Los tres aeronautas norteamericanos dar¨¢n la vuelta al mundo en treinta d¨ªas

La vuelta al mundo en treinta d¨ªas es el pr¨®ximo objetivo de los tres aeronautas norteamericanos que acaban de hacer la primera traves¨ªa del Atl¨¢ntico en globo. Ben Abruzzo, 48 a?os; Maxie Anderson, 44, y Larry Newman, 31, los tres tripulantes del Double Eagle narraron su aventura horas despu¨¦s de haber aterrizado en un campo de trigo en las cercan¨ªas de Evreux, a 106 kil¨®metros de Par¨ªs, tras haber navegado durante 1.37 horas y dieciocho minutos.

Los tres fueron galardonados por el Ministerio franc¨¦s de la Juventud y la Cultura con medallas de oro que recuerdan su haza?a. En Par¨ªs, adonde fueron trasladados m¨¢s tarde, fueron recibidos por sus respectivas esposas, una de las cuales hab¨ªa dicho en Londres, cuando se, supo que los aeronautas aterrizar¨ªan en las cercan¨ªas de Par¨ªs: ??Y no los dejar¨¢n aterrizar en la Torre Eiffel??.Al aterrizar, Abruzzo, Anderson y Newman brindaron con una botella de champ¨¢n que llevaban entre los productos con los que hicieron su hist¨®rico viaje. Los brindis se repitieron despu¨¦s en la sede parisiense de la embajada norteamericana en Francia.

Larry Newman, el m¨¢s joven de los aeronautas, fue el designado, mediante un sorteo entre ellos, para ocupar en la citada embajada la misma cama que utiliz¨® el tambi¨¦n norteamericano Charles Lindbergh cuando termin¨®, hace cincuenta a?os, la primera traves¨ªa en avi¨®n desde Am¨¦rica a Francia y aterriz¨® en el aeropuerto parisiense de Le Bourget. Los aeronautas que han protagonizado ahora la misma haza?a utilizando un globo pretend¨ªan tomar tierra en el mismo aeropuerto, pero los vientos los desviaron de la ruta que quer¨ªan seguir.

Los aeronautas no se esperaban la recepci¨®n de que fueron objeto cuando su globo se pos¨® sobre el ins¨®lito campo de aterrizaje. Sus seguidores tampoco se hallaban muy seguros del ¨¦xito de esta magn¨ªfica aventura a¨¦rea. Ayer, un miembro de la sociedad que engloba en Gran Breta?a a los aficionados a esta clase de vuelos, comentaba que lo que han logrado vencer Abruzzo, Anderson y Newman ?es el Everest del viaje en globo?.

Cuatro mil franceses entusiasmados rodearon a los tres aeronautas cuarido el Double Eagle II cay¨® mansamente sobre el campo de trigo de Evreux. La polic¨ªa tuvo que proteger el globo de los amantes de recuerdos de gestas gloriosas. Ahora tendr¨¢n que reconstruirlo para poner en marcha la pr¨®xima aventura que han programado: el viaje en treinta d¨ªas alrededor del mundo.

A su llegada a Par¨ªs, Ben Abruzzo, Maxie Anderson y Larry Newman contaron algunos aspectos de su viaje. No sufrieron demasiado como consecuencia del fr¨ªo, pues ten¨ªan la posibilidad de mantener una temperatura por lo menos de quince grados en el interior de la barquilla. Para determinar el rumbo del globo se serv¨ªan, con cielo despejado, del sextante. En caso de malas condiciones atmosf¨¦ricas les fueron muy ¨²tiles las informaciones de los radioaficionados. No durmieron mucho, pero s¨ª en buenas condiciones, salvo, dijo Larry, ?cuando roncaba Maxie?. Tampoco tienen la impresi¨®n de haber estado expuestos a grandes peligros, y la ¨²nica preocupaci¨®n era conseguir la traves¨ªa del Atl¨¢ntico y aterrizar en Francia.

En este viaje, el Double Eagle II invirti¨® 137 horas y seis minutos. Hab¨ªa salido el pasado viernes de Presque Isle (Estados Unidos) y aterriz¨® en Evreux a las 19.48 horas de anteayer.

El peri¨®dico deportivo L'Equipe destacaba ayer esta haza?a como otra gesta humana, que habr¨ªa que situar por su importancia junto con la alcanzada por los primeros norteamerica nos que consiguieron, por vez primera, poner sus pies en la Luna. Para Le Figaro, ha sido la tenacidad y el coraje humano los que han vencido por fin una distancia que parec¨ªa imposible de superar. Liberation, el diario m¨¢s contestatario de Par¨ªs, escribi¨® que antes que nada ¨¦sta es ?una proeza ecol¨®gica?, porque por primera vez se cruza el Atl¨¢ntico sin necesidad de motor, con la ¨²nica ayuda del viento. Es ?una revancha frente a la contaminaci¨®n de los aviones y del supers¨®nico Concorde?.

Los cr¨ªticos del mencionado supers¨®nico no han sido m¨¢s r¨¢pidos que los publicitarios de este avi¨®n ultramoderno. La divisi¨®n francesa del Concorde ha organizado el viaje de regreso de los aeronautas, que en esta ocasi¨®n invertir¨¢n poco m¨¢s de tres horas en ir de Par¨ªs a Washington. La traves¨ªa, adem¨¢s, no les costar¨¢ nada, porque la firma Concorde los invita a este corto y confortable viaje.