Andretti y Lotus se destacan hacia el t¨ªtulo
M¨¢s de 120.000 personas pudieron presenciar en directo en el Jarama -y millones a trav¨¦s de la televisi¨®n- una carrera que dif¨ªcilmente olvidar¨¢n. La escalofriante arrancada de Hunt y su esfuerzo por mantenerse en cabeza durante las primeras vueltas; el tremendo poder¨ªo y clase de Andretti, aut¨¦ntico dominador de la carrera; la impresionante cabalgada de Peterson -compa?ero de equipo de Andretti- despu¨¦s de una mala salida, y la aut¨¦ntica exhibici¨®n del jovenc¨ªsimo Patrese, mientras estuvo en carrera, son cosas que dif¨ªcilmente, muy de tarde en tarde, pueden verse juntas en una sola prueba. El presenciar todo esto compens¨® el elevado precio de las entradas y las cuatro horas largas que muchos tardaron en recorrer los treinta kil¨®metros que separan el circuito del Jarama de sus hogares.
A los Lotus se les da muy bien el circuito del Jarama. De los siete grandes premios que se han celebrado en ¨¦l desde su inauguraci¨®n, con esta es la cuarta victoria que consiguen los negros coches de Colin Chapman, uno de los grandes genios de la f¨®rmula 1. En esta ocasi¨®n, el caracter¨ªstico gesto de tirar su gorra al aire al t¨¦rmino de la carrera por parte de Colin Chapman ten¨ªa una doble justificaci¨®n. A la victoria de Andretti, lograda con una ventaja y un dominio aplastantes, se un¨ªa el segundo puesto del sueco Peterson, despu¨¦s de haber realizado una impresionante remontada, obligado por una salida muy deficiente, que le llevaba desde m¨¢s atr¨¢s del catorce al segundo lugar. El doblete de Lotus, segundo consecutivo de esta temporada -en el Gran Premio de B¨¦lgica, celebrado hace dos semanas, se repiti¨® el mismo resultado-, destaca a la marca brit¨¢nica en el liderato del campeonato de marcas, lo mismo que a Andretti en el de pilotos. El t¨ªtulo, a una y otro, dif¨ªcilmente debe escap¨¢rseles, aunque queda a¨²n m¨¢s de la mitad del calendario de pruebas por disputarse.Pero la carrera no fue s¨®lo la gran actuaci¨®n de Andretti, que con su Lotus parece no tener rivales de suficiente talla como para que no pueda superarlos con bastante facilidad. Ni tampoco la impresionante remontada de Peterson, que se vio sorprendido en la salida por una decisiva acci¨®n por parte de James Hunt, que se colaba por un hueco inveros¨ªmil dejando clavado al sueco, y permitiendo que muchos otros le superaran tambi¨¦n, por quedarse sumergido en el centro del pelot¨®n.
La carrera hab¨ªa comenzado en los entrenamientos, cuando, tras una lucha entre los dos pilotos de Lotus, Andretti y Peterson, con sucesivos cambios en la consecuci¨®n del mejor tiempo, el r¨¦cord oficioso del circuito se rebajaba en nada menos que dos segundos. El 1.18.33 que hab¨ªa conseguido, en 1972, el belga Jacky Ickx, sobre un Ferrari, se convert¨ªa en 1.16.35) a cargo de Mario Andretti y su nuevo Lotus 79. El promedio ascend¨ªa hasta superar la cota de los 160 kil¨®metros por hora, cifra fant¨¢stica para un circu¨ªto tan lento como es el Jarama.
En esos mismos entrenamientos se pod¨ªa apreciar la gran actuaci¨®n del jovenc¨ªsimo italiano Patrese -veinticuatro a?os reci¨¦n cumplidos-, recientemente incorporado al circo de la f¨®rmula 1 a bordo de un rrionoplaza como el Arrows, much¨ªsimo menos competitivo que los Lotus, Ferrari, Brabham, McLaren, etc¨¦tera. Tambi¨¦n que, de no ceder el tremendo calor, el d¨ªa de la carrera los Ferrari poco podr¨ªan hacer para evitar la victoria de los Lotus.
Pero el calor no cedi¨®. La carrera se celebro bajo una temperatura asfixiante, que hac¨ªa prever un esfuerzo suplementario para los hombres, los motores y las ruedas. Los Ferrari, pues, poco ten¨ªan que hacer. Pero es que, adem¨¢s, los pilotos se equivocaron en la elecci¨®n de los compuestos de goma de los neum¨¢ticos, como ya les hab¨ªa pasado en Argentina, en la primera carrera de la temporada. Quisieron jugar su baza y, evidentemente, perdieron. Porque, cuando s¨®lo se llevaba media hora de carrera, los dos Ferrari ten¨ªan que entrar en boxes para cambiar sus neum¨¢ticos, totalmente degradados, despu¨¦s de que ¨¦stos hubieran perdido efectividad de una forma manifiesta, lo que les restaba descender posiciones a ambos en la carrera.
Cuando Reutermann volvi¨® a la pista, comenzo a recuperar terreno perdido, aunque el argentino no es hombre que cuente con una moral suficientemente dura como para este tipo de acciones. Reutemann fue acerc¨¢ndose, poco a poco, a les que le preced¨ªan, pero, cuando la carrera tocaba a su fin, y Lole estaba va en sexto lugar, el argentino sufr¨ªa una accidente espectacular, del que milagrosamente sal¨ªa ileso. Aunque, seg¨²n narraci¨®n del propio piloto, no sabe c¨®mo sobrevino la p¨¦rdida de control, todo parece indicar que una falta de aire en una rueda le descolocaba en la frenada, saliendo el veh¨ªculo volando espectacularmente, para ir a estrellarse sobre las alambradas que bordean la pista, una vez salvado el guard-rail de protecci¨®n.
Pero, para entonces, muchos abandonos se hab¨ªan producido. Lauda, tras haber realizado una actuaci¨®n t¨ªpicamente suya, a base de conservar, no arriesgar nunca y esperar a que los dem¨¢s rompiesen, se ve¨ªa en esta ocasi¨®n traicionado por su t¨¢ctica.
Tambi¨¦n hab¨ªa abandonado Patrese, que s¨®lo dur¨® en carrera poco m¨¢s de quince vueltas. Pero, mientras estuvo en carrera, el italiano realiz¨® toda una demostraci¨®n. Mantenerse en quinta posici¨®n al comienzo de la carrera, cuando est¨¢n todav¨ªa en liza todos los pilotos, y ganar posiciones con la t¨¦cnica y la valent¨ªa con que lo hizo el piloto del Arrows, poniendo en clar¨ªsimo riesgo su vida para suplir la deficiencia de su veh¨ªculo, es algo que s¨®lo est¨¢ reservado para los que tienen un sitio entre los aut¨¦nticos genios de este deporte, que son unos pocos dentro de estos veinticuatro mejores pilotos del mundo, a los que habr¨¢ que sumar a Patrese, si antes un accidente no trunca prematuramente su prometedora carrera.
Otro de los pilotos que en el Jarama tuvieron una actuaci¨®n digna de destacar fue el brit¨¢nico James Hunt. Despu¨¦s de haber realizado una salida incre¨ªble, col¨¢ndose por un hueco que pr¨¢cticamente tuvo que fabricarse ¨¦l mismo, para retrasar luego la frenada al final de la recta hasta un l¨ªmite casi imposible, Hunt se mantuvo en cabeza durante las primeras vueltas. Con un monoplaza como el McLaren M 26, que tiene serios problemas de estabilidad en el tren delantero, poder mantener el primer puesto es algo especialmente dif¨ªcil, que Hunt pudo hacer para desmentir a todos aquellos que especulan con su falta de efectividad, con su escasa preparaci¨®n f¨ªsica.
M¨¢s tarde, el brit¨¢nico nada pudo hacer para que el impetuoso Andretti le rebasara con bastante facilidad -para destacarse en seguida-, y, aunque mantuvo el segundo puesto durante la mayor parte de la carrera, al final de la misma, cuando por efecto del calor y de su conducci¨®n m¨¢s que forzada -que era obligada para poder mantener el segundo puesto- sus neum¨¢ticos se degradaron, Hunt se vio retrasado, e incluso tuvo que parar en boxes para cambiarlos.
De esta forma, su segundo puesto, por detr¨¢s del imparable Andretti, se vio trocado en un sexto, tras Peterson -que completaba el doblete de Lotus-; Laffitte, quien, una vez m¨¢s, volvi¨® a obtener un buen resultado en el Jarama; Scheckter, que pese a que es uno de los hombres m¨¢s r¨¢pidos en los virajes la falta de puesta a punto de su nuevo Wolf le impide rendir al m¨¢ximo, y Watson, segundo piloto de Brabham, pero que casi siempre rod¨® por delante de Lauda, su jefe de filas.
Con esta victoria, Andretti se destaca claramente en el campeonato, del que ser¨¢ muy dif¨ªcil desplazarle por su buena forma y la calidad del nuevo Lotus 79.
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