Tres guarder¨ªas estatales para m¨¢s de 10.000 ni?os
La situaci¨®n del transporte en Legan¨¦s, analizada en el cap¨ªtulo de ayer, no se explica de una forma aislada. Forma parte de las restantes deficiencias urbanas que empobrecen paulatinamente la vida en las ciudades-dormitorio.
Las familias llegadas a estas zonas industriales suelen encontrarse con grandes dificultades a la hora de hallar una plaza en un colegio, localizar una guarder¨ªa adecuada o hacerse un reconocimiento ginecol¨®gico. No importa que las empresas promotoras de las grandes urbanizaciones de la zona prometieran en su propaganda de venta de pisos que todos esos servicios iban a estar al alcance de la mano. A la hora de la verdad, o sea, cuando ya se ha comprado el piso, el desencanto se inicia al comprobar que hay que recurrir a todo tipo de artima?as para conseguir una plaza libre en un colegio, poder dejar al ni?o en una guarder¨ªa cuyos precios no excedan las ganancias de la madre o que un ginec¨®logo te confirme que el embarazo marcha por los cauces debidos.
La ense?anza, en concreto, ha sido una de las m¨¢s graves dificultades en el pueblo de Legan¨¦s. No hay que olvidar el dato de que la mayor parte de la poblaci¨®n est¨¢ compuesta de matrimonios j¨®venes, con hijos en edad preescolar. En este caso, como en otros muchos, la oferta de plazas no ha respondido al crecimiento de ni?os en edad escolar. La planificaci¨®n volvi¨® a olvidarse.
Sin embargo, este curso se ha conseguido que pr¨¢cticamente la totalidad de los 50.000 ni?os de Legan¨¦s encontraran un puesto, seg¨²n aseguran datos oficiales. Por su parte, las asociaciones de padres de alumnos y de vecinos aseguran que ello se ha conseguido en base a un gran hacinamiento de los alumnos. ?Por este a?o se ha logrado que todos los ni?os entren en los colegios —dec¨ªa un profesor de EGB—, aunque, debido al exceso de alumnos que reciben las clases en cada aula, la actividad docente se ve, a veces, dificultada. Sin embargo, las previsiones para el pr¨®ximo curso no son muy alentadoras. Dos de los nuevos colegios cuyas plazas est¨¢n comprometidas se est¨¢n acondicionando en una urbanizaci¨®n en la que para captar posibles clientes se utiliza el reclamo de los colegios. Una vez vendidos los pisos y llegadas las nuevas familias se encontrar¨¢n con que las prometidas plazas escolares no son para ellos y el problema volver¨¢ a plantearse de nuevo.
S¨®lo tres guarder¨ªas laborales
Las zonas industriales se caracterizan, tambi¨¦n, por el alto n¨²mero de mujeres, tanto solteras como casadas, que trabajan fuera de casa. M¨¢s de un 60 % de mujeres de Legan¨¦s son parte de la mano de obra de las f¨¢bricas situadas en Madrid y provincia.
Sin embargo, Legan¨¦s s¨®lo cuenta con tres guarder¨ªas laborales, cuya capacidad media no es superior a las 150 plazas, para atender a los hijos de madres trabajadoras. El problema se presenta mucho m¨¢s alarmante l conocer el dato de que un total de 5.200 ni?os nacen anualmente en Legan¨¦s. Es cierto que la iniciativa privada ha puesto en funcionamiento numerosas guarder¨ªas, pero sus precios hacen que las madres prefieran dejar de trabajar hasta que los ni?os est¨¢n en edad escolar a dejarse la mayor parte del salario en pagar una guarder¨ªa.
Por otra parte, las subvenciones con que el Ministerio de Trabajo dota a las guarder¨ªas no parecen ser suficientes. En estos momentos, el centro infantil de la Cooperativa Travenco, en Zarzaquemada, presenta un importante d¨¦ficit.
Otro de los puntos problem¨¢ticos que afectan directamente a la joven poblaci¨®n de Legan¨¦s es la falta de lugares de que disponen los muchachos m¨¢s j¨®venes. Solamente en Zarzaquemada hay 10.000 ni?os con edades comprendidas entre los seis y los trece a?os de edad. ?Nosotros aqu¨ª tenemos los billares como centro de diversi¨®n. Si no te gusta, te puedes ir a casa a ver la tele. Esto es un aburrimiento?, se lamentaba un muchacho de doce a?os que, con aire de pasar de todo, fumaba un pitillo a la puerta de una de esas salas que aseguraba aborrecer.
Las consecuencias de la falta de locales adecuados para la juventud podr¨ªan ser graves, a juicio de las entidades ciudadanas del pueblo. ?Aqu¨ª el ¨ªndice de delincuencia no es todav¨ªa muy alto, pero ya se est¨¢n dando casos alarmantes de grupos de jovencitos —contaba el presidente de la Asociaci¨®n de Vecinos de Zarzaquemada— que empiezan a cometer atracos y a ir armados. Los traficantes de drogas tambi¨¦n han visto aqu¨ª un potencial mercado y no es nada extra?o ver grupos de ni?os de aspecto totalmente infantil fumando un petardo en cualquier rinc¨®n.?
Para Jos¨¦ Antonio Caret¨®n, presidente de la asociaci¨®n de Legan¨¦s, el problema quedar¨ªa resuelto si los j¨®venes dispusieran de centros de recreo adecuados. ?Evidentemente, es necesaria una biblioteca bien dotada, alg¨²n teatro, locales en los que los chicos pudieran pintar, modelar o hacer las actividades que les gusten.? Los centros de deportes que estos muchachos pudieran disfrutar no consiguen un pleno aprovechamiento ante la obligatoriedad de federarse para poder hacer uso de las instalaciones deportivas.
Un hospital
La situaci¨®n sanitaria tampoco responde a las necesidades de una ciudad de tan alta poblaci¨®n como ¨¦sta. Los dos ambulatorios resultan insuficientes para los 160.000 habitantes de Legan¨¦s. Adem¨¢s, para sellar los volantes de ingreso, tienen que desplazarse hasta Carabanchel. No cuentan con salas adecuadas para partos de urgencia. Para dar a luz tienen que desplazarse un m¨ªnimo de quince kil¨®metros.
La soluci¨®n reclamada por los vecinos desde hace largo tiempo es la construcci¨®n de un hospital para satisfacer las necesidades de Fuenlabrada y Legan¨¦s. Sin embargo, y pese al desconocimiento total de la poblaci¨®n, parece que el hospital ya est¨¢ conseguido, a juzgar por el anuncio de la exposici¨®n de la maqueta y planos de lo que ser¨¢ el hospital Nuestra Se?ora de Butarque, en Legan¨¦s, promovido por la empresa Pigo, SA.
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