa?ol, lejos de Europa

Los m¨ªnimos corresponden, casi sin excepci¨®n, a una de las empresas participantes de menor tama?o, mientras que cifras medias o medianamente inferiores al mill¨®n de pesetas indican que, en la mayor¨ªa de las empresas de la muestra, el puesto de trabajo en cuesti¨®n no tiene realmente categor¨ªa directiva.Las diferencias interempresas son en los niveles directivos mucho m¨¢s acusadas que en los niveles operacionales, llegando a ser de uno a siete en alguno de los puestos de trabajo. Estableciendo un ranking de retribuciones de los directivos, la ordenaci¨®n, en t¨¦rminos generales y de mayor a menor re-tribuci¨®n, ser¨ªa: empresa multinacional, gran empresa privada, empresa p¨²blica, peque?a empresa privada.

Partiendo de la distribuci¨®n de la n¨®mina en las empresas que han proporcionado sus datos, resulta que las 2.989 incluidas en el grupo profesional directivos, han percibido en 1976 una remuneraci¨®nneta media total de 1.780,5 miles de pesetas.

La determinaci¨®n del conjunto de personas que constituyen el nivel directivo ofrece grandes diferencias interempresas, si bien el n¨²mero medio de cincuenta directivos por empresa participante lleva a suponer que, en muchos casos, se incluye bajo este ep¨ªgrafe a todo el personal ?fuera de convenio?, ?en n¨®mina especial?, etc¨¦tera. Salarios, coste de vida La disponibilidad de cuatro estudios de car¨¢cter nacional con una base metodol¨®gica com¨²n permite establecer una medida de la evoluci¨®n de los salarios en el tiempo. Entre 1970 y 1976 los salarios medios en pesetas corrientes de los cuarenta puestos de trabajo comunes a ambos estudios se multiplicaron por un factor comprendido entre 1,88 y 3,91 superando el valor 2,5 en veintisiete de los cuarenta puestos investigados directamente. Pasando a pesetas constantes, utilizando como deflactor en cada caso el ¨ªndice acumulado del coste de`la vida, asignando un valor al salario de cada puesto operacional n 1970, los valores para 1976 st¨¢n en veintiocho de los cuarenta asos, comprendidos entre 105 y 50. En estos a?os, y de acuerdo con a informaci¨®n obtenida, ¨²nica- ente el sueldo del jefe de taller xperiment¨® altas inferiores al inremento del coste de vida. En oncreto, las cifras correspondienes a una serie de puestos significa- vos del nivel operacional son las ue figuran en el cuadro 3. Si se considera ¨²nicamente el er¨ªodo 1974-76 y se compara el cremento de los salarios con el cremento acumulado del coste e la vida, resul ' ta que el creci iento de los salarios en pesetas nstantes se sit¨²a entre el 10 % y el 5 % para veinticinco de los 47 uestos comunes, mientras que en atro puestos (electricista, defi nte, jefe de taller y cronome dor) el salario en pesetas nstantes ha decrecido en estos s ¨²ltimos a?os. Los resultados comentados, nque tomados con ciertas precauciones, debido principalmente al hecho de que las empresas participantes en las distintas ediciones no coinciden totalmente,'parecen indicar que tras unos a?os, 1973 y 1974, en los que el alza de precios super¨® en bastantes casos el incremento del salario, se ha asistido en 1975 y 1976 a una recuperaci¨®n por parte de estos ¨²ltimos. En cuanto a los niveles directivos, hay que tener en cuenta que sus niveles de ingresos quedan, por lo general, muy lejos de los correspondientes al estrato de poblaci¨®n que sirve de base para la determinaci¨®n del ¨ªndice del coste de la vida. A¨²n as¨ª al preguntar en las empresas por los incrementos retributivos previstos para los ocupantes de estos puestos, era frecuente la alusi¨®n a un aumento an¨¢logo al del ¨ªndice oficial del coste de la vida en el per¨ªodo considerado. Entre 1972 y 1976 los aumentos retributivos han superado el incremento de los precios al consumo en catorce de los veinte puestos comunes a ambos estudios. Sin embargo, entre 1974 y 1976 s¨®lo tres de los veintis¨¦is puestos comunes (director financiero, director de ¨ªngenier¨ªa y proyectos y auditor interno) han experimentado alzas en las ' retribuciones superiores a los del ¨ªndice del coste de la vida, lo que corrobora la tendencia, m¨¢s acusada a partir de 1975, a reducir el abanico salarial. Es necesario tambi¨¦n citar aqu¨ª, que las retribuciones comentadas son las correspondientes a j ornada normal de trabajo. Si se incluyeron las percepciones por horas extraordinarias, que han sufrido una dr¨¢stica reducci¨®n en 1976, la situaci¨®n retributiva global de los trabajadores de niveles operacionales no mostrar¨ªa probablemente una evoluci¨®n tan halag¨¹e?a. La comparaci¨®n de la evoluci¨®n de las horas de trabajo convenidas con las remuneraciones medias anuales correspondi -entes, lleva a concluir que el incremento de los salarios en t¨¦rminos reales, es todav¨ªa m¨¢s claro si se consideran valores horarios. En s¨ªntesis, los resultados recogidos muestran que la tendencia inicial de la d¨¦cada, respecto a un crecimiento superior en los niveles de precios, por encima de los incrementos de las remuneraciones salariales, se ha invertido en los dos a?os anteriores a la elaboraci¨®n de la encuesta, lo que previsiblemente habr¨¢ tenido su continuaci¨®n durante 1977 y quedar¨¢ frenado por las limitaciones de los pactos de la Moncloa, en materia salarial. El absentismo, peor que las huelgas A pesar de referirse los, datos a 1976, a?o de gran conflictividad laboral, las horas perdidas -por absentismo en las empresas de la muestra son superiores en m¨¢s de veinte veces a las perdidas con motivo de huelgas. Seg¨²n valores medios, de cada cien horas no trabajadas 87,6 se debieron al absentismo y 4,1 a conflictos laborales. Las p¨¦rdidas por huelgas var¨ªa entre zonas y sectores, resultando ser de mayor importancia en construcci¨®n naval y construcciones mec¨¢nicas y veh¨ªculos.Comparaci¨®n regionalLa regio na l¨ªzaci¨®n de los datos resulta menos clara que su sectorializaci¨®n, puesto que varias empresas con condiciones laborales id¨¦nticas en todos sus centros de trabajo han optado por considerar ¨²nicamente la sede social. Hecha esta salvedad, de mayor importancia en los niveles directivos, la inf¨®rmaci¨®n recogida parece indicar que las retribuc¨ªones m¨¢s altas para los niveles operacionales se perciben en la zona nordeste, mientras que los salarios m¨¢s bajos son los de la zona suroeste, con una diferencia pr¨®xima al 50 %.Si se las retribuciones con las h(11!'i.s de trabajo convenidas resultan las magnitudes reflejadas en el cuadro 9.Comparaci¨®n sectorialAnalizando los datos salariales del conjunto de niveles operacionales, resulta que los sectores que mejor pagan son qu¨ªmica, petr¨®leo y gas y electricidad, en tanto que los trabajadores de alimentaci¨®n y construcci¨®n naval son los que perciben sueldos m¨¢s bajos. En lo que se refiere a los niy'eles directivos, los datos indican que los sectores de retribuci¨®n m¨¢s alta en la muestra son: transportes, distribuci¨®n y servicios, as¨ª como qu¨ªmica, petr¨®leo y gas, mientras que alimentaci¨®n y construcciones mec¨¢nicas y veh¨ªculos proporcionan las cifras m¨¢s bajas. Si se contabilizan las horas de trabajo, establecidas por convenio para 1976, los valores medios nacionales se sit¨²an en 1.992 horas para el personal obrero, y 1.930, para el resto del personal. Los obreros ?m¨¢s trabajadores? son los del sector alimentaci¨®n, con 2.072 horas anuales de media, mientras que los de qu¨ªmica, petr¨®leo y gas, con 1.934, son los que trabajan menos horas. Para el grupo del resto del personal, con unos valores menores y m¨¢s homog¨¦neos entre sectores, el m¨¢ximo y el m¨ªnimo de las horas de trabajo corresponden a estudios y proyectos, y electricidad, con 2.003 y 1.830 horas, respectivamente.