Otra vez Castilblanco

?EL PAIS ha encontrado un procedimiento, tan ingenioso como turbio, de excusar al sistema pol¨ªtico de la ola de sangre que cubre nuestra geograf¨ªa: echar la culpa a la polic¨ªa de que sus miembros sean impunemente asesinados. Vienen, inevitablemente, a la memoria aquellos vergonzosos sucesos de Castilblanco, en diciembre de 1931, con un Gobierno republicano-socialista en el poder, en los que, tras asesinar bestialmente las horas marxistas a cuatro guardias civiles, una individua, llamada la "Machorra",orin¨® sobre los cad¨¢veres.Si la ¨¦tica no obligara a defender el honor de unos dignos servidores del Estado, que se han convertido en v¨ªctimas predilectas de cuadrillas terroristas, que cre¨¦ieron en medio del apoyo y la simpat¨ªa de grupos pol¨ªticos que hoy, por medio del consenso, participan en el poder, bastar¨ªa se?alar las propias contradicciones del editorial de EL PAIS para demostrar su falta de fundamento. Asegura que ?s¨®lo en el Pa¨ªs Vasco, y en grado cada vez m¨¢s reducido, cabr¨ªa localizar segmentos de poblaci¨®n donde las heridas, todav¨ªa no cicatrizadas, de la represi¨®n pueden llegar a identificarse con esos actos criminales?. El hecho de denominar ?represi¨®n?, con intenci¨®n descalificadora, la lucha que la polic¨ªa sostuvo en el Pa¨ªs Vasco contra las bandas de asesinos que hoy cometen los mismos asesinatos que ayer, demuestra la confusi¨®n a que lleva el sectarismo pol¨ªtico (... ).

De nuevo EL PAIS hace gala de doble conciencia, al calificar de antidemocr¨¢tica la lucha anterior de Conesa contra el terrorismo y censurarle ahora porque no logra, en ese mismo campo, los resultados que antes ( ... ).

EL PAIS llega a la cumbre de sus contradicciones, pues ser¨ªa aventurado atribuirlo a mala memoria cuando dice que "el nuevo marco democr¨¢tico ha restringido de manera impresionante los comportamientos delictivos de naturaleza pol¨ªtica, ha privado de soporte social y popular a quienes infringen la legalidad con pretendidos motivos pol¨ªticos". ?Acaso ha olvidado el triunfalismo con que se han rendido honores p¨²blicos a terroristas muertos en choque con la fuerza p¨²blica, incluso cuando en ellos hab¨ªa muerto alg¨²n polic¨ªa? ?Es que no se han o¨ªdo en el Parlamento y en el Senado voces que han mostrado su solidaridad con la ETA, neg¨¢ndose a condenar sus cr¨ªmenes actuales, esos que, seg¨²n EL PAIS, carecen de "soporte social y popular"? (... ) ?Para qu¨¦ clase de lectores piensan que escriben los editorialistas de EL PAIS?

La respuesta a sus acusaciones queda perfectamente hecha en el comunicado dado a la prensa por la Asociaci¨®n Profesional de Funcionarios de Polic¨ªa, tras los asesinatos del lunes. En el marco de la nueva democracia, en que cualquier grupo profesional se le deja defender, a veces con medios que rebasan la legalidad, sus propios problemas, ser¨ªa injusto no querer o¨ªr lo que los miembros de la polic¨ªa piensan de una situaci¨®n de la que son v¨ªctimas, aunque EL PAIS quiera hacerlos culpables ( ... ).

Nada importa lo que la asociaci¨®n denuncie. EL PAIS, al decir que "la polic¨ªa tiene, sin duda, una responsabilidad sobre todo esto", escupe sobre el dolor que unos hombres de bien manifiestan por sus muertos. Algo que no hab¨ªa vuelto a verse desde Castilblanco.

31 agosto