No-Do cambia sus actividades tras la p¨¦rdida del monopolio

El Bolet¨ªn Oficial del Estado del pasado d¨ªa 24 public¨® un real decreto por el que se pone fin a la exclusividad en la edici¨®n de noticias v revistas cinematogr¨¢ficas. El No-Do deja as¨ª de tener car¨¢cter exclusivo. En adelante podr¨¢n desarrollar el ejercicio de la cinematograf¨ªa informativa todas las empresas productoras inscritas en el registro de empresas cinematogr¨¢ficas.Por otra parte, el Ministerio de Hacienda tiene en su poder un anteproyecto de decreto, del que se viene hablando desde hace dos meses, para convertir el No-Do en un Centro de Fomento del Cine Espa?ol, que estar¨ªa estructurado como organismo aut¨®nomo y englobar¨ªa al actual No-Do, a su servicio de documentaci¨®n y al servicio de documentaci¨®n de la Filmoteca, los bienes de la extinguida Escuela Oficial de Cinematograf¨ªa y la empresa Uniespa?a, servicio de relaciones del cine espa?ol con el exterior. Se tratar¨ªa as¨ª, seg¨²n los trabajadores del organismo, de volver a hacer un centro de cinematograf¨ªa controlado por el partido pol¨ªtico en el poder, aunque como signo positivo le reconocen que dar¨ªa utilidad a la entidad, que perdi¨® todo inter¨¦s desde que en 1956 apareci¨® Televisi¨®n Espa?ola.

El No-Do, servicio documental oficial de la Espa?a franquista, fue creado en 1942 por la Vicesecretar¨ªa de Educaci¨®n Popular, dependiente del entonces Ministerio de Educaci¨®n Nacional, para monopolizar la informaci¨®n cinematogr¨¢fica y centralizar la propaganda del r¨¦gimen. Con su creaci¨®n quedaban extinguidos los noticiarlos que hasta entonces cubr¨ªan la informaci¨®n, como UFA y Fox-Movietone. Asimismo, se establec¨ªa la obligada difusi¨®n del nuevo, noticiarlo en todas las salas comerciales espa?olas, obligatoriedad que no desapareci¨® hasta enero de 1976. El monopolio del No-Do se extend¨ªa a que cualquier operador necesitara una autorizaci¨®n expresa para realizar reportajes cinematogr¨¢ficos y la obligatoriedad de todos los laboratorios de montaje de notificar a No-Do cualquier revelado.

A lo largo de toda su existencia, No-Do ha sido un negocio ruinoso, justificado por los resultados pol¨ªticos de portavoz del r¨¦gimen, pero que, desaparecido ¨¦ste, hace replantearse su estructuraci¨®n y, para algunos, hasta su existencia. La subvenci¨®n que No-Do recibe del Gobierno es de diez millones al a?o, pero las p¨¦rdidas rebasan los quince millones anuales.

En definitiva, el propio director-gerente de No-Do, Miguel Mart¨ªn, reconoc¨ªa hace unas semanas que el organismo arrastra deudas por valor de cien millones de pesetas, debido a la desaparici¨®n de su exhibici¨®n obligatoria y a la mala gesti¨®n empresarial de los ¨²ltimos a?os.

Al tener estos problemas de financiaci¨®n, No-Do firm¨® un contrato con Televisi¨®n -de cuyas n¨®minas cobra su personal- y empez¨® a filmar programas para TVE. Adem¨¢s. Televisi¨®n ha venido utilizando los archivos de No-Do. El contrato con Televisi¨®n caduca el pr¨®ximo mes de julio. Ante el proyecto de decreto sobre estructura y funciones del Centro de Fomento de la Cinematograf¨ªa Espa?ola, desaparece la autonom¨ªa de la Filmoteca Nacional, lo que ha causado gran malestar entre sus trabajadores. El proyecto de decreto insiste en la centralizaci¨®n en el nuevo organismo de las relaciones exteriores del cine espa?ol. El nuevo Centro Espa?ol de Cinematograf¨ªa, como lo denomina el art¨ªculo primero del anteproyecto, ver¨¢ reforzadas, pues, las posibilidades monopol¨ªsticas que ha tenido hasta ahora.

Los trabajadores de No-Do denunciaron hace varios meses el car¨¢cter de monopolio industrial y pol¨ªtico que iba a tener el nuevo organismo en un escrito a los grupos parlamentarios y la absoluta disparidad entre el Consejo Rector que prev¨¦ en anteproyecto y el creado para Televisi¨®n Espa?ola. Aunque el de TVE haya demostrado su absoluta inoperancia, los trabajadores de No-Do apuntan que las intenciones del Consejo Rector del nuevo Centro Espa?ol de Cinematograf¨ªa deben ser distintas, desde su propio punto de partida, a las que animaron, aunque s¨®lo sobre el papel, el de Televisi¨®n Espa?ola. El Consejo Rector del nuevo organismo del cine, seg¨²n el anteproyecto, es ya, en su origen, monocolor, pues est¨¢ presidido por el Ministerio de Cultura, y los tres vicepresidentes y gran parte de los vocales son cargos del citado departamento ministerial.