Tres en el primer acto electoral de UCD

La Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico ha iniciado ya su campa?a de cara a las pr¨®ximas elecciones municipales. La localidad madrile?a de Alcal¨¢ de Henares ha sido el escenario elegido para este primer acto electoral. La presencia de tres ministros y gentes del espect¨¢culo vinculadas al partido gubernamental, junto a una ?amable invitaci¨®n a la prensa a desalojar la sala? fueron las notas predominantes del acto.En primer lugar se realiz¨® un coloquio entre los empresarios de Alcal¨¢ de Henares y Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n ministro de Industria. A ¨¦l se hab¨ªa invitado previamente a la prensa. Sin embargo, una vez iniciado el coloquio, y con base en que era deseable que ¨¦ste se desarrollara entre ?colectivos homog¨¦neos?, fueron invitados a salir, primero, los miembros del PTE que all¨ª se encontraban, hasta que, posteriormente, el responsable local de UCD en Alcal¨¢ extendi¨® la ?amable invitaci¨®n? a los periodistas.

Hacia las diez de la noche se inici¨® una cena. Esta estaba planteada con el fin de recaudar fondos econ¨®micos para el partido. Cada comensal desembols¨® 1.500 pesetas. La mesa principal estaba presidida por el ministro de Sanidad, se?or S¨¢nchez de Le¨®n; el ministro de Obras P¨²blicas, se?or Garrigues, y el de Industria, se?or Rodr¨ªguez Sahag¨²n. Los ministros utilizaron desde el primer momento un tono festivo y bromista cuando hablaban entre ellos y cuando se dirig¨ªan a todas las personas que se hallaban en la sala. Los chistes y mutuas alabanzas no cesaron en toda la noche. ?No hay nadie m¨¢s a la derecha que t¨², Joaqu¨ªn?, le dec¨ªa, por ejemplo, Rodr¨ªguez Sahag¨²n a Joaqu¨ªn Garrigues.

M¨¢s tarde, los ministros insistieron en frases ya ?famosas? de la anterior campa?a electoral: ?Si la UCD no existiera habr¨ªa que inventarla?, ?estaremos en el poder un m¨ªnimo de cincuenta a?os?, y otras semejantes. Tras la cena se dijo a los comensales que cada uno pod¨ªa formular cinco preguntas a cada uno de los ministros. Luego, por razones de tiempo, muchas se suprimieron y algunas de las restantes fueron respondidas s¨®lo cuando los ministros las consideraban de inter¨¦s general.