El Poder, visto por sus hombres
En la hora de las elecciones se necesitan, naturalmente, electores y partidos pol¨ªticos que compitan por sus votos. Junto a las formaciones cl¨¢sicas o hist¨®ricas -Istiqlal, UNFP, USFP y PPS- han surgido en Marruecos tendencias aglutinadoras que pretenden consolidar como partidos pol¨ªticos a los sectores de opini¨®n vacantes.Tal es el caso, junto a los partidos mencionados, de otros dos movimientos importantes por el n¨²mero de diputados que han logrado en el actual Parlamento unicameral de Marruecos y por el n¨²mero de ministros que tienen en el poder. El movimiento de los independientes, con 140 diputados de 264, y el movimiento Popular, con 44, son los dos que destacan.
El primero, constituido por personalidades afines a la Corona, tiene la intenci¨®n de convertirse en ?convergencia? (rassemblement), despu¨¦s de que celebre su primer congreso constitutivo previsto en principio, para el pr¨®ximo mes de septiembre. As¨ª se dotar¨¢ de cohesi¨®n y estructuras partidarias.
El actual primer ministro Ahmed Osman controla -hasta donde puede ser controlada una asociaci¨®n tan heterog¨¦nea- a los independientes, y en Marruecos incluso se ha hablado de que despu¨¦s del verano el primer ministro podr¨ªa dejar sus funciones gubernamentales en beneficio de una total dedicaci¨®n al futuro partido.
Un consejero del Rey y experimentado pol¨ªtico, Ahmed Reda Guedira, es, sin embargo, el verdadero estratega de la idea de aglutinar en partido a los independientes, idea que por las dificultades que encuentra en su camino, parece haber llevado las dudas al propio Hassan II en cuanto a su viabilidad.
De una gran afinidad pol¨ªtica con los independientes, seg¨²n confesi¨®n de su secretario general, Mahjub Ahardane, es el Movimiento Popular, que con ciertos tintes regionalistas saca sus diputados principalmente de las zonas rurales del norte. particularmente del Rif. Estas dos formaciones, m¨¢s el Istiqlal, que cuenta con cuatro ministros en el Gobierno, re¨²nen por s¨ª solas una formidable mayor¨ªa de 237 diputados y la casi totalidad del Gobierno.
Mahjub Ahardane, actual ministro de Correos y Tel¨¦grafos (PTT) y ex ministro de Defensa, define para EL PAIS a su formaci¨®n como un ?movimiento de centro, con base principal en el campesinado. Estamos implantados en el norte. En Nador todos los diputados son del MP, y en Al Hocelma lo son el 54%?.
Para el ministro de PTT el Movimiento Popular fue creado para luchar contra los abusos de los que estaban en el poder y fue inicialmente perseguido. ?Muchos de los nuestros -afirma Ahardane- recordaban a la Rep¨²blica del Rif, pero nosotros somos mon¨¢rquicos y ahora que estamos en el poder hacemos todo lo que podemos para amortiguar las contradicciones regionales. Rechazamos totalmente el concepto que hab¨ªan impuesto los franceses del Marruecos ¨²til y Marruecos in¨²til.? Estos dos grupos pol¨ªticos, principalmente los independientes, aspiran a ocupar un espacio pol¨ªtico similar al de la UCD espa?ola, y consideran que la creaci¨®n de la Convergencia Nacional Pol¨ªtica prevista responde a la misma necesidad que llev¨® a la creaci¨®n de UCD, es decir -seg¨²n ellos-, ?a la necesidad de garantizar un cambio en la sociedad dentro de la moderaci¨®n y asegurar el pluralismo pol¨ªtico responsable en medio de un liberalismo controlado?.
Un liberal en el Gobierno
En realidad, el ¨²nico que cuenta con una s¨®lida reputaci¨®n de liberal en el Gobierno es el ministro de Informaci¨®n, Laarbi Khattabi, que confirma a EL PAIS que no existe, oficialmente al menos, ninguna intenci¨®n de cambiar al actual equipo gubernamental como hab¨ªan corrido rumores en Rabat. ?No obstante -dice Khattabi-, de acuerdo con la Constituci¨®n, su majestad nombra al Gobierno y, tiene derecho a dimitirle, aunque por el momento nada indica que lo vaya a hacer.?
Khattabi, a quien se debe el levantamiento de la censura de prensa, afirma que, en su opini¨®n, la izquierda socialista de la USFP deber¨ªa participar en el Gobierno porque ?en estos momentos Marruecos atraviesa una situaci¨®n muy delicada desde el Plano t¨¦cnico y en sus relaciones con Argelia, y es necesario concretar la unid,d nacional, ya que existe adem¨¢s una gran unan¨ªmidad de todos los partidos en lo que concierne a nuestras relaciones con nuestros vecinos argelinos?.
Esta unanimidad es, no obstante, bastante matizada. Si la oposici¨®n marroqu¨ª ve en el problema del Sahara un problema eminentemente nacional, el Gobierno no deja de hacer hincapi¨¦ en los aspectos de confrontaci¨®n ideol¨®gica que lo rodean. Sobre este particular ya hab¨ªa llamado la atenci¨®n a EL PAIS el presidente del Parlamento marroqu¨ª, quien abogaba por una estrecha cooperaci¨®n de Espa?a y Marruecos ?para hacer frente en el norte de Africa al avance comunista?.
El ministro de Informaci¨®n advierte que lo principal de esta confrontaci¨®n no es el Sahara, que ?esa es la equivocaci¨®n que provoca la propaganda argelina?. Basta mirar el mapa de Africa -agrega- Primero ha sido el problema del Sahara, le han seguido el de Canarias y el de Zaire. La cuesti¨®n es mucho m¨¢s compficada: es estrat¨¦gica, ideol¨®gica y energ¨¦tica. Lo ideal es que ning¨²n pa¨ªs intervenga en los asuntos de otro, pero, por el momento, eso es impensable, porque de la otra orilla del Atl¨¢ntico han llegado a Africa 40.000 cubanos, Y luego vendr¨¢n otros. De alguna manera debe concretarse alguna cooperaci¨®n entre los pa¨ªses interesados geor¨¢fica y estrat¨¦gicamente en Africa, cerno Espa?a y Francia.?
Sahara: todo es posible
El ministro de Informaci¨®n. estima.no obstante que la situaci¨®n entre Argelia y Marruecos no ha llegado a un callej¨®n sin salida. ?En pol¨ªtica -dice- no existen callejones sin salidas. S¨®lo posiciones duras. Marruecos est¨¢ dispuesto a cualquier negociaci¨®n directa o indirecta. Cuando le preguntamos que auspiciado o no por Argelia el Polisario existe lo mismo que existe esa poblaci¨®n saharaui marginada y qu¨¦ soluci¨®n es posible con ellos, Khattabi responde: ?Estarnos dispuestos a encontrarnos con cualquier hombre pol¨ªtico, argelino o no argelino, para solucionar de una vez ese problema. Le aseguro -agrega- que el Gobierno gasta hoy mucho dinero en el Sahara sin sacar absolutamente nada. Hemos rechazado por completo el concepto franc¨¦s de zonas in¨²tiles. Yo invito a los que conoc¨ªan el Sahara hace tres anos que vayan ahora y observen la diferencia: el agua que se ha extra¨ªdo, los hospitales, las escuelas, aerodromos.?
Con respecto al m Ismo tema del Sahara, el ministro de PTT, tambi¨¦n entrevistado, expuso su incertidumbre sobre la posici¨®n argelina. ?A la ca¨ªda de Ben Bella -dice a EL PAIS- yo estuve quince d¨ªas en Argel y discut¨ª con Bumedian el problema de las fronteras. Bumedian me dije) que hab¨ªa que solucionarlo por todos los medios menos por la guerra. ?Porqu¨¦?, le pregunt¨¦ yo. Porque -respondi¨® Bumedian- si nos enfrentamos, un d¨ªa ganaremos nosotros y otro d¨ªa vosotros. Tenemos que entendernos y explotar esta regi¨®n en com¨²n. ? ,
Est¨¢ en juego, en realidad, la constituci¨®n de ese gran frente de derechas que integrar¨¢n, junto a la convergencia de los independientes, el Partido nacionalista Istiqlal, el Movimiento Popular y el Movimiento Popular Democr¨¢tico y Constitucional, una escisi¨®n del anterior, que encabeza Abdelkrlm al Khatib, un cirujano y ex fundador del ej¨¦rcito de liberaci¨®n.
Estas perspectivas representan para la izquierda la ventaja, y a la vez el inconveniente, de tener a todos sus adversarios unidos.
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