Obras P¨²blicas reconoce su fracaso para resolver el problema de la vivienda

Representantes de Obras P¨²blicas y Urbanismo reconocieron el viernes el absoluto fracaso de las intenciones ministeriales en cuanto a promoci¨®n de viviendas sociales, as¨ª como su mala gesti¨®n en la recuperaci¨®n de viviendas oficiales no ocupadas por sus adjudicatarios. Anunciaron que en este mes se enviar¨¢ a las Cortes un decreto de viviendas sociales que sustituir¨¢ al actual, y que se agilizar¨¢n los expedientes de desahucio en los casos de viviendas vac¨ªas.

El viernes se concentraron ante el Ministerio m¨¢s de cien personas en representaci¨®n de 74 asociaciones de vecinos. Una comisi¨®n formada por 52 de ellos subi¨® a dialogar con Eduardo Merig¨®, subsecretario de Ordenaci¨®n del Territorio. Se encontraban presentes tambi¨¦n Carlos Tutor, delegado provincial de la Vivienda; El¨ªas Cruz, delegado del Gobierno en COPLACO, y Antonio Vallejo, director general de Arquitectura. Los representantes de las asociaciones y de la Federaci¨®n prestaron dos documentos -ver EL PA?S del 21 de julio-, en los que ped¨ªan el replanteamiento del actual decreto de viviendas sociales, la disoluci¨®n de Visomsa y la aceleraci¨®n de los desahucios de viviendas oficiales no ocupadas.A lo largo de la entrevista los representantes ciudadanos acusaron a la Administraci¨®n de practicar una pol¨ªtica demag¨®gica, a base de rimbombantes promesas, que llevaron la esperanza a m¨¢s de 100.000 madrile?os y que luego se han revelado como casi totalmente falsas.

El Ministerio no tiene fondos

Pr¨¢cticamente al comienzo de la reuni¨®n, el se?or Merig¨® reconoci¨® que el Ministerio no tiene un programa de actuaci¨®n coherente en cuanto a la pol¨ªtica de viviendas. Estuvo de acuerdo en el total fracaso del plan de construcci¨®n de viviendas sociales y admiti¨® asimismo que la gesti¨®n ministerial en cuanto a los pisos vac¨ªos no ha sido buena. Prometi¨® la remisi¨®n a las Cortes de un nuevo decreto de promoci¨®n de viviendas sociales, as¨ª como agilizar los trabajos para que en octubre est¨¦ terminado el censo de pisos no ocupados y sean adjudicados de nuevo entre las familias m¨¢s necesitadas. El se?or Merig¨® adujo sobre esta ¨²ltima cuesti¨®n que el Ministerio no cuenta con suficiente personal y que el que tiene adolece de preparaci¨®n.En cualquier caso, se explic¨® a los vecinos que el problema real es la falta de recursos econ¨®micos para acometer cualquier plan global. En Madrid existen ahora un m¨ªnimo de 120.000 familias que padecen problemas de vivienda. De ellas, 33.000 son chabolistas, 22.000 viven en casas en estado de ruina y el resto sufren deficiencias de diversos grados. Haciendo un c¨¢lculo somero, y manejando la cifra de un mill¨®n de pesetas por vivienda construida -cifra evidentemente baja-, ser¨ªan necesarios m¨¢s de 100.000 millones para resolver el problema de la vivienda s¨®lo en Madrid. Seg¨²n los datos ofrecidos por el se?or Merig¨®, el presupuesto total del Ministerio ara este a?o, sumados el ordinario y el extraordinario, es de 108.000 millones, cantidad similar a la de las necesidades madrile?as por s¨ª solas.

Los vecinos respondieron que si no hay dinero suficiente para todos, por lo menos que lo que se invierta se haga de forma coherente, y favoreciendo a las capas de la poblaci¨®n m¨¢s necesitadas. Lo que es inexplicable, en este contexto, es que la Administraci¨®n est¨¦ subvencionando viviendas de lujo y semilujo, o destine m¨¢s de 100.000 pesetas a insertar anuncios en la prensa explicando las bondades de la actuaci¨®n de Visomsa.

Ha sido en lo referente a este tema donde el Ministerio no acept¨® las pretensiones vecinales. Estos ped¨ªan la disoluci¨®n de la sociedad, ya que las viviendas -muy pocas- que est¨¢ construyendo lo son a unos precios prohibitivos. El se?or Merig¨® explic¨® que por ahora no se ha pensado en la posibilidad de su disoluci¨®n, aunque parece claro que habr¨¢ que proceder a un replanteamiento de su actuaci¨®n

Manifestaci¨®n monstruo en septiembre

La Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos organiz¨® una rueda de prensa el misino viernes a la salida de la entrevista, en la que se inform¨® de lo explicado hasta aqu¨ª. El presidente y vicepresidente de la Federaci¨®n, Juli¨¢n Rebollo y Jos¨¦ Molina, respectivamente, anunciaron una amplia campa?a sobre la vivienda que se desarrollar¨¢ en septiembre. El d¨ªa 2 se celebrar¨¢ un pleno de todas las asociaciones integradas en la Federaci¨®n, y para el 27 est¨¢ prevista la celebraci¨®n de una manifestaci¨®n masiva a nivel de todo Madrid.En octubre quieren convocar unas jornadas nacionales sobre vivienda y urbanismo, en las que participen representantes del movimiento ciudadano a nivel de todo el Estado. Por otra parte, se buscar¨¢ la colaboraci¨®n de las centrales sindicales y los partidos pol¨ªticos para que asuman como propios los objetivos ciudadanos en este sector.

Los objetivos de la campa?a ser¨ªan dos b¨¢sicamente. Por un lado obligar a la Administraci¨®n a asumir y responsabilizarse del problema, y por otro, potenciar una serie de movilizaciones en cada barrio dirigidas coordinadamente a presionar a la misma Administraci¨®n.

Al final de la rueda de prensa se pregunt¨® si la Federaci¨®n continuar¨ªa con su pol¨ªtica de actuaciones inscritas en un marco de negociaciones y colaboraci¨®n con la Administraci¨®n se dar¨ªa apoyo a otro tipo de actuaciones m¨¢s irregulares, pero a veces m¨¢s efectivas, como ocurri¨® hace meses con la ocupaci¨®n de viviendas por el sistema de patada a la puerta. Tanto el se?or Rebollo como el se?or Molina se reafirmaron en la primera v¨ªa.

?Pensamos -fue su explicaci¨®n- que debe ser el Gobierno quien se responsabilice del problema, aparte que resolver necesidades a nivel individual tampoco es soluci¨®n. Si cada barrio o cada zona act¨²a por su cuenta, se dan facilidades al Ministerio para dividir al movimiento. Es muy normal que el Ministerio haya prometido a vecinos diferentes darles viviendas en los mismos sitios y maniobras parecidas, sabiendo que no iba a cumplir sus promesas. Creemos que es m¨¢s conveniente presentar a la Administraci¨®n una propuesta ¨²nica y obligarle as¨ª a que d¨¦ tambi¨¦n una respuesta ¨²nica y coherente?.