Contradicciones en torno a la eficacia de Orevasa
La sociedad an¨®nima Orevasa (Ordenaci¨®n y Realojamiento de Vallecas, SA) ha sido definida por el sector del movimiento ciudadano que participa en la misma. como la ¨²nica soluci¨®n viable para conseguir el realojamiento de m¨¢s de 12.000 familias que por s¨ª solas no disponen de recursos econ¨®micos para procurarse una vivienda. Los estatutos de la sociedad, sin embargo, presentan algunos aspectos contradictorios que conviene analizar. A la constituci¨®n de Orevasa se llega a trav¨¦s de un per¨ªodo de resistencia, y despu¨¦s de ofensiva, del movimiento ciudadano para echar abajo los tres planes parciales de Vallecas, promovidos por la iniciativa privada, y que supon¨ªan la expulsi¨®n de la mayor¨ªa de los habitantes. El consejo de administraci¨®n de la misma est¨¢ formado por once miembros de organismos oficiales (Coplaco, INV, INUR, Gerencia de Urbanismo y Subsecretar¨ªa de Ordenaci¨®n del Territorio) y diez representantes del movimiento ciudadano (seis asociaciones de vecinos, dos abogados y dos arquitectos). El consejo es el ¨®rgano encargado de la gesti¨®n, estudios de planeamiento y ejecuci¨®n de las obras.
En cambio, el art¨ªculo diez de la sociedad se?ala que el ¨®rgano m¨¢ximo de la misma es la junta general de accionistas. Como el ¨²nico accionista es el INUR, que ha suscrito los cincuenta millones de pesetas que forman el capital social, es realmente este organismo quien domina la sociedad, aspecto este que podr¨ªa hacer entrar en conflicto al INUR y a la representaci¨®n ciudadana.
De hecho, la impresi¨®n que hasta ahora han sacado los representantes ciudadanos es positiva, por varias razones. A trav¨¦s de una serie de discusiones y tiras~y aflojas, se ha conseguido que la sociedad sea totalmente oficial, sin que en ella est¨¦n representados los propietarios privados, que poseen casi el 90 % de los terrenos, que habr¨¢ que expropiar, o negociar su entrega a cambio de permitirles edificar en otras zonas. Igualmente, se consigui¨® que los vecinos no tuvieran que aportar cantidad alguna, aunque fuera simb¨®licamente. Las viviendas ser¨¢n de promoci¨®n directa, y no a trav¨¦s de contratas con constructoras privadas. Se rechaz¨® la participaci¨®n de Visomsa en la sociedad y en cambio se exigio y logr¨® la integraci¨®n en la misma de la Gerencia Municipal de Urbanismo, que en un principio se mostraba reacia a participar. Por ¨²ltimo, el secretario del consejo, entre cuyas funciones se incluye la redacci¨®n de los acuerdos tomados, se ha encomendado a Francisca Sauquillo, abogada del movimiento ciudadano.
Todas estas caracter¨ªsticas permiten suponer a los vecinos que la sociedad tiene bastantes posibilidades de cumplir su cometido, aunque subsista un problema fundamental: los cincuenta millones del capital social abarcan s¨®lo el pago del personal necesario, la redacci¨®n de estudios y los gastos de funcionamiento. Los cientos de millones necesarios para la expropiaci¨®n de los terrenos y las edificaciones deber¨¢n ser aportados por cada organismo, y aqu¨ª entra un condicionamiento importante. Basta que cualquiera de los organismos no pueda cumplir su parte por falta de presupuesto, por ejemplo, para que todo el proceso quede detenido.
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