Madrid-Argel: un di¨¢logo dif¨ªcil
LA CONFERENCIA de Par¨ªs sobre Africa estuvo presente en las conversaciones que los ministros de Asuntos Exteriores de Espa?a y Argelia, se?ores Oreja y Buteflika, mantuvieron en Nueva York. La viva actualidad de este debate ha colocado en un segundo plano la crisis de las relaciones hispano-argelinas y facilit¨®, indirectamente, el encuentro ministerial de la capital neoyorquina, sin que por ello pueda hablarse definitivamente de deshielo, apertura o principio de soluci¨®n de esta crisis. El ¨²nico resultado concreto de la aireada entrevista fue el del restablecimiento de un contacto roto hace meses. Las cuestiones de fondo, el embate argelino sobre Canarias en la OUA y las posiciones encontradas en el Sahara permanecen.A s¨®lo un mes de la cumbre de la OUA en Jartum prosigue el combate pol¨ªtico y diplom¨¢tico entre Madrid y Argel, a lo largo y ancho del continente africano. La gira del ministro espa?ol de Asuntos Exteriores por catorce pa¨ªses africanos y los viajes en curso de delegaciones parlamentarias hispanas al continente constituyen las acciones m¨¢s evidentes de la contraofensiva espa?ola, ante la insistencia argelina de buscar en Jartum el reconocimiento del MPAIAC y de la africanidad de Canarias, para, ulteriormente, elevar este contencioso inventado al ¨¢mbito de las Naciones Unidas.
Argelia, por su parte, no ha cesado en su ofensiva. La promoci¨®n del MPAIAC entre los movimientos de liberaci¨®n acogidos en Argel, la intensificaci¨®n de sus presiones pol¨ªticas a sus aliados africanos y las continuas r¨¢fagas editoriales de sus ¨®rganos de opini¨®n, que abarcan las esferas de influencia del Gobierno, del partido (FLN), e incluso del Ej¨¦rcito -y ello en v¨ªsperas Y durante la entrevista Oreja-Buteflika-, indican que la postura argelina tiene m¨¢s de estrat¨¦gica que de t¨¢ctica, y abunda, en la idea de que el pressing sobre Canarias no s¨®lo tiene el Sahara en su punto de mira.
Tampoco parece que las posiciones hispano-argelinas sobre la crisis del Sahara puedan encontrar, a corto o a medio plazo, un terreno de entendimiento. El Gobierno Su¨¢rez, con la suspensi¨®n del env¨ªo de armas a Marruecos y Mauritania, y su declaraci¨®n favorable a la autodeterrninaci¨®n saharahui, en la ONU, asegura haber cumplido con su parte de responsabilidades. Parte escasa y poco clara para los Ojos de Argel, que quer¨ªa ver la denuncia del acuerdo tripartito de Madrid y que acusa al palacio de Santa Cruz de parcialidad en el ¨¢rea, en favor de Rabat y Nouakchott, poniendo como testigo el acuerdo pesquero hispano-marroqu¨ª, que dio soberan¨ªa a Rabat sobre las aguas del Sahara.
Dif¨ªcil se le hace a la diplomacia del Gobierno Su¨¢rez la consecuci¨®n de un nuevo equilibrio en el tri¨¢ngulo Rabat-Nouakchott-Argel en las condiciones actuales, porque ellas desbordan el espacio propio de la pol¨ªtica interior, con el debate sobre Canarias y los ataques y capturas a pesqueros y pescadores espa?oles por parte del Frente Polisano. Menores deben ser, por parte argelina, las preocupaciones relativas a la posible incorporaci¨®n de Espa?a al esp¨ªritu de la conferencia de Par¨ªs, que intenta institucionalizar la intervenci¨®n occidentalista en Africa, a pesar de que Argelia no hace nada para evitar este imprevisible alineamiento hispano.
La conferencia de Par¨ªs sobre Africa y su pr¨®xima continuaci¨®n en Bruselas a m¨¢ximo nivel quedan fuera de las intenciones de la pol¨ªtica exterior espa?ola. Madrid debe profundizar en el t¨¦rmino equilibrio, sin duda, y Argel debe evitar su intromisi¨®n en los asuntos internos espanoles. Sin estas dos premisas el entendimiento y el d4¨¢logo ser¨¢n siempre quebradizos y estar¨¢n sometidos al sobresalto. El encuentro en Nueva York s¨®lo fue un paso en los aspectos formales o exteriores de la crisis. Sin un avance en las posiciones de fondo huelga el optimismo.
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