La violencia, jam¨¢s
El motivo de esta carta es para comentar un poco de las incidencias que se produjeron en la manifestaci¨®n del domingo 11 de junio, convocada por las fuerzas juveniles para pedir por la mayor¨ªa de edad, contra el paro, etc¨¦tera; justas peticiones, que yo estoy de acuerdo y que, en verdad, esas reivindicaciones nos pertenecen a la juventud por derecho.Pues bien, acerca de la manifestaci¨®n, yo me encontraba all¨ª, aunque no me integr¨¦, no por entusiasmo, y por no estar conforme, sino que fui a solidarizarme con ella, estar un rato y marcharme, pues ten¨ªa otros asuntos que hacer. Pues bien, como iba contando, que all¨ª mismo, delante de m¨ª, ubos est¨²pidos o provocadores manifestantes se liaron a pegar una paliza a un muchacho que iba solo, por haber levantado el brazo en alto, en el¨ªncimento que se encontraba pasando la manifestaci¨®n; los provocadores se acercaron a ¨¦l llam¨¢ndole fascista, y all¨ª ocurri¨® lo que ocurri¨®.
Yo, sinceramente, y con esto no quiero excusarme, soy comunista, ?y no de los de ahora?; estoy militando en una organizaci¨®n comunista, he luchado en la clandesfinidad como el que m¨¢s, consciente siempre de lo que hac¨ªa, y por unos ideales fijos, como ahora los sigo manteniendo firme; he estado en la c¨¢rcel por pertenecer a una organizaci¨®n ilegal, mis ideales son poder llegar a una sociedad libre y socialista, en donde al hombre se le respete como persona; ?esto es mucho pedir? Yo no quiero justificar los atentados de la extrema derechr, que son una banda...
Si la situaci¨®n del pa¨ªs est¨¢ as¨ª, con un clima tenso y de violencia, creo y s¨¦ de d¨®nde viene, de esos incontrolados que todos sabemos y conocemos.
Pero con esto, y para terminar, es para decir, para todo el que lea mi carta, que le pido por favor que reflexione. Nosotros, el pueblo trabajador, no queremos violencia, estamos hartos ?ya?. Nuestros padres han pasado ya lo suyo, nosotros los j¨®venes tenemos derecho a no pasarla. Si la extrema derecha, o los incontrolados, siguen provocando, que sigan, pero no les hagamos nosotros el juego, pues entonces haremos lo que ellos quieren, para que digan que ni blancos, ni rojos, ni azules, en este pa¨ªs no se puede gobernar y lo que se necesita aqu¨ª es mano dura.
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