Las fiestas de Bilbao resucitar¨¢n las viejas tradiciones populares

?El ocio es una necesidad del pueblo trabajador.? Bajo este principio la comisi¨®n de cultura y arte del EMK (Movimiento Comunista de Euskadi) acaba de ganar el concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento de Bilbao para hacer populares unas fiestas que a lo largo de las ¨²ltimas d¨¦cadas han pasado inadvertidas en la calle. La concesi¨®n del premio ni siquiera encontr¨® reparos por parte del presidente del jurado, que milita en Alianza Popular.

Los autores del proyecto se han guiado, en cierto modo, por el elevado ¨ªndice de participaci¨®n popular que marcan las fiestas de Vitoria o Pamplona, para crear en Bilbao unas condiciones similares. Pero como no cab¨ªa en ning¨²n caso trasplantar los programas de actos de estas ciudades, lo que han hecho los autores del proyecto ha sido bucear en la historia de las fiestas bilba¨ªnas para recuperar tradiciones hoy perdidas.

La fiesta no se inventa

?Para nosotros -dicen- la fiesta tiene un significado tan profundo en la vida de los pueblos que no es posible, en modo alguno, inventarla ni programarla desde fuera. Por ello, no hemos pensado en hacer una fiesta para Bilbao, sino en sugerir el establecimiento de una serie de condiciones para que el pueblo de Bilbao vuelva a hacer su fiesta.?Con el convencimiento de que el objetivo es mucho m¨¢s que una suma de espect¨¢culos, se ha pretendido recuperar los s¨ªmbolos y los ritos de una expresi¨®n l¨²dica que Bilbao tuvo. Pero como primera medida se ha considerado necesario concentrar la fiesta en una zona ¨²nica para toda la ciudad y como marco id¨®neo se ha escogido el casco viejo y el paseo del Arenal, que quedar¨ªan cerrados al tr¨¢fico.

Que los barrios vengan al centro

A diferencia del camino seguido este a?o por Madrid, la propuesta ganadora entiende que no es la fiesta la que debe ir a los barrios, sino que son ¨¦stos los que deben volcarse hacia el centro de la ciudad, al estilo de lo que ocurre en las grandes ciudades que han sabido conservar el car¨¢cter popular de sus fiestas. ?Hay que romper -a?aden- con la idea de que los espacios centrales de una ciudad son para uso exclusivo de las clases burguesas. ?Como elemento vitalizador para canalizar esa participaci¨®n popular se propone la creaci¨®n de ?comparsas?, que jugar¨¢n un papel tan importante como el que desempe?an las cuadrillas en Pamplona. Cada comparsa, dotada de su respectiva charanga o banda de cart¨®n, dispondr¨¢ de una caseta instalada en El Arenal.

Comparsas, romer¨ªa y toros

Junto a las comparsas, se propone que las romer¨ªas y los toros constituyan los otros dos elementos centrales del programa. El cap¨ªtulo taurino no se cierra, sin embargo, con la lidia en la plaza, sino que se incorpora un elemento que anta?o fue caracter¨ªstico de las fiestas bilba¨ªnas: los encierros de vaquillas ensogadas por las calles del casco viejo.Junto a este objetivo de llevar la fiesta a la calle, la fiesta puede tambi¨¦n ser instrumento para recuperar tradiciones alejadas hoy de la ciudad. Se propone as¨ª concursos folkl¨®ricos con especial atenci¨®n a instrumentos casi olvidados, ochotes y bersolaris, deportes populares, desfiles de m¨¢scaras, regatas en la r¨ªa, partidos de pelota; un programa en todo caso abierto a cualquier aportaci¨®n que hagan populares unas fiestas que un d¨ªa lo fueron y hoy son ignoradas por los bilba¨ªnos.