Espectacular recibimiento a los Reyes en Pek¨ªn
Los reyes de Espa?a, don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa, llegaron a la Rep¨²blica Popular China a las once de la ma?ana de ayer (hora local), cinco de la madrugada hora espa?ola, rodeados del entusiasta clamor popular del pueblo chino, que contemplaba por primera vez en su historia la llegada de un Jefe de Estado espa?ol. Los Reyes fueron recibidos con una espectacular e impresionante ceremonia en la que participaron las primeras autoridades de la Rep¨²blica Popular China y m¨¢s de 5.000 j¨®venes -colegiales de primera ense?anza y bachillerato-, que con sus vistosos y coloridos vestuarios dieron una gran animaci¨®n a la fiesta de recepci¨®n.
El aeropuerto aparec¨ªa engalanado con numerosas banderas rojas ondeando al viento, y en el m¨¢stil de honor flameaba la bandera espa?ola junto a la de la Rep¨²blica Popular China. Alrededor de la pista central aparec¨ªan carteles o dazibaos, sobre fondo rojo, con las siguientes inscripciones en chino y en espa?ol: ?Viva la amistad entre los pueblos chino y espa?ol?, ?Calurosa bienvenida a los hu¨¦spedes de honor espa?oles? y ?Calurosa bienvenida a SSMM don Juan Carlos y la Reina?.Al tomar tierra el avi¨®n de Iberia bautizado, con el nombre A lonso Cano, en cuyas ventanillas laterales delanteras luc¨ªan los guiones de la Casa Real y la ense?a china, la representaci¨®n oficial china se dirigi¨® hacia el lugar se?alado para la recepci¨®n. Los Reyes fueron saludados al pie de la escalerilla del avi¨®n por el presidente, Hua Kuo-feng, y el viceprimer ministro, Teng Hsiao-ping. Al lado de ellos, el vicepresidente de la Asamblea Nacional. Ulan-fu, el viceprimer ministro Wuang-chin; el viceministro de Relaciones Exteriores. Chang Wen-chin y otras personalidades del Gobierno de la Rep¨²blica Popular.
Tras el intercambio de saludos. una banda militar interpret¨® los himnos nacionales de Espa?a y la Rep¨²blica Popular China. y seguidamente los Reyes pasaron revista a la compa?¨ªa de honor y representaciones de los tres Ej¨¦rcitos que les rindieron honores. En este instante, la banda inici¨® una rnarcha militar, mientras m¨¢s de 5.000 escolares, situados a ambos lados de la pista, iniciaron una serie de evoluciones de saludo, agitando ramos de flores de papel, cintas de colores, grimpolas, abanicos, banderines espa?oles y chinos, en un gran espect¨¢culo de ritmo y, de colorido mientras interpretaban himnos y canciones y repet¨ªan en chino y castellano ? Bienvenidos. amigos
Una vez terminada la revista a las fuerzas armadas y tras recorrer las pistas en las que se encontraban los escolares, los Reyes saludaron a todos y cada uno de los jefes de las misiones diplom¨¢ticas acreditadas en Pek¨ªn y a sus respectivas esposas.
A las 11.20 los Reyes ocuparon sendos autom¨®viles y emprendieron el camino hacia su residencia oficial en Pek¨ªn, situada en Dia Yu-tai, a 35 kil¨®metros del aeropuerto. El recorrido, la avenida de Chan-an (Tranquilidad Eterna) aparec¨ªa engalanada de gallardetes multicolores, banderas de Espa?a y de la Rep¨²blica Popular China y dazibaos de bienvenida.
Los Reyes llegaron a media ma?ana a su residencia oficial, y tras almorzar en privado se trasladaron a la plaza del Pueblo de Pek¨ªn, donde se halla enclavado el mausoleo de Mao Tse-tung. Los Reyes entraron en el edificio -una gran mole cruadrangular flanqueada por dos grandes grupos escult¨®ricos que representan escenas de ?La larga marcha?- y se dirigieron hacia la monumental efigie de Mao, tallada enjade blanco.
Ante el cad¨¢ver del creador de la moderna China, instalado en un ata¨²d de cristal sobre un t¨²mulo de m¨¢rmol negro, los Reyes depositaron una corona de flores con una cinta que dec¨ªa: ?Los Reyes de Espa?a a Mao Tse-tung?.
La Reina, en un jard¨ªn de infancia
Mientras el Rey participaba en las primeras conversaciones pol¨ªticas en el palacio del Pueblo, la Reina visit¨® un jard¨ªn de infancia en el que estudian 250 ni?os de tres a siete a?os, divididos en ocho grupos, con 65 maestras y empleados y una enfermer¨ªa con dos m¨¦dicos.
Una ni?a de cinco a?os ense?¨® a do?a Sof¨ªa a hacer trenzados de papel mientras la Reina ocupaba su puesto sentada en la peque?a mesa escolar. Durante la visita, los ni?os hicieron diversas demostraciones de gimnasia, m¨²sica, expresi¨®n corporal, ballet y trabajos manuales, realizados con una gran simpat¨ªa y espontaneidad.
Los ni?os cantaron, bailaron, estrecharon mil veces la mano de la Reina y la besaron, acompa?¨¢ndola de la mano hasta la salida. Do?a Sof¨ªa mostr¨® su agrado, aplaudi¨®, sonri¨®, abraz¨® y acarici¨® a los ni?os y hasta les dirigi¨® palabras de agradecimiento en chino.
Despu¨¦s del recorrido por las distintas clases, los ni?os siguieron amenizando con su espot¨¢neo y perfeccionado baile el t¨¦ que las autoridades del centro ofrecieron a la Reina.
Una cena de diecis¨¦is platos
Los Reyes y su s¨¦quito asistieron por la noche a una cena de gala celebrada en su honor en el palacio del Pueblo. Asistieron unos seiscientos invitados, entre la representaci¨®n espa?ola, las personalidades chinas y la representaciones del cuerpo diplom¨¢tico. La cena fue larga -interrumpida por los discursos de don Juan Carlos y de Ten-Hsiao-ping- y en ella abundaron las exqu¨ªsiteces de la cocina china. Se sirvieron diecis¨¦is platos distintos. Terminada la cena, los Reyes se retiraron a su residencia oficial.
Hoy los Reyes tendr¨¢n una reuni¨®n con el primer ministro chino, Hua Kuo-feng, y visitar¨¢n el palacio Imperial.
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