Cristina Onassis se casa hoy con un funcionario sovi¨¦tico
La boda del siglo en la Uni¨®n Sovi¨¦tica se va a celebrar dentro de pocas horas. A las diez de la ma?ana de hoy, en la casa central de matrimonios, situada en la calle Grivolled, nombre de un escritor que podr¨ªamos considerar el Benavente ruso, Cristina Onassis y Serguei Kuzov van a casarse. A falta de serpientes de verano y despu¨¦s de los procesos de los disidentes, que han costado alguna reprimenda oficial a alg¨²n corresponsal, esta boda viene en el verano moscovita a ser un b¨¢lsamo para quienes intentan informar de lo que realmente acontece en la URSS.Sobre este matrimonio corren las especulaciones m¨¢s diversas. Hay un hecho cierto, y es el inter¨¦s de determinados personajes que funcionan dentro de los c¨ªrculos oficiales por dar la mayor difusi¨®n posible a este enlace. Curiosamente mientras la entrada al hotel Intourist, donde se aloja la heredera saldr¨¢n en viaje de novios hacia del imperio financiero y mar¨ªtimo, es casi inasequible a los periodistas y quienes han visto a Cristina no han conseguido una sola declaraci¨®n. informaciones de primera mano son mane¨ªadas y publicadas por quienes buscan cualquier medio propagand¨ªstico que haga olvidar otras cuestiones.
Tal vez no deben buscar otras conclusiones que las propias de la decisi¨®n de la c¨¦lebre millonaria, que persigue con un naevo matrimonio, esta vez m¨¢s ex¨®tico que los anteriores, su verdadera felicidad. Hoy. ante el juez y los representantes de la municipalidad moscovita, la ex hijastra de la que fue esposa del presidente de Estados Unidos va a decir s¨ª a un especialista sovi¨¦tico en los problemas del transporte del petr¨®leo. No sabemos a¨²n si habr¨¢ m¨²sica. En el palacio de los matrimonios siempre hay un grupo musical que por cuatro rublos interpreta melod¨ªas apropiadas al momento decisivo. Tambi¨¦n es posible llevarse un cassette con la m¨²sica preferida de los contrayentes. Se ignora, asimismo, si, como es tradicional, una vez casados ir¨¢n a la tumba de Lenin y del soldado desconocido a depositar las flores y m¨¢s tarde tomar¨¢n la botella de champ¨¢n en lo alto de las colinas de Lenin.
Lo que parece seguro es que por la tarde se someter¨¢n a una conferencia de prensa y horas despu¨¦s Baikal. Despu¨¦s tienen intenci¨®n de instalarse en la casa de la nueva suegra de Cristina. Al parecer, en un peque?o apartamento, donde esperar¨¢n pacientemente hasta que. suponemos que por el riguroso turno que aqu¨ª existe, les entreguen los veinticuatro metros cua drados -seg¨²n es norma oficial- para vivir una vida plena de felicidad. como siempre es de desear.
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