"El problema de los m¨¦dicamentos disimula otras deficiencias de la sanidad"

?El medicamento ha sido politizado y convertido en un medio de justificar un enorme gasto general con el que se disimulaban otras deficiencias de la asistencia sanitaria?, ha dicho Pedro G¨®mez Ag¨¹ero, presidente del Colegio Oficial de Farmac¨¦uticos de Madrid, en la conferencia que sobre ?Farmacia, democracia y Seguridad Social? pronunci¨® ayer en el Club Siglo XXI.

La llamada explosi¨®n del medicamento ha tenido -seg¨²n ¨¦l sus causas en la eliminaci¨®n por parte del Ministerio de Trabajo del petitorio en la masificaci¨®n de especialidades; en la permisi¨®n de una competencia feroz dentro de la industria farmac¨¦utica, y en el hecho de que la Seguridad Social llegara a dar prioridad al consumo sobre la asistencia sanitaria.?Un control de los factores m¨¦dicos, farmac¨¦uticos y de laboratorio, pacientes y servicios administrativos de la Seguridad Social -dijo- permitir¨ªa un ahorro quiz¨¢ superior a las aportaciones de los beneficiarios y la industria farmac¨¦utica juntos, o sea, m¨¢s de. 12.000 millones para el a?o de 1976. Los farmac¨¦uticos ya hab¨ªan denunciado en 1972 la falta de un adecuado sistema de control y propuesto la facturaci¨®n ¨²nica para corregirla. El nuevo convenio si fuera respetado permitir¨ªa al asegurado seguir recibiendo una asistencia ajustada a un modelo social libre de un exceso de burocracia discriminadora.?

Vigente desde el 1 de enero de este a?o, este convenio supone para la farmacia la prueba important¨ªsima de brindar a la Seguridad Social el control de las prestaciones farmac¨¦uticas mediante un proceso ¨²nico de facturaci¨®n, realizado por las corporaciones farmac¨¦uticas en sus colegios provinciales. De ¨¦l surgir¨ªa la verdadera organizaci¨®n del consumo, y al evitar la duplicidad de costos compensar¨ªa a la Seguridad Social la supresi¨®n de la injusta aponaci¨®n econ¨®mica en forma de descuento que a la par que menospreciaba la grave situaci¨®n real de la farmacia impon¨ªa a los farmac¨¦uticos una carga especial que romp¨ªa la equidad de que todos los espa?oles contribuyeran de manera proporcionada a sus posibilidades al sostenimiento de la Seguridad Social.

En cuanto al consumo, que seg¨²n precio de venta al p¨²blico fue en 1970 de 25.254 millones, la Seguridad Social s¨®lo pag¨® 17.609, y en 1976 de los 81.806 millones tan s¨®lo pag¨® realmente 64.806 millones.

?La Seguridad Social -dijo el conferenciante- ha hecho demagogia y falseado los datos al hablar de gasto en medicamentos citando las cifras seg¨²n el precio de venta al p¨²blico y ocultando que en rigor ven¨ªa obteniendo las medicinas al precio an¨¢logo del que los farmac¨¦uticos pagan por ellas. De ese modo se ocultaba que el servicio farmac¨¦uticoven¨ªa siendo no s¨®lo la mejor, si no m¨¢s barata de todas las pres taciones de la Seguridad Social.?

?La oficina de farmacia -dijo- ha aportado en los ¨²ltimos a?os 35.000 millones a la Seguridad Social sin contar el servicio prestado. Cifra superior a la aportada por el sector industrial y mucho m¨¢s a¨²n por el propio Estado. Al mismo tiempo -a?adi¨®- los farmac¨¦uticos no han percibido ni ellos ni sus familias ninguna prestaci¨®n de la Seguridad Social. De todo ello, la situaci¨®n grav¨ªsima de la farmacia, absolutamente descapitalizada por esa sangr¨ªa a?adida a la congelaci¨®n de los honorarios profesionales del farmac¨¦utico -los m¨¢s bajos de Europa- desde 1964.?