El espect¨¢culo del toro, en la corrida de la Prensa
Ma?ana, la tradicional corrida de la Prensa, en la plaza de Las Ventas. Va a ser un espect¨¢culo para toristas, para quienes gustan de la estampa del toro de lidia en la expresi¨®n m¨¢xima de su agresividad. ?Ah¨ª va! ?Ah¨ª va el berrendo, careto, con una arboladura como pocas veces se habr¨¢ visto en el hist¨®rico ruedo de la Monumental. Si trap¨ªo viene del vocabulario marinero (trap¨ªo = todo el velamen desplegado; a todo trapo), he aqu¨ª una muestra del trap¨ªo con que viene la corrida de Cobaleda
Corrida cornalona, sobre todo cornalona, con tres ejemplares de aparatosas astas. Hace falta valor para ponerse delante de ella. Las figuras no lo har¨ªan ni en sue?os. Pero hay otros toreros; toreros de reciedumbre y majeza, que afrontan con serena valent¨ªa el peligro porque se saben seguros en su arte.Estos toreros de una vez son Manolo Cort¨¦s, verdadero estilista con capote y muleta; Gabriel de la Casa, quien despu¨¦s de muchos a?os de injusta ausencia en la Monumental volvi¨® a este ruedo durante la pasada feria de San Isidro y dio muestras de una irrenunciable afici¨®n y unos importantes conocimientos t¨¦cnicos, madurados con la experiencia; Gabriel Puerta, firme promesa a¨²n, sin consolidar en Madrid, pues perdi¨® la ocasi¨®n crucial en la temporada anterior -precisamente en la corrida de la Prensa, para la que estaba contratado- al sufrir un grave percance mientras se entrenaba.
Y Domecq. Con un toro de Torrestrella, Alvaro Domecq, en el momento mejor de toda su carrera art¨ªstica, pondr¨¢ pr¨®logo al festejo, sin duda con la brillantez y torer¨ªa que son sus constantes.
Del historial de esta corrida cl¨¢sica en la temporada madrile?a, y en relaci¨®n con los matadores que act¨²an ma?ana, los aficionados recuerdan el gran triunfo que obtuvo Gabriel de la Casa en 1970. Cort¨® dos orejas aquella tarde y sali¨® a hombros por la puerta grande. Tambi¨¦n particip¨® en las corridas de la Prensa de 1969 y 1971, mientras Manolo Cort¨¦s lo hizo en la de 1968.
Ma?ana, plaza de Las Ventas. a las siete de la tarde: toros, toreros, uno de los m¨¢s importantes rejoneadores de todos los tiempos, en la tradicional corrida de la Prensa.
A lo larga de los a?os, la corrida de la Prensa ha podido aportar algunos cap¨ªtulos fundamentales a la historia del toreo. Hubo fechas de gran relieve, como fueron, en los ¨²ltimos treinta a?os, el d¨ªa que Lui Miguel Domingu¨ªn mat¨® seis toros, por cierto con mediocre resultado (a?o 1949); la inolvidable tarde de toros que dieron en 1951 Pepe Luis V¨¢zquez, Antonio Bienvenida, Manolo Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Martorell; el mano a mano Bienvenida-Aparicio de 1954, cuando el madrile?o se se?al¨® en el ruedo como n¨²mero uno y el maestro fallecido le dio una de sus cl¨¢sicas lecciones brind¨¢ndole el siguiente toro, y ambos compitieron en sendas faenas cumbres; los triunfos de Gregorio S¨¢nchez en 1956, 1957 y 1960; el de Manolo V¨¢zquez en 1957; el de Pedr¨¦s en 1963- el de Anto?ete en 1966 (cuatro orejas cort¨®); los de Curro Romero en estos dos a?os citados; la apoteosis de Miguel¨ªn en 1968, pues cort¨® seis orejas de tres toros y resolvi¨® a su favor la pol¨¦mica que hab¨ªa desatado muy poco antes por lanzarse al ruedo de Las Ventas en un toro de El Cordob¨¦s, al que acarici¨® para demostrar que era una burra, como el algere?o sol¨ªa decir.
Los organizadores de la corrida de la Prensa siempre han llegado al l¨ªmite de sus posibilidades para ofrecer lo mejor o m¨¢s candente de la fiesta en cada momento para satisfacer las preferencias de los aficionados. Y puesto que el aficionado madrile?o lo que quiere, pide y a¨²n exige es hoy el toro de trap¨ªo, toro habr¨¢ en el festejo de ma?ana, al menos en cuanto a presencia, pues de lo que lleve dentro nadie, ni los organizadores ni el propio ganadero, puede ofrecer garant¨ªas.
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