El espect¨¢culo de la cat¨¢strofe
El ¨²ltimo g¨¦nero inventado por Hollywood, el cine catastr¨®fico, es tambi¨¦n el g¨¦nero m¨¢s limitado. Sin embargo, lo que en principio se tuvo por una moda pasajera, se ha asentado con una estabilidad incomprensible, que para s¨ª quisieran otros g¨¦neros m¨¢s abiertos. Por lo cual las cat¨¢strofes filmadas nos llueven con una asiduidad m¨¢s que sospechosa. ?Cu¨¢l es el secreto? Quiz¨¢ que estos filmes ofrecen algo que cada d¨ªa falta m¨¢s en el cine actual: espect¨¢culo. Quiz¨¢ tambi¨¦n que en todos ellos el terror sobreviene al fallar alguno de esos monstruos del progreso en cuyas manos nos encontramos. Ofrecen, pues, el rostro actualizado, cotidiano y cre¨ªble del miedo.Un esquema se repite con martilleante insistencia: una m¨¢quina falla. Un grupo de hombres son atrapados. Operaci¨®n rescate. Confrontaci¨®n de las actitudes de los que est¨¢n fuera y dentro del peligro...
Gray Lady Down
Direcci¨®n: David Greene. Gui¨®n: James Whittaker, Howard Sackler y Frank P. Rosemberg, basado en la novela ?Event 1000?, De David Lavallee. Fotograf¨ªa: Steven Larner. M¨²sica: Jerry Fielding. Int¨¦rpretes: Charlion Heston, David Carradine, Stacy Keach, Ned Beatty, Stephen McHattie y Ronn y Cox. Norteamericana, 1977. Local de estreno: Palafox.
Alerta roja: Neptuno hundido no aporta, argumentalmente, nada que se desv¨ªe del esquema anterior. Su espectacularidad es relativa. Sin embargo, nos encontramos ante un filme m¨¢s trabajado de lo habitual. Probablemente el mejor filme-cat¨¢strofe desde El enigma se llama Juggernaut, de Lester. En esta ocasi¨®n se trata de un submarino nuclear, con una tripulaci¨®n de cuarenta hombres, hundido cerca de la costa de Nueva Inglaterra. Sin embargo, el filme de David Greene, pese a su evidente comercialidad, est¨¢ realizado con un m¨ªnimo de concesiones. Se trata de un filme duro, sobrio, realizado con algo m¨¢s que correcci¨®n. Las relaciones entre los miembros de la tripulaci¨®n del submarino, as¨ª como las que se crean entre el mando de la operaci¨®n de rescate y un indisciplinado, pero eficaz, ingeniero est¨¢n descritas con acierto, sin trucos. Al final, un cobarde se vuelve h¨¦roe, el personaje m¨¢s simp¨¢tico es sacrificado, el culpable se salva.... en fin, un happy end bastante singular para lo que este tipo de cine suele ofrecernos. Quiz¨¢ los amantes de los efectos especiales desmadrados no encuentren aqu¨ª la rebuscada espectacularidad habitual, pero los amantes del cine a secas encontrar¨¢n una historia bien construida, llena de tensi¨®n y emoci¨®n perfectamente dusificadas y unos actores maravillosos: Stacy Keach, David Carradine y Charlton Heston (tambi¨¦n).
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