Recetas moralizantes

Imagino que lo que les voy a contar les habr¨¢ pasado a muchas otras mujeres. Al ir a la farmacia a comprar un paquete de Neugynona, la farmac¨¦utica me dice que necesita receta; le digo que no la tengo en ese momento, pues me la he dejado, pero que tengo que empezar a tomarla ya, pues la noche anterior no la ten¨ªa y tendr¨ªa que haberla tomado; la farmac¨¦utica me dice: que lo siente mucho, pero que no, y huye por pies, pues parece que tiene verg¨¹enza ante un¨¢ mujer que reconoce su propia sexualidad y quiere comprar algo que se la permita ejercer sin problemas. Me pregunto, ?por qu¨¦ las farmacias en las que imponen una moral determinada a los dem¨¢s (por orden del Ministerio, pues es s¨®lo moral lo que est¨¢n imponiendo, pues la salud de las mujeres les importa un r¨¢bano, como lo demuestra el hecho de que la SS no ampara este medicamento) no piden receta m¨¦dica para despachar preservativos a los hombres?Si la salud no importa, porque en todas las farmacias es sabido que despachan cualquier tipo de medicamento (antibi¨®ticos, etc¨¦tera) sin receta, no nos ponen los anovulatorios en cualquier supermercado y as¨ª, por lo menos, nos dejan en paz, pues la salud de las mujeres, como, est¨¢ visto, habr¨¢ que vigilarla a trav¨¦s de centros que monten ellas mismas para esto, pero eso no lo permitir¨ªan los farmac¨¦uticos, menudo chollo se les ir¨ªa de las manos, todos sabemos la cantidad de los mismos que se despachan, y el negocio es lo que importa.

Otra cuesti¨®n es que estos se?ores farmac¨¦uticos-moralistas lo que hacen es dirigir a las mujeres hacia el aborto obligado, al que, naturalmente, se oponen, ?faltar¨ªa m¨¢s!

Marta Puig de la Bellacasa

Madrid