Aumentan las diferencias entre Gran Breta?a y los dem¨¢s miembros de la CEE
??Qu¨¦ se proponen los brit¨¢nicos?? Este es uno de los interrogantes que se plantean muchos observadores en Bruselas al analizar la postura defendida estos ¨²ltimos meses por los laboristas brit¨¢nicos en relaci¨®n con sus compromisos de Estado miembro del Mercado Com¨²n.El Gobierno de Londres se opone a una pol¨ªtica com¨²n de pesca, no quiere participar en el proyectado ?sistema monetario europeo?, bloquea ciertas decisiones para una pol¨ªtica com¨²n energ¨¦tica y se dispone a cooperar con la empresa norteamericana Boeing en lugar de hacerlo en el proyecto comunitario de Airbus, en el sector de la aeron¨¢utica civil.
Aunque intervienen factores electorales en un pa¨ªs donde, seg¨²n los ¨²ltimos sondeos, el 53% de la poblaci¨®n se muestra muy reservada ante el fen¨®meno de integraci¨®n europea, resulta cada vez m¨¢s incomprensible para los dem¨¢s Estados miembros de la CEE la pol¨ªtica brit¨¢nica en temas comunitarios.
El ¨²ltimo jarro de agua fr¨ªa de los brit¨¢nicos lleg¨® ayer cuando David Owen, ministro brit¨¢nico de Asuntos Exteriores, anunci¨® a sus colegas europeos de la CEE que Londres s¨®lo participar¨¢ en el ?sistema monetario europeo? si hay reforma previa y profunda del mercado com¨²n agr¨ªcola. El prop¨®sito de los brit¨¢nicos de revisar la pol¨ªtica com¨²n del agro comunitario (a la que se destina m¨¢s del 70% de? presupuesto anual de la CEE) parece encerrar varias trampas. Owen alega que es necesario corregir los desequilibrios de la agricultura comunitaria. Sin embargo, su colega de Agricultura, Silkin, se pronuncia, en el consejo de ministros de ese sector, por un mayor liberalismo en las importaciones de productos l¨¢cteos procedentes de pa¨ªses de la Commonwealth.
Es evidente que los brit¨¢nicos est¨¢n molestos por el eje Bonn-Par¨ªs, cuya Ilustraci¨®n pr¨¢ctica se traduce en el proyecto de creaci¨®n de una zona de estabilidad monetaria, decidido en la ¨²ltima cumbre de la CEE, del 6 y 7 de julio en Bremen. Sus buenas relaciones ?atl¨¢nticas? con Washington pueden tambi¨¦n aconsejarles guardar una actitud de prudencia en caso de que el d¨®lar, aunque d¨¦bil, boicotee el plan germano-franc¨¦s de uni¨®n monetaria europea
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