Elena Asins: "La inteligencia tambi¨¦n es animal"
Entrevista con la pintora constructivista
La ¨²ltima exposici¨®n, en Madrid, de Elena Asins mostr¨® un trabajo que ha sido considerado por la cr¨ªtica como uno de los m¨¢s serios y rigurosos entre los que se han exhibido durante el curso que est¨¢ acabando. Elena Asins, una mujer muy especial, aguda, list¨ªsima entregada de lleno a una investigaci¨®n pict¨®rica casi metaf¨ªsica, explic¨® su obra a EL PA?S en la entrevista que sigue.
? M¨¢s que el arte, entendido a la manera tradicional, me interesa algo tan abstracto como la verdad. De momento, una verdad verificable, es decir, cuya falsedad sea demostrable. Creo que me muevo en un campo cerrado, en un mundo vertido hacia dentro, hacia su propia l¨®gica, como el de las matem¨¢ticas. Por supuesto, tan distinto del mundo real como puede serlo el mismo mundo matem¨¢tico y tan relacionado con ¨¦l, como pueden estar todos esos mundos del dominio de lo abstracto. Para ello cuento con un medio: el estructuralismo.?
Pregunta. ?Por qu¨¦ la pintura?
Respuesta. Si hay que ser sincera, yo ando escribiendo poes¨ªa tambi¨¦n, pero lo cierto es que me siento mucho m¨¢s en el mundo de la imagen. La palabra imagen ha perdido el valor: ya no se refiere a nada, quiz¨¢ a ver. Y ver es cerrar los ojos, que dec¨ªa el poeta. Bueno, yo creo que es cerrarlos a lo cotidiano, pero abrirlos ante lo que est¨¢ enfrente: pues bien, para m¨ª lo que aprehendemos de la realidad es la estructura... Yo intento plasmar pl¨¢sticamente -y valga la redundancia- esa estructura de lo real. Y creo que en pintura no est¨¢ tan avanzado el estructuralismo como en muchas ciencias.
P. ?C¨®mo definir estructura?
R. Para m¨ª la estructura es la realidad misma: en realidad, lo que yo hago es un a modo de aparici¨®n. Una muestra de la relaci¨®n interna de lo real. Esos fen¨®menos reales que son tiempo, espacio, medida: valores y categor¨ªas, llevados a un campo no cotidiano, tornan un incremento que es casi irremediablemente metaf¨ªsico. Trato de llegar a la esencia de lo real.
P. La palabra esencia connota toda una concepci¨®n del mundo. Habla, por ejemplo, de existencia, de contingencia, de dualismo, de accidente, de casualidad.
R. A m¨ª me interesa, por ejemplo, mucho m¨¢s el origen que el t¨¦rmino, seguramente porque s¨®lo llevo once a?os trabajando en el campo de las estructuras. Para m¨ª, la estructura es la verdad y la realidad: muchas veces la realidad se nos va. Y este mundo de estructuras se me vuelve un sistema cerrado del que no puedo salirme. Hay cosas que m¨¢s nos poseen que al rev¨¦s. ?Una concepci¨®n del mundo? S¨ª, este mundo es una proyecci¨®n universal para m¨ª: la abstracci¨®n de la tierra. Algo tan f¨ªsico, tan animal. Tambi¨¦n la inteligencia es animal.
P. Parece que dijera que las estructuras existen fuera del conocimiento, en la realidad.
R. Yo creo que el estructuralismo -que para m¨ª es s¨®lo un medio, pero absolutamente importante-no es peculiar al arte, al contrario, est¨¢ mucho menos desarrollado en las pl¨¢sticas que en otros terrenos. Se trata de oposiciones y configuraciones de signos. Pues bien, a m¨ª no me interesan los significados. Tampoco me interesa mucho si el significado reside en el hombre mismo o en el universo. Mis estructuras tienen tanto que ver con uno como con otro. Y si no fuera un universo al fin religioso, no tendr¨ªa significado lo que hago. Yo creo con Heidegger que no hay oposici¨®n entre el hombre y el mundo en el terreno de los significados: el mundo significa a imagen del hombre que lo conoce.
P. Volviendo a la b¨²squeda de la esencia, en la filosof¨ªa plat¨®nica -y cuanto platonismo existe en las actuales- exig¨ªa la esencia de las cosas un conocimiento inmediato, intuitivo. ?Es el suyo un trabajo m¨ªstico?
R. No, m¨ªstico propiamente no. M¨¢s bien lo que busco es la sintom¨¢tica de los elementos, esas configura, jiones de im¨¢genes a que nos refer¨ªamos antes. Es un trabajo mucho m¨¢s racional que intuitivo, aunque trate de entrar en esos terrenos dif¨ªciles de la inmanencia, o por lo menos, de la interioridad. Lo que intento es la desvelaci¨®n de la opacidad del mundo, con el mayor rigor posible, en los terrenos del arte, y subraya lo de arte, porque yo no soy una pintora en el sentido tradicional de la palabra. Por ejemplo, no me interesa la obra individual, el trabajo individual a que me obliga el estado actual de las cosas. Creo que los alcances de lo individual son escasos, limitados. Lo que busco es mucho m¨¢s fuerte, mucho m¨¢s de ra¨ªz.
P. Al estructuralismo se le acusa de dejar de lado la historia.
R. Para m¨ª la historia es la estructura que nos va conformando, y el tiempo es insubstancial. Por eso no me interesa la originalidad. El estudio de la historia del arte, por ejemplo, me interesa m¨¢s que otra cosa como arqueolog¨ªa del significado.
P. ?Y la idea del progreso?
R. Yo creo en el progreso: lo necesito. Creo en la humanidad, y sobre ¨¦sto no puedo vacilar, precisamente porque el mundo, para m¨ª, tiene significado. No obstante existe la entrop¨ªa, el principio de disgresi¨®n, de destrucci¨®n: cuando la nada va llenando todo, cuando lo llene todo, podremos recuperar una parte... A ver si me explico: el progreso es el devenir del esp¨ªritu -la pedanter¨ªa de Hegel- para manifestarse o para encarnarse. Cada vez m¨¢s palpable. Mientras el hombre no pueda desvelar el esp¨ªritu, que es su aut¨¦ntico valor, no vale para nada, nada. De ah¨ª la importancia de la pol¨ªtica. El hombre est¨¢ lleno de c¨¢scaras, de impureza. Una pol¨ªtica justa debe extraer lo bueno del hombre.
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