El alcalde de Madrid / Vaguada

Yo cre¨ªa en don Jos¨¦ Luis Alvarez. A ver si me explico. Cre¨ªa que no ten¨ªa que creer en don Jos¨¦ Luis Alvarez. O sea que le ve¨ªa claro: ciudadano-por-encima-de-toda-sospecha al que acabar¨ªan utilizando los ciudadanos inmersos e incursos en toda sospecha. Pero resulta que el cheli va m¨¢s lejos.Cuando le hicieron alcalde se proclam¨® amante del arte y del patrimonio art¨ªstico- arquitect¨®nico de Madrid. Ahora, para confirmarlo, da una conferencia sobre el tema, pero la da en el centro Rumasa, o como se llame eso, o sea, en el b¨²nker mismo de la arquitectura mazinger, del urbanismo antimadrile?o, antiecol¨®gico, antiurban¨ªstico y antimunicipal.

Esto nos descubre que el se?or alcalde de Madrid/Vaguada es un ir¨®nico, o un c¨ªnico, en el sentido griego de la expresi¨®n -siempre en el sentido griego-, y que tras su sonrisa de m¨¦dico chamberilero (no importa que no sea m¨¦dico) hay otra sonrisa: la sonrisa c¨ªnica y cl¨¢sica de un hombre de bien (cuando me presentan a un hombre de bien suelo abrocharme todos los botones) que ya a hablar de su amor a Madrid y al urbanismo en el lugar del crim¨¦n, en la noche de autos. A tan sutil sadismo no hab¨ªa llegado nunca el ex Arespacochaga, atenido siempre, como tengo anotado, al laconismo imperial del estilo franquista. Esto es demasi¨¦.

-La Vaguada se nos va- me dice hoy Aurelio G¨¹ernes, del barrio del Pilar.

La Agrupaci¨®n Vecinal de la Vaguada est¨¢ enviando cientos de telegramas, del Rey abajo, para evitar el esc¨¢ndalo de la Vaguada, que debe de estar ya consumado en alg¨²n pleno municipal, o a punto. Y otro escrito: ?Somos catequistas y educadores cristianos del barrio del Pilar. Estamos aqu¨ª defendiendo los derechos de los cuarenta y tantos mil ni?os del barrio. Vivimos todos amontonados en un kil¨®metro cuadrado. Nuestro barrio del Pilar es inhumano.? Piden al alcalde y a la Administraci¨®n centros escolares, deportivos, higi¨¦nicos, de recreo, de libertad. ?Pedimos que no se autorice el Centro Comercial ni la autopista.?

Desde el otro extremo doliente de Madrid, desde Vallecas, Alberto Iniesta, el obispo cheli, me escribe, me manda poemas, cartas, homil¨ªas, me cuenta m¨¢s cosas de aquel barrio. Madrid es tercermundista en la periferia y catastrofista en el centro. Y el se?or Alvarez, alcalde de Madrid/Vaguada, ha tenido, en estas circunstancias, el fino detalle de dar una documentada y culta conferencia sobre el arte de Madrid en el b¨²nquer de toda blasfemia art¨ªstica contra Madrid: en Rumasa.

Uno, con el instinto pol¨ªtico que no tiene, hab¨ªa pensado en principio que UCD eleg¨ªa cuidadosamente, un alcalde popular, eficaz, incluso dominicalmente demag¨®gico, para que su ¨¦gida fuese una campa?a preelectoral y que luego el pueblo le refrendase en las elecciones.

Era una maniobra que?o estaba mal. Una maniobra muy UCD, porque uno cre¨ªa que UCD era sutil, de tanto verles fragantes y bien planchados por el Marienbad del Congreso. Pero resulta que no, que ni siquiera eso. Resulta que el alcalde de Madrid/Vaguada va a.seguir haciendo las mismas -barbaridades franquistas de siempre, ahora bien, dando de vez en cuando una conferencia sobre su amor al arte, al urbanismo y a Madrid.

Esa es la nota uced¨¦, ya ven, el toque de distinci¨®n, la chispa de la vida, la cosa.

No dudo de que la conferencia. del alcalde haya sido elocuente, erudita y provechosa, pero habr¨ªa sido mucho m¨¢s cultural y l¨ªrico que el se?or Alvarez, en lugar de con unos folios, se hubiese acercado con una piqueta al Centro-Rumasa o Centro Col¨®n o cualquiera de esos centros, y hubiese empezado a picar, siquiera simb¨®licamente. Luego ya habr¨ªamos seguido nosotros. ?Queda inaugurada esta demolici¨®n?: es la mejor conferencia que pod¨ªa haber dado.