La autonom¨ªa universitaria, responsabilidad de las Cortes
Director del Gabinete T¨¦cnico del ministerio de Educaci¨®n
El rector de la Universidad de Barcelona, Antonio Mar¨ªa Bad¨ªa, ha publicado un art¨ªculo en EL PAIS sobre lo que ¨¦l llama ?pobre autonom¨ªa universitaria?, en el que comenta de un modo parcial y confuso una :reciente disposici¨®n del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia. Como, adem¨¢s, el se?or Bad¨ªa habla de "pactos? en los que no estuvo presente -como ¨¦l mismo reconoce-, es, necesario hacer las siguientes precisiones para que los lectores de EL PAIS puedan salir de la confusi¨®n informativa creada por el se?or Bad¨ªa.
La autonom¨ªa universitaria es una situaci¨®n, reconocida en el texto constitucional aprobado por el Congreso, que solamente las Cortes pueden establecer y regular. Cualquier otro intento de crear situaciones auton¨®micas su? generis, a partir de supuestos ?claustros constiluyentes?, no s¨®lo es anticonstitucional, sino que ser¨ªa del todo inviable.
Para hacer efectivo cuanto antes el priricipio establecido por la Constituci¨®n, se cree necesario enviar a las Cortes un proyecto de ley de autonom¨ªa universitaria que fije las l¨ªneas generales dentro de las cuales cada Universidad elaborar¨¢ sus propios estatutos.
Hasta que la nueva ley sea aprobada por las Cortes est¨¢ en vigor, como es obvio, la legislaci¨®n actual, que obliga a cumplir las disposiciones en ella establecidas. Se puede ser flexible y aplicar con un criterio amplio las normas existentes, mientras se prepara la nueva ley, y eso se ha venido haciendo, como reconoce el propio rector de Barcelona. El ?pacto? a que alude no pod¨ªa implicar actuaciones ilegales. Simplemente se acord¨® que, en espera de la nueva situaci¨®n, no se convocar¨ªan a oposici¨®n nuevas plazas de profesores adjuntos, y as¨ª se ha cumplido exactamente. Pero se dejo siempre muy claro que ello no afectar¨ªa a las plazas ya convocadas, pues los derechos adquiridos por los profesores opositores no pueden atropellarse con ?pactos? de ning¨²n tipo.
Precisamente el se?or rector sabe muy bien que los profesores adjuntos de Barcelona que aprobaron las oposiciones y no hab¨ªan sido adscritos a las plazas a que tienen derecho han protestado reiteradamente de la actitud que con ellos se pretend¨ªa mantener en la Universidad de Barcelona, y el ?claustro? a que alude el se?or rector acab¨® en un completo fracaso, entre otras cosas por la cuesti¨®n de los adjuntos. Poco importa que los profesores no numerarios que no hicieron las oposiciones fuesen la mayor¨ªa, ni tampoco que fuesen los mejores cosa que deber¨ªa demostrar e? se?or rector, pues resulta un poco extra?a su afirmaci¨®n de que ?de ir a las oposiciones, estaban pr¨¢cticamente destinados a sacar los primeros puestos?.
Por ¨²ltimo, es desproporcionada la ?indignaci¨®n y el estupor? de que habla el rector, porque de las 250 plazas vacantes que existen actualmente en las Universidades de Barcelona, se van a cubrir menos de cincuenta, lo que no ha aclarado el se?or Bad¨ªa en su art¨ªculo. Adem¨¢s, como indica el propio se?or Bad¨ªa, ?los que van a ser adscritos como profesores adjuntos pr¨¢cticamente son todos catalanes o formados en facultades barcelonesas?. La mayor¨ªa de las plazas quedar¨¢n vacantes para disponer de ellas en la forma que establezca la nueva ley, porque el Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia, cumpliendo el acuerdo a que se refiere el rector de Barcelona, no convoc¨® nuevas plazas de adjunto a oposici¨®n, por entender que era preciso modificar el sistema de acceso al profesorado. Pero para ello hace falta que las Cortes lo regulen; mientras esto no sea una re¨¢lidad, todos, incluyendo el Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia y el rector de Barcelona, tenemos que cumplir las disposiciones hoy vigentes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.