"Los traumas que puedan surgir no atemorizan al Ej¨¦rcito"
Los traumas que puedan surgir "no nos alteran ni nos atemorizan porque sabemos cu¨¢l es nuestro deber y sabemos d¨®nde debemos estar?, dijo ayer el capit¨¢n general de la Octava Regi¨®n Militar, teniente general Angel Suances, que acudi¨® a Pontevedra para despedirse de las autoridades, con motivo de su pase a la situaci¨®n B., el pr¨®ximo d¨ªa 7, por cumplir la edad reglamentaria. El teniente general Suances tom¨® la palabra para agradecer la colaboraci¨®n que hab¨ªa recibido como capit¨¢n general de Galicia y mostrar su satisfacci¨®n por esta etapa de mando. Le contest¨® el gobernador civil, Faustino Ramos, y tom¨® de nuevo la palabra el capit¨¢n general, que glos¨® el papel del Ej¨¦rcito.
Afirm¨® que las Fuerzas Armadas nunca hab¨ªan sido pol¨ªticas y que constituyen la columna vertebral de la Patria, el brazo armado, ?que sabe -dijo- cu¨¢ndo y d¨®nde emplear esas armas y sabe tambi¨¦n, por disciplina, sufrir los traumas que puedan surgir. No nos alteran -prosigui¨®- ni nos atemorizan porque sabemos cu¨¢l es nuestro deber y sabemos d¨®nde debemos estar?.
La jornada concluy¨® con un almuerzo al que asistieron los jefes de los cuerpos y unidades de la guarnici¨®n de Pontevedra.
Despedida del general Gim¨¦nez-Henr¨ªquez
El s¨¢bado pasado, en Madrid, se despidi¨® en el acuartelamiento de Legan¨¦s el general subinspector de la Legi¨®n, Jos¨¦ Gim¨¦nez Henr¨ªquez, que la v¨ªspera del D¨ªa de las Fuerzas Armadas presidi¨® un acto en el Valle de los Ca¨ªdos, al que asistieron la viuda del general Franco y numerosas representaciones de partidos pol¨ªticos de extrema derecha. El general Gim¨¦nez Henriquez pasa a la situaci¨®n B, por cumplir la edad reglamentaria, tras 42 a?os de servicios y 32 en la Legi¨®n. En su discurso de despedida, el s¨¢bado ¨²ltimo, dijo, entre otras cosas: ?Cuando rind¨¢is honores a vuestros muertos, elevad vuestros corazones, como si fuera uno solo, al cielo. En ellos ver¨¦is a vuestros 10.000 muertos, capitaneados por el fundador Mill¨¢n Astray y su lugarteniente Francisco Franco, nuestro inolvidable caudillo, y en ellos sentir¨¦is la aprobaci¨®n por vuestro esp¨ªritu y entrega.?
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