La ideolog¨ªa de UCD
De la ejecutiva de UCDUCD es la suma de CD (Centro Democr¨¢tico) y de los reformistas que desde dentro del sistema anterior lo transformaron de manera aut¨¦ntica y profunda hasta pasar del autoritarismo a la democracia. En CD estaba ampliamente representada la oposici¨®n democr¨¢tica no marxista. Como coalici¨®n electoral agrupaba las tendencias liberal, democristiana y socialdem¨®crata concretizadas en diversos partidos. Lleg¨® un momento en que CD confluy¨® con los reformistas en profundidad del sistema convirti¨¦ndose en UCD, La confluencia se produce porque: a) la legitimidad democr¨¢tica de buena parte de los miembros de CD proven¨ªa de haber trabajado por la democracia desde las corrientes ideol¨®gicas b¨¢sicas en Europa; la de los reformistas del sistema en traer este sistema pol¨ªtico; b) se consider¨® que el votante medio no distingu¨ªa el espacio pol¨ªtico de ambas alternativas, criterio que se demostr¨® cierto ante la falta de votos de partidos que representaban a alguna de las corrientes citadas y que concurrieron a las elecciones fuera de UCD, incluso con figuras muy presugiosas y de gran val¨ªa en sus liderazgos.
UCD, coalici¨®n electoral, se transform¨® en partido tras las elecciones de 15 de junio de 1977. Es un cambio que requiere un ?tempo? y esto se refleja tambi¨¦n en el programa. Al principio era l¨®gico presentar a UCD, partido, como yuxtaposici¨®n ideol¨®gica de las tres tendencias b¨¢sicas que lo formaban. As¨ª, se insist¨ªa en que asum¨ªa: a) una concepci¨®n liberal de la vida y de la cultura; b) los valores del humanismo cristiano, y c) la actuaci¨®n de los poderes p¨²blicos sobre la econom¨ªa con objetivos socialdem¨®cratas. Pero los tiempos pol¨ªticos son cortos y la mayor¨ªa de los actuales militantes han entrado directamente a UCD sin tener relaci¨®n con las antiguas tendencias. Hoy la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico debe presentar una ideolog¨ªa y un programa -es decir un modelo de sociedad- de centro, coherente y ¨²nico, obtenido por v¨ªa deductiva desde unos principios b¨¢sicos, de los que el liberalismo, la democracia cristiana y la socialdemocracia se conviertan en ?fuentes?, pero no en continuos protagonistas.
De forma resumida, podr¨ªamos recordar que el mundo se basa hoy en la contraposici¨®n ideol¨®gica de dos principios: la libertad y la igualdad. Occidente defiende especialmente el primer principio y Oriente el segundo (recordemos el famoso ?Libertad, ?para qu¨¦??, de Lenin). Por falta de espacio, no se entra en este art¨ªculo en el detalle de la cr¨ªtica occidental, seg¨²n la cual no hay igualdad real en el modelo del Este, sino una nueva aristocracia de partido ¨²nico, que acumula desigualmente el poder social, porque sin cierto grado de libertad la igualdad no se produce. Tampoco se analiza la contracr¨ªtica del Este, que argumenta que no hay libertad general en el modelo occidental, sino mayor libertad de una clase social, porque sin igualdad la libertad no se desarrolla para todos; ni se puede entrar en las matizaciones del propio concepto de igualdad, desde las diferencias de necidades, de trabajo realizado y de incentivos. El argumento a desarrollar, resumido a su expresi¨®n m¨¢s simple, es que, en el mundo actual, la derecha presta m¨¢s atenci¨®n a la libertad y la izquierda a la igualdad, luego una ideolog¨ªa de centro debe ser una s¨ªntesis entre ambas corrientes. Aunque no sea normal en un art¨ªculo de peri¨®dico, quiz¨¢ podr¨ªamos utilizar un eje de coordenadas como explicaci¨®n. En el eje horizontal tenenos el valor libertad, y en el vertical, el valor igualdad. El peso comparativo de cada principio sit¨²a a los distintos partidos pol¨ªticos en el espacio.
Ahora bien, la s¨ªntesis no s¨®lo depende de la distaricia a cada eje, sino de la distancia al punto 0 o eje de coordenadas: cuanto m¨¢s nos alejemos de 0 m¨¢s tendremos de los valores citados, aparte de su combinaci¨®n concreta. Por ejemplo, la dictadura de extrema derecha, como ?moclelo puro?, est¨¢ en el punto cero: ofrece las mismas dosis de libertad e igualdad a base de eliminar ambas.
Un partido de centro debe situarse a distancia paralela de ambos ejes, pero su ?utop¨ªa? es profundizar simult¨¢neamente en ambos conceptos, como marca la flecha, alej¨¢ndose cada vez m¨¢s del punto cero. Si ?utop¨ªa? implica direcci¨®n hacia un infinito inalcanzable, la ?utop¨ªa? de Centro est¨¢ en la direcci¨®n de la flecha, que sirve en todo caso como gu¨ªa en la toma de decisiones.
La ?utop¨ªa? de Centro, sin embargo, tiene algo muy realista en su interior: hay sociedades que desde la libertad han logrado altas dosis de igualdad, que han conseguido mantenerse en la ?zona media? entre ambos ejes, bastante alejadas del origen, lo que diferencia a esta ?utop¨ªa? de otras que circulan por la vida pol¨ªtica y que est¨¢n muy lejos de poderse aplicar al mundo real.
Concretemos algo m¨¢s: el Centro no busca ser la s¨ªntesis entre Occidente y Oriente. UCD est¨¢, sin ambig¨¹edades, dentro del mundo occidental. En otras palabras, UCD cree que el camino es, desde el respeto a la libertad, conseguir la igualdad; que, de hecho, esta dif¨ªcil s¨ªntesis se est¨¢ progresivamente logrando en el mundo occidental, aunque el camino a recorrer sea largo, pero que partiendo de los principios del otro bloque, la s¨ªntesis tiene muchos menos visos de realidad.
Dentro de UCD tendr¨¢ que existir una corriente m¨¢s avanzada o progresista y otra m¨¢s moderada o conservadora y ambas y su dial¨¦ctica interna son necesarias para un partido de Centro. Las diferencias b¨¢sicas entre las dos corrientes estar¨¢n en el ritmo del avance de la flecha y en determinados grados de inclinaci¨®n hacia uno u otro lado. En todo caso, han de ser corrientes ideol¨®gicas y no tendencias organizadas.
En sentido distinto, UCD debe acostumbrarse a distinguir entre programa de partido, de Gobierno y programas electorales. El programa de partido es una ?utop¨ªa?, en el sentido aplicado a esta palabra en este art¨ªculo, y se especializa m¨¢s en el campo de los objetivos. El de Gobierno es m¨¢s pragm¨¢tico y entra de lleno en el terreno de los medios. Adem¨¢s, en el realisrno de la pol¨ªtica, el Gobierno puede, en ?el arte de lo posible?, tomar medidas que no vayan siempre en el sentido de la flecha, pero a conciencia de que !o hace y procurando enderezar el rumbo en cuanto las circuntanclas lo permitan. Por ¨²ltimo, el programa electoral debe estar firmemente anclado en el del partido, pero descender a realidades mucho m¨¢s concretas y aprehensibles y presentar con mayor o menor intensidad determinados puntos del programa del partido, seg¨²n la situaci¨®n electoral de cada momento y de cada regi¨®n, pa¨ªs o nacionalidad, pero siempre teniendo claros los objetivos finales del modelo de sociedad que se busca instaurar.
En definitiva, el Centro se define por su ?ser?, no por su ?ant¨ª ?, por su ?ser? ¨²nico y no como pura yuxtaposici¨®n de ?seres? y su ?ser? tiene que implicar un modelo de sociedad atractivo y atrayente para amplias capas de la sociedad, porque lo m¨¢s pragm¨¢tico y realista para la sociedad espa?ola actual es... ciertas dosis de idealismo.
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