El terrorismo, Ferreri y Billy Wilder
ENVIADO ESPECIAL, No s¨¦ si ustedes recordar¨¢n Ese oscuro objeto del deseo, de Luis Bu?uel. En la pel¨ªcula, el terrorismo, los atentados y dem¨¢s manifestaciones fan¨¢ticas ten¨ªan una presencia pr¨¢cticamente cotidiana en las calles de las diversas ciudades en las que transcurr¨ªa la acci¨®n. Pues bien, Cannes, en su edici¨®n de 1978 es, sin duda, una de las ciudades descritas por Bu?uel.
Hace cuatro d¨ªas la polic¨ªa, advertida, al parecer, por el terrorista en cuesti¨®n, y sin que el p¨²blico que abarrotaba la sala del Grand Palais se enterara, descubri¨® una bomba de cierta importancia. Fue enterrada en la arena de la Croisette y activada con precauci¨®n. Los que nos encontr¨¢bamos dentro del cine contemplando la pel¨ªcula de Mazursky, An unmarried woman, escuchamos el ruido, pero s¨®lo horas despu¨¦s, o d¨ªas despu¨¦s -depende de la capacidad de abstracci¨®n de cada uno de los presentes-, pudimos enterarnos de que el ruido se deb¨ªa a la explosi¨®n de medio kilo de goma 2.
Nadie reivindic¨® el atentado y, desde entonces, a unas horas u otras, siempre existe una amenaza de bomba en alguna de las proyecciones o en alguno de los cocteles a los que tan dados son las gentes del cine. La polic¨ªa est¨¢ presente con un inhabitual n¨²mero de agentes, pero el p¨²blico comienza a aceptar la posibilidad de salir volando por los aires en cualquier momento, en cualquier lugar y sin tener una idea excesivamente clara del por qu¨¦ de todo ello. Al parecer, el terrorismo est¨¢ consiguiendo su m¨¢xima sofisticaci¨®n: lo que importa es el acto en s¨ª y no su significado pol¨ªtico. La bomba en una de las escas¨ªsimas aplicaciones de ese concepto del mundo que pudo haber comenzado un d¨ªa del siglo XIX en la mente de alg¨²n nihilista desesperado y que alcanz¨® su esplendor cuantitativo en las apasionadas masas fascistas o nazis, sin olvidarse de los Vietnam que en el mundo han existido.
Una nueva Edad Media
Marco Ferreri y su Chia maschio, proyectada en la secci¨®n competitiva del certamen, entronca de alguna manera con lo anteriormente expuesto y no tanto porque su autor reflexione sobre el terrorismo como por el convencimiento de que nos encontramos a las puertas de un imprevisible cambio social cualitativo.Para Ferreri est¨¢ claro que nos encontramos ante una especie de nueva Edad Media o, dicho con otras palabras, la civilizaci¨®n de consumo y opulencia es similar a los estertores del imperio romano. Para profundizar en estos conceptos utiliza una gama de personajes l¨ªmite en los que un peque?o chimpanc¨¦ servir¨¢ de centro y eje de la acci¨®n o de chispa que puede incendiar la pradera, seg¨²n la terminolog¨ªa metaf¨®rica preferida por el lector.
Un Nueva York casi de ciencia ficci¨®n, deshabitado, sin tr¨¢fico por obra y gracia de las brigadas antiratas que desinfectan la ciudad, un Gerard Depardieu mezcla de ni?o y adulto que renuncia a hablar en los momentos m¨¢s comprometidos, limit¨¢ndose a tocar un silbato, un grupo de actrices feministas que deciden violarlo, un museo de cera dedicado exclusivamente al imperio romano y un Marcello Mastrolanni que cultiva un absurdo huerto diminuto en medio del asfalto y que ante la imposibilidad de subsistir con la dignidad de un rom¨¢ntico decide suicidarse conforman esta reflexi¨®n sobre el futuro desconocido. Ferreri contin¨²a, pues, en su peculiar y particular¨ªsima l¨ªnea, con una utilizaci¨®n exhaustiva del plano-secuencia, un cierto sentido dram¨¢tico y apocal¨ªptico de la puesta en escena y, sin duda, unas considerables ganas de pensar sobre su tiempo y los individuos que lo definen. En suma, una pel¨ªcula interesante, limpia y personal.
Homenaje a Billy Wilder
Desde el pasado jueves, la direcci¨®n del festival programa el gran homenaje que en la edici¨®n de este a?o se centra sobre una de las figuras m¨¢s importantes y brillantes de la historia del cine: Billy Wilder, cuya ¨²ltima pel¨ªcula, Fedora, de producci¨®n europea, clausurar¨¢ el certamen. Ocho pel¨ªculas -desde Sunset Boulevard, de 1950, a A vanti, de 1973que permitir¨¢n, sin duda, una aproximaci¨®n importante al realizador de Un, dos, tres, o La vida privada de Sherlock Holmes, entre otras, y que cerrar¨¢n esta edici¨®n.Antes se habr¨¢n proyectado la pel¨ªcula de Asliby, Coming home, y la de Carlos Saura, Los ojos vendados, entre las m¨¢s importantes. Antes, tambi¨¦n, se habr¨¢ realizado una asamblea informativa sobre el asunto. de Els Joglars, con la proyecci¨®n de un filme sobre La torna, obra que produjo la ya larga historia sobre la libertad de expresi¨®n y, al menos eso esperamos los m¨¢s esc¨¦pticos, no habr¨¢ llegado a explosionar ninguna de las bombas anunciadas o colocadas en los puntos de m¨¢s confluencia de la bella ciudad mediterr¨¢nea.
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