G¨¦nesis y reivindicaciones de los grupos homosexuales espa?oles
La mayor¨ªa de los homosexuales que existen en el pa¨ªs viven su sexualidad sin afrontarla directamente y sin enfrentarse con la sociedad que les margina. Algunos, una minor¨ªa, se han liberado personalmente y luchan de una u otra forma para que la sociedad les acepte, s¨®lo unos pocos se han organizado en movimientos de liberaci¨®n.Tras la muerte de Franco, la naciente democracia les abri¨® una puerta a la esperanza, ya que, aunque en ninguna sociedad occidental han conseguido la totalidad de sus reivindicaciones, en algunas de ellas, al menos, se les tolera y no se les persigue.En el mes de mayo de 1977, afrontando la prohibici¨®n que pesa sobre ellos, algunos grupos de liberaci¨®n homosexual de Madrid redactan una carta al ministro de Justicia solicitando la derogaci¨®n de la ley de Peligrosidad Social y promueven una campa?a de firmas hasta alcanzar que 6.000 personas suscriban el documento. La carta fue firmada, entre otras personalidades del mundo de la pol¨ªtica y de la cultura, por Ruiz-Gim¨¦nez como presidente de la Asociaci¨®n de Derechos Humanos, el presidente de Justicia y Paz y el del Club de Amigos de la Unesco. En ese mismo mes, a petici¨®n de uno de los grupos, Dignitat, la secci¨®n de Psicolog¨ªa del Colegio de M¨¦dicos de Barcelona publica una nota sobre la homosexualidad y su ordenamiento jur¨ªdico. ? El comportamiento o tendencia homosexual -afirmaba- forma parte de las posibles formas de ejercer la sexualidad en un individuo normal ( ... ), ni siquiera podemos considerarlo como una cuesti¨®n m¨¦dica per se.?
El 26 de junio el Front d'Alliberament Gal de Catalunya (FAGC) organiza una manifestaci¨®n pac¨ªfica en Barcelona, a la que asistieron m¨¢s de 5.000 personas entre homosexuales y simpatizantes. La manifestaci¨®n fue disuelta con dureza por las fuerzas de orden p¨²blico y se producen algunos heridos y detenciones. En diciembre este mismo grupo, en uni¨®n del colectivo de lesbianas, integrado en el mismo, y, otros movimientos feministas, organizan un mitin contra la ley de Peligrosidad Social. Apoyados hasta cierto punto por las organizaciones pol¨ªticas de izquierdas y por algunas entidades culturales, el movimiento de liberaci¨®n de homosexuales va abri¨¦ndose camino desde los cen¨¢culos y c¨ªrculos restringidos de intelectuales a los que esta ley de Peligrosidad Social les condena, hacia la presencia p¨²blica y su legalizaci¨®n.
Grupos que integran este movimiento
En 1971 se crea el Movimiento Espa?ol de Liberaci¨®n Homosexual (MELH), cuya finalidad es sensibilizar a los propios homosexuales sobre la discriminaci¨®n social que padecen. Un a?o m¨¢s tarde comienzan la publicaci¨®n de un bolet¨ªn, Aghois, editado en Francia, consiguiendo en Barcelona unos cien suscriptores. El Gobierno franc¨¦s, al parecer presionado por L¨®pez Rod¨®, prohibi¨® su publicaci¨®n en el a?o 1974.
El MELH siste al Congreso Internacional de Homosexuales que se celebr¨® en Par¨ªs en 1973, en 1974, al Congreso por los Derechos de los Homosexuales de Edimburgo.
Por divergencias internas de car¨¢cter pol¨ªtico, en 1976 se disuelve el grupo de Madrid y el de Barcelona cam6la su nombre por el de Front d'Alliberament Gai e Catalunya (FAGC).
Este movimiento parte de un an¨¢lisis marxista de la sexualidad y considera que el modo de producci¨®n capitalista necesita la reproducci¨®n de fuerza de trabajo, y ve en ello la causa de que no pueda admitir la homosexualidad. Afirma, por tanto, que su liberaci¨®n y la total de todo el individuo pasa por la liberaci¨®n de la clase obrera a partir de la lucha de clases.
A partir del Congreso de Marginaci¨®n Social, que se celebr¨® en 1976 en el Pa¨ªs Valenciano, surgen otros grupos homosexuales con una l¨ªnea ideol¨®gica afin a la del FAGC: el Front d'Alliberament Homosexual del Pa¨ªs Valenci¨¢ y el Front d'Alliberament Gal de les Illes.
A ra¨ªz de una ruptura mayoritaria en el seno del FAGC nace, en marzo de 1978, la Coordinadora de Collectius per l'Alliberament Gal (CCAG), como respuesta, entre otras cosas, al intento de integraci¨®n que se cern¨ªa sobre el Front.
La CCAG se plantea su lucha de forma generalizada. ?Nos enfrentamos al sistema como un todo, no intentamos buscar ¨²nicamente soluciones a la problem¨¢tica homosexual? ( ... ), buscamos ?analizar la vida cotidiana para transformarla: este es el camino de un movimiento de liberaci¨®n. Un camino que debemos emprender ya todos los que no soportamos m¨¢s esta sociedad y este modo de vida?.
La CCAG funciona a partir de diversos colectivos aut¨®nomos agrupados en base a tareas concretas. Funcionan colectivos de zonas y de barrios que agrupan a los que trabajan all¨ª, entre los vecinos, haciendo actividades y participando en las que ya se realizan. ?Intentamos llegar a todos los vecinos, hombres y mujeres, contactar directamente con aquellos que desarrollan una pr¨¢ctica homosexual o que creen que ¨¦sta es una forma m¨¢s de expresar su sexualidad. Se trata de que empecemos a organizarnos abiertamente en todos los lugares, especialmente en los barrios, pero tambi¨¦n en los Institutos, empresas, etc¨¦tera.?
En Madrid funcionaban tres agrupaciones de homosexuales: el Movimiento Democr¨¢tico de -Homosexuales (MDH), que centraba sus luchas en aspectos puramente reivindicativos; el Frente Homosexual de Acci¨®n Revolucionaria (FHAC) y la Agrupaci¨®n Mercurio, de ideolog¨ªa ¨¢crata. Desde el primer momento hubo un acercamiento entre estos tres grupos, que se plasm¨® en una coordinadora primero, y en enero de este a?o, en la formaci¨®n del Frente de Liberaci¨®n Homosexual Castellano (FLHOC), previa disoluci¨®n de los tres grupos. Esta nueva organizaci¨®n, ideol¨®gicamente, est¨¢ muy pr¨®xima al FAGC.
Totalmente distinto de los grupos anteriores en sus planteamientos, existe en Catalu?a otro grupo: Dignitat. En diciembre de 1973 un jesuita, Salvador Guasch, plantea a la Compa?¨ªa de Jes¨²s su condici¨®n de homosexual y la aceptaci¨®n de su yo tal como es, lo cual le hace feliz y no le aleja de Dios. Esta franqueza le cuesta unos meses de reclusi¨®n en un manicomio, donde se le aplic¨® un tratamiento de choque bastante brutal. Un a?o despu¨¦s funda Dignitat, grupo de homosexuales que preside, ubicado en Catalu?a, con algunos socios en otras partes del Estado.
Toma su nombre de un movimiento similar iniciado en los anos cincuenta en Estados Unidos, que agrupa a homosexuales cristianos. En Espa?a el grupo es aconfesional, pueden participar en ¨¦l no s¨®lo los cat¨®licos, sino tambi¨¦n otros cristianos, ateos y agn¨®sticos. Sin embargo, tiene un fuerte componente religioso en su ideolog¨ªa. Dedican gran parte de su lucha a cuestionar la postura anatematizadora de la Iglesia ante la homosexualidad. Se mueven, por otra parte, dentro de la l¨ªnea de la psicolog¨ªa humanista y no en la l¨ªnea de la lucha de clases, lo que les diferencia fundamentalmente de los dem¨¢s grupos de homosexuales. ?Dignitat es una plataforma de encuentro de reivindicaci¨®n y de ayuda? dice su presidente. Facilita el encuentro entre homosexuales para que puedan salir de su soledad y potenciarse unos a otros para que sean capaces de luchar contra su propios prejuicios y los del ambiente m¨¢s pr¨®ximo que les rodea, paso que consideran previo la de reivindicar ante la sociedad sus derechos como personas.
Relacionados de una u otra forma con los citados, existe movimientos de homosexuales en distintos puntos del Estado espa?ol; entre ellos podemos citar los siguientes: Movimiento de liberaci¨®n Homosexual de Euskadi, Juventud Gay de Euskadi, Frente de Liberaci¨®n Homosexual Galego, Movimiento Homosexual Aragon¨¦s, Frente de Liberaci¨®n Homosexual de Sevilla, C¨®rdoba y Granada; Movimiento Homosexual de Acci¨®n Revolucionaria de Andaluc¨ªa.
La homosexualidad femenina
La lesbiana se enfrenta con una doble marginaci¨®n: la que afecta a las mujeres y la de homosexual. ?Las mujeres, por el hecho de serio -declara el Colectivo de Lesbianas de Valencia unido al Front-, somos mucho m¨¢s marginadas. La mujer, durante siglos, se ha sentido considerada como un objeto de uso. De la necesidad que nos han creado de ser madres y esposas deriva el que nos hayan negado nuestra sexualidad como tantas otras cosas. ( ... ) Si la mujer decide realizar su sexualidad con otras mujeres, porque siente hacia ellas mayor atracci¨®n y afecto, la sociedad las margina cruelmente y esto, ?por qu¨¦?, porque con esta conducta cuestiona la estructura social.?
Dentro de los grupos homosexuales organizados militan pocas mujeres, ya que su lucha y su sexualidad la enfocan de manera diferente. En las organizaciones feministas tambi¨¦n, por lo general, se encuentran marginadas, ya que estas organizaciones, abanderadas de una sexualidad libre, no reivindican con claridad el lesbianismo, al menos esto es lo que alegan las componentes del Colectivo de Lesbianas del FAGC.
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