La "internacionalizaci¨®n", posible futuro de Ceuta y Melilla

(Viene de primera p¨¢gina)

Sobre estas plazas Marruecos hab¨ªa presentado sus correspondientes reivindicaciones correspondientes ante el Comit¨¦ de Descolonizaci¨®n de las Naciones Unidas, donde permanecen en vigor a la espera de nuevas iniciativas de Rabat. Unas iniciativas que permanecen, como espada de Damocles y que sirven de chantaje permanente a toda pol¨ªtica exterior espa?ola en la zona, a pesar de que las autoridades marroqu¨ªes dieron su compromiso verbal de que, por el momento, no volver¨¢n a replantear la cuesti¨®n. Un compromiso que Marruecos lig¨®, una y otra vez, al proceso de descolonizaci¨®n de Gibraltar.

Ceuta, Melilla y Gibraltar

El parang¨®n establecido entre las plazas espa?olas del norte de Africa y el pe?¨®n gibraltare?o es tema de inter¨¦s de la diplomacia espa?ola. Ejemplo vivo de este inter¨¦s lo son los trabajos realizados en torno al puerto de Beni-Anzar, en las proximidades de Melilla, donde Espa?a intent¨® provocar la creaci¨®n de un organismo o comisi¨®n gestora internacional que bien podr¨ªa convertirse en n¨²cleo o ejemplo de un eventual proceso de descolonizaci¨®n de Ceuta y Melilla, que pasara por un status de internacionalizaci¨®n especial, para preservar los intereses de los espa?oles ubicados en la zona y facilitar en la calma toda progresiva transacci¨®n.

Este modelo o sistema descolonizador, en dos o tres tiempos, es el mismo que Espa?a intenta situar en Gibraltar, donde han sido creadas tres comisiones de trabajo bilaterales o internacionalizadas, con presencia de gibraltare?os, brit¨¢nicos y espa?oles para analizar y debatir otros tantos temas: la base militar, la soberan¨ªa del territorio y el futuro pol¨ªtico y auton¨®mico de la poblaci¨®n.

El tema del puerto de Beni-Anzar no ha progresado. En sus razones ¨²ltimas est¨¢n susceptibilidades de pol¨ªtica interna espa?ola, y ello ha llevado a pensar en muchos sectores del Gobierno, donde se tiene conciencia de que antes o despu¨¦s el tema de Ceuta y Melilla habr¨¢ de ser sancionado por una l¨®gica descolonizaci¨®n, que el momento no es oportuno para avanzar en este terreno. Se hacen referencia aqu¨ª a un posible malestar en el seno del Ej¨¦rcito, muy sensibilizado en sus sectores m¨¢s conservadores con el tema de las plazas africanas espa?olas, y tambi¨¦n de cara al pr¨®ximo per¨ªodo electoral, en el que los espa?oles de Ceuta y Melilla tendr¨¢n su influencia. El tercer elemento que facilita el repliegue pol¨ªtico espa?ol en este tema lo constituye el riesgo de abrir una nueva brecha en la pol¨ªtica exterior espa?ola en el norte de Africa, en la actualidad bastante desgastada con la crisis de las relaciones hispano-argelinas y con el debate que sobre Canarias se abrir¨¢ en Jartum a mediados dejulio pr¨®ximo.