Los problemas del sha
EL CAMBIO de Gobierno en Ir¨¢n supone un intento del sha para remediar el estado de agitaci¨®n que reina en el pa¨ªs y responde a las continuas presiones ejercidas por los conservadores religiosos y la oposici¨®n progresista. Desde noviembre de 1977, Ir¨¢n ha vivido en un clima de tensi¨®n permanente, que culmin¨® en el incendio provocado en un cine de Abadan, que caus¨® casi cuatrocientos muertos.La inquietud ha sido movida tanto por el descontento ante la modernizaci¨®n, que pon¨ªa en entredicho las creencias religiosas y los privilegios del clero, como ante una pol¨ªtica autoritaria, que vedaba violentamente el uso de las libertades. Por uno y otro motivo, el sha ha acabado por tener frente a s¨ª a los conservadores religiosos y los progresistas pol¨ªticos, ambos con gran capacidad de convocatoria y unidos en las protestas. Demasiados enemigos para un r¨¦gimen no s¨®lidamente asentado y que, por ello mismo, se ha visto obligado a pactar; en el pasado mes de junio se destituy¨® al general Nassiri, jefe del Savak (servicio secreto), que tambi¨¦n fue disuelto, y fueron anunciadas elecciones generales con participaci¨®n limitada de los partidos y prohibici¨®n de concurrir al Partido Comunista.
La continuaci¨®n de los incidentes, no aplacada por los primeros anuncios de liberalizaci¨®n, ha provocado la aceleraci¨®n de la reforma, as¨ª como la destituci¨®n del gastado Gobierno de Amuzegar. El nuevo primer ministro, Jaafar Shariff-Emami, hasta ahora presidente del Senado, ha anunciado medidas para tranquilizar a los sectores religiosos (apertura de escuelas de teolog¨ªa y provisi¨®n de becas, financiaci¨®n de nuevas mezquitas y vuelta al calendario mahometano), pero tambi¨¦n la aprobaci¨®n de los partidos pol¨ªticos. Tiene estrechas relaciones con el clero, pero ha puesto buen cuidado m pedir la colaboraci¨®n de todo el pueblo ?para combatir los peligros que amenazan a nuestra naci¨®n?.
Los peligros de Ir¨¢n son, efectivamente, grandes y relacionados con un amplio abanico de problemas, sin que quepa olvidar entre ellos los que se refieren a la delicada situaci¨®n internacional del pa¨ªs por su situaci¨®n geogr¨¢fica, su pol¨ªtica de alianzas y sus formidables compras de armamentos. Debido a ello, la inestabilidad iran¨ª ha sido mirada con especial preocupaci¨®n por Estados Unidos, Arabia Saudita y China, pa¨ªses que no permitir¨ªan que Ir¨¢n se desangrase en una guerra civil o que cayese en la ¨®rbita sovi¨¦tica.
El r¨¦gimen del sha ha llegado a ser m¨¢s apoyado por sus aliados internacionales que por su propio pueblo. Tanto por sus ataques a la tradici¨®n religiosa, como por su negaci¨®n de los derechos humanos, el Gobierno del sha se encontraba en un camino obstruido por una protesta incesante y una intransigencia gubernativa ante la misma. El sha, extremadamente celoso de sus prerrogativas, se ha visto forzado por los hechos a reformas que alivien, si quiera moment¨¢nea y formalmente, la situaci¨®n interna de su r¨¦gimen.
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