Iniciada la regulaci¨®n constitucional de la Corona
La Comisi¨®n Constitucional inici¨® ayer tarde sus tareas, tras una breve reuni¨®n del presidente, Emilio Attard, con los portavoces de los grupos parlamentarios. Tanto los diputados del PNV como los de Alianza Popular se reintegraron a las tareas parlamentarias.
Fraga, en nombre de Alianza Popular, aludi¨® a las razones p¨²blicas de la ausencia de su grupo y se refiri¨® al comunicado facilitado unos minutos antes en el que se expresa la voluntad de AP de regresar a la comisi¨®n. El se?or Fraga manifest¨® su esperanza de que esta decisi¨®n pueda mantenerse y advirti¨® que su grupo defender¨¢ en todo momento el principio de publicidad de los trabajos parlamentarios, para que la opini¨®n p¨²blica pueda conocer las respectivas posiciones, aun cuando admiti¨® la posibilidad de pactos, para los que estim¨® como ¨²nico marco leg¨ªtimo la comisi¨®n o las reuniones de la junta de portavoces con el presidente de la comisi¨®n, pero nunca mediante lo que denomin¨® reuniones paralelas.
La Corona
La sesi¨®n se desarroll¨® con esca so debate. Los socialistas no pidieron, en ning¨²n momento, defender sus votos particulares al t¨ªtulo se gundo, sobre la Corona, contenidos en once propuestas de art¨ªculos en las que se regulan las atribuciones, procedimientos de elecci¨®n y responsabilidad del presidente de la Rep¨²blica, como Jefe del Estado, En cambio, otras enmiendas, so bre todo las formuladas por dipu tados de Alianza Popular -con particular insistencia las de Lau reano L¨®pez Rod¨®- s¨ª fueron de batidas y, en la mayor¨ªa de los ca sos, rechazadas, con los ¨²nicos votos favorables de los dos diputados allancistas. En el debate del art¨ªculo 51 . el se?or L¨®pez Rod¨® intent¨® incluir, tras la alusi¨®n al Rey como Jefe del Estado, la expresi¨®n ?representante supremo de la naci¨®n ?. Para ello, el se?or L¨®pez Rod¨® se remont¨® a la Constituci¨®n de 193 1, que establec¨ªa que el presidente de la Rep¨²blica personificaba a la naci¨®n. La enmienda s¨®lo obtuvo los dos votos favorables de AP, trece en contra y las diecisiete abstenciones de los diputados de UCD.
Menos aceptaci¨®n todav¨ªa tuvo la enmienda del catal¨¢n Heribert Barrera, quien propon¨ªa -modificando su criterio favorable a la Rep¨²blica, en funci¨®n de los acuerdos anteriores de la comisi¨®n- que el Rey fuera el s¨ªmbolo de la uni¨®n y solidaridad de los pueblos que integran Espa?a y ejerciera sus funciones seg¨²n la Constituci¨®n y la ley. La enmienda no obtuvo ning¨²n voto a favor, diecinueve en contra (UCD-AP) y catorce abstenciones.
No habr¨¢ Consejo de la Corona
El se?or L¨®pez Rod¨® defendi¨® una enmienda por la que, remont¨¢ndose a Tito Livio y esgrimiendo como modelo a la monarqu¨ªa brit¨¢nica, pretend¨ªa establecer en la Constituci¨®n la existencia del Consejo de la Corona. ?Entiendo que la Corona no se identirica con la persona f¨ªsica del Rey -dijo el se?or L¨®pez Rod¨®-, sino que es un ente moral constituido por el Rey y su Consejo. Si el asesoramiento es sumamente conveniente para el Gobierno y la Administraci¨®n del Reino, y a este efecto existe el Consejo de Estado, no menos conveniente resulta para la m¨¢s alta magistratura de la naci¨®n. De este modo evitaremos, adem¨¢s, el desgaste del Rey en aquellas decisiones que corresponden a la Corona. ?
El se?or L¨®pez Rod¨® insisti¨® en la importancia de que el Rey est¨¦ asistido por el Consejo de la Coro na, cuyo presidente ser¨ªa - el del Tribunal Supremo y cuyos restan tes miembros ser¨ªan los siguientes: el presidente del Tribunal Consti tucional, el presidente del Consejo de Estado, los presidentes del Congreso y del Senado en la ante rior legislatura y el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor. Destac¨® la independencia pol¨ªtica de cada uno de estos cargos y, res pecto al ¨²ltimo de ellos, aludi¨® a la conveniencia de que el sentir del Ej¨¦rcito llegue hasta el Rey por un conducto reglamentario. Otros argumentos en favor de su Consejo de la Corona fueron, en boca del se?or L¨®pez Rod¨®, la previsi¨®n hecha en 1956 en Estoril y la alocuci¨®n pronunciada por don Juan Carlos I el 2 de marzo de 1976, favorable a que no sea la voluntad personal del Rey, sino la institucional de la Corona la que represente a la Monarqu¨ªa. La cita del se?or L¨®pez Rod¨® se refer¨ªa a un discurso del Rey ante el todav¨ªa vigente Consejo del Reino.
El se?or Fr¨¢ga apoy¨® la citada enmienda, por estimar que el don del buen consejo ser¨ªa conveniente para la instituci¨®n mon¨¢rquica, a trav¨¦s de un ¨®rgano de servicio a la Corona, que en ning¨²n caso ser¨ªa una camarilla.
Por UCD, Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Oviedo se opuso a la enmienda de AP porestimarque el Consejo de la Corona no tiene sentido espec¨ªfico en la Monarqu¨ªa espa?ola, a diferencia de lo que ocurre en el derecho brit¨¢nico.
Sometida a votaci¨®n la enimienda del se?or L¨®pel Rod¨®, hecha suya por AP, obtuvo los dos votos favorables de este grupo y 31 en contra, de los dem¨¢s.
En la explicaci¨®n de voto al total del art¨ªculo 51, cuyos textos definitivos fueron todos ellos aprobados por unanimidad, el comunista Em¨¦rito Bono se refiri¨® al voto favorable de su grupo, si bien consideraba necesario expresar la cautela ante la alusi¨®n a que el Jefe del Estado ?arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones?. Estim¨® necesario que se evite atribuir al. Rey una funci¨®n pol¨ªtica espec¨ªfica, similar a la que tuvo el Jefe del Estado franc¨¦s en el gaullismo.
La sucesi¨®n en la Corona
En relaci¨®n al art¨ªculo 52, que regula la sucesi¨®n de la Corona, el se?or Barrera manifest¨® que, aun desde su perspectiva republicana, los ¨²nicos entusiasmos que puede provocar la Monarqu¨ªa se encuentran ligados a la dinast¨ªa actual y al propio Rey, por lo que estimaba preferible que, en caso de extinci¨®n de la actual l¨ªnea, se dejara a las Cortes Generales opci¨®n para que propusieran al pueblo la f¨®rmula para proveer la jefatura del Estado mediante refer¨¦ndum. La enmienda fue rechazada, con dieciocho votos en contra y diecis¨¦is abstenciones. En cuanto al apartado nuevo -incluido por la ponencia en el ¨²ltimo anteproyecto-, por el que se establece la posibilidad de excluir en la sucesi¨®n al trono a las personas con derecho a la misma que contrajeren matrimonio contra la expresa prohibici¨®n del Rey, el se?or Barrera estim¨® que tal precepto contradice el derecho al matrimonio establecido por la propia Constituci¨®n y constituye una reminiscencia de una Monarqu¨ªa de un tipo diferente a la que se pretende configurar. Estim¨® que parec¨ªa establecerse una cautela contra los posibles matrimonios regios con personas que no fueran de sangre real o de r¨ªaicimiento aristocr¨¢tico, en contradicci¨®n con los principios democr¨¢ticos de la Constituci¨®n.
Una enmienda in voce de Miguel Roca (Minor¨ªa Catalana) propuso que la prohibici¨®n del Rey para el supuesto previsto en el apartado citado se hiciera ?de acuerdo con el Congreso?. Esta f¨®rmula obtuvo la aprobaci¨®n un¨¢nime de la Comisi¨®n.
Otra enmienda in voce que obtuvo ¨¦xito total fue la formulada por Gabriel Cisneros y por la que se suprimi¨® del apartado tercero la, expresi¨®n ?no excluidas por la ley? por la de ?llamadas en derecho?, referidas a las l¨ªneas extinguidas.
Por fin prosper¨® una enmienda del se?or L¨®pez Rod¨®, que solicit¨® y obtuvo a?adir la palabra ?org¨¢nica? al Final del art¨ªculo 52, a fin de que las abdicaciones, renunclas y cualquier duda sobre el orden de sucesi¨®n a la Corona se resuelvan por una ley org¨¢nica.
La votaci¨®n de los textos definitivos para la comisi¨®n del art¨ªculo 52 tambi¨¦n se produjo por unanimidad, excepto en el caso del n¨²mero primero, en que la diputada de UCD Mar¨ªa Teresa Revilla se abstuvo, como muestra de cierto disgusto feminista ante la preferencia en el orden de sucesi¨®n de los varones sobre las hembras. La se?ora Revilla intent¨® explicar su voto, pero el se?or Attard no se lo permiti¨®, P017 tratarse de un voto individual. Preguntada m¨¢s tarde por EL PAIS, la diputada citada confirm¨® la significaci¨®n de su abstenci¨®n.
En el art¨ªculo 53 prosper¨® una enmienda in voce propuesta por el se?or Mart¨ªn Oviedo (UCD), por la que se modific¨® la redacci¨®n del art¨ªculo 53, incorrecto gramaticalmente. Comenzaba aludiendo al consorte del Rey o de la Reina. mientras que el texto aprobado se inicia as¨ª: ?La Reina consorte o el consorte de la Reina...?
Prosperan enmiendas de AP
La dedicaci¨®n intensiva de los diputados aliancistas a la defensa de enmienda al t¨ªtulo De la Corona obtuvo al final de la sesi¨®n de ayer varios premios de consolaci¨®n en temas de segundo orden, tras haber sido rechazadas en la primera parte las propuestas de contenido m¨¢s pol¨ªtico.
En el art¨ªculo 54, a propuesta del se?or L¨®pez Rod¨®, en el apartado primero, al hablar de la regencia que corresponde respecto al Rey menor de edad, al padre o madre del Rey, y en su defecto, al pariente, se a?adi¨® la expresi¨®n ?mayor de edad?. Asimismo, prosper¨® la enmienda del mismo diputado por la que se a?adi¨® un apartado, el quinto, al art¨ªculo citado, con el siguiente texto: ?La Regencia se ejercer¨¢ por mandato constitucional y siempre en nombre del Rey.?
El art¨ªculo 55, sobre la tutela del Rey menor, no suscit¨® debate. En el 56, Antonio Carro tuvo m¨¢s suerte que en anteriores intentos y logr¨® que la Comisi¨®n aceptara que en el apartado segundo del art¨ªculo 56 se aludiera al Regente o Regentes, para ser coherentes con la posibilidad establecida en el apartado tercero del art¨ªculo 54, de que la Regencia se componga de tres o cinco personas.
El art¨ªculo 56 -¨²ltimo de los estudiados ayer- no fue finalmente aprobado, ya que en su apartado primero se plante¨® una cuesti¨®n que no pudo resolverse. Al regular el juramento del Rey, el texto del anteproyecto alude al contenido del mismo: ? ... de desempe?ar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constituci¨®n y las leyes y respetar- los derechos de los ciudadanos.? El se?or Barrera propuso que se a?adiera: ?... y de los pueblos que integran el Estado.? El se?or Peces-Barba propuso que se sustituyera la menci¨®n al Estado por la referencia a Espa?a, y as¨ª fue aceptado por el se?or Barrera, antes de que el ponente se?or Roca pidiera unos minutos de reflexi¨®n. Poco despu¨¦s, el se?or Attard levant¨® la sesi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Gabriel Cisneros Laborda
- Laureano L¨®pez Rodo
- Miquel Roca Junyent
- Carlos Barrera
- Cortes Constituyentes
- Declaraciones prensa
- Emilio Attard Alonso
- Dinast¨ªas Reales
- Pol¨ªtica nacional
- Democracia
- Constituci¨®n Espa?ola
- Congreso Diputados
- Comisiones parlamentarias
- Constituci¨®n
- Juan Carlos I
- Actividad legislativa
- Sucesi¨®n Real
- Monarqu¨ªa
- Parlamento
- Gente
- Gobierno
- Casa Real
- Eventos
- Administraci¨®n Estado
- Pol¨ªtica