Carmen de Espa?a
El mismo d¨ªa que aprobaron la Constituci¨®n, si ustedes se fijan -ustedes es que no se fijan en nada-, Carmen Sevilla, Carmen de Espa?a (y no la de Merim¨¦c, ni siquiera la de Mallarm¨¦), presentaba una querella contra un fot¨®grafo que te ha hecho unas fotos completamente desnuda.La Historia es as¨ª. O no da nada o lo da todo de golpe. Cuarenta a?os llev¨¢bamos los espa?oles esperando tener una Constituci¨®n decente y esperando el desnudo nacional y macizo de Carmen Sevilla. Durante cuarenta a?os hemos tenido que vivir del faralae y la bata de cola de los Principios Fundamentales del Movimiento, y he aqu¨ª que, de pronto, en un mismo d¨ªa de julio, se desnudan Carmen de Espa?a y la Constituci¨®n del Estado espa?ol.
Las fotos de Carmen a¨²n no han salido a la prensa del coraz¨®n y de m¨¢s abajo, cuando escribo esta cr¨®nica, pero saldr¨¢n cualquier d¨ªa, que en ese comercio andan muy avisados mis queridos colegas y el desnudo andaluz y maduro de la egregia puede vender m¨¢s papel que todo el debate constitucional y el rollo democr¨¢tico en dos a?os.
Hay a quien le parecer¨¢ m¨¢s importante para el futuro, para la Historia, el tener una Constituci¨®n aprobada. Es que no se aclaran. A m¨ª me parece mucho m¨¢s trascendental que el espa?ol medio tome posesi¨®n visual y en cuatricom¨ªa del desnudo maduro y andaluz, de uno de nuestros grandes s¨ªmbolos matriarcales del franquismo.
Porque la Constituci¨®n est¨¢ llena de letra menuda que ha.y que leerse y casi nadie va a leer, mientras que a Carmen se la lee de un vistazo, se la posee visualmente de golpe, y esto es ya el t¨®nico que nos hace sentirnos libres y constitucionales. Hist¨®ricamente, en Espa?a, cuando viene un trienio liberal, se quema a las V¨ªrgenes de las iglesias y se viola a las monjas de clausura. Ahora basta con desnudar a las artistas de cine. Ya nos vamos comportando.
Vino primero, pura, vestida de inocencia... Algo as¨ª nos recitaba Juan Ram¨®n, con voz aljamiada y moguerena cuando le visit¨¢bamos en uno de sus pisos insonorizados de Madrid, durante aquella amistad cronol¨®gicamente imposible que tan intrigado le tiene a Pedrol R¨ªus.
La poes¨ªa, la Constituci¨®n, la Patria, la Rep¨²blica, todas las creaciones neurocerebrales del hombre han tenido siempre figura y trasunto de mujer desnuda, aqu¨ª como en todas partes, y ahora que ya por fin la Constituci¨®n se ha desnudado ante el personal, despu¨¦s de vivir durante unos meses el episodio parlamentario de Susana y los viejos, ya no hay raz¨®n para que Carmen de Espa?a, la otra gran obsesi¨®n patri¨®tica y colectiva, no se despelote.
A pesar de lo cual la jai ha interpuesto querella y se reserva para el pleno del Senado, como la Constituci¨®n. Se ve que no se entera. La primera vez que visit¨¦ a Carmen Sevilla, ya muy entrada ella, fue en los ¨²ltimos a?os del general, y le hice una entrevista donde, aunque se me confes¨® muy de derechas, inauguramos entre los dos un periodismo osado, intimista, erotizado y psicosexual que luego ha sido plagiado y perpetrado hasta el asco por los que ven¨ªan detr¨¢s y no arreaban ni arrean nada.
La encontr¨¦ como ya la sab¨ªa. Se me muri¨® de casta y de sencilla, pese a los a?os y los desenga?os. La ¨²ltima vez que la he visto ha sido en una pel¨ªcula (ella no asisti¨® al estreno) de mi amigo Galvan, que es sin duda la peor pel¨ªcula espa?ola de todos los tiempos, y donde ella hace de Muerte, m¨¢s que de muerta, y posa muy vestida para una escultura donde la sacan desnuda en una maten a escult¨®rica que parece donuts, y que, aunque en el filmese le atribuye a un gran artista de vanguardia, resulta ser Santiago de Santiago.
Supongo que si ahora se querella contra el fot¨®grafo, es m¨¢s porgordaque pordesnuda. Lo mismo que la Constituci¨®n, va a tener su Arzallus que la llame gorda, cuando salgan las fotos, y su P¨¦rez Llorca que la llame nacional y t¨ªa buena. Carmen, amor, debes retirar la querella. Piensa que la Constituci¨®n y t¨² -t¨² desnuda- hab¨¦is sido las dos grandes fantas¨ªas er¨®tico-anales, sadicomasoquistas y polif¨®rmoperversas (por eso el general las reprim¨ªa) de varias generaciones de espa?oles. Vestida eras la viuda en vida de Alguer¨®, desnuda puedes ilustrar los bonos del Estado como alegor¨ªa de la Constituci¨®n. Y se vender¨¢n muchos bonos. Se cubrir¨¢ en seguida la emisi¨®n. Qu¨¦date desnuda como te han pillado en Marbella, mujer. No te pongas minifarda.
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