Otras soluciones

Seg¨²n era de esperar no hubo avenencia entre la AFE y la Federaci¨®n en el punto del l¨ªmite de edad para jugar en Tercera Divisi¨®n. La lucha vuelve a ser abierta y el futuro se presenta bien triste ante posturas tan dispares. Lo peor que puede ocurrirle al f¨²tbol espa?ol es que se lleguen a producir vencedores y vencidos. Nunca es bueno por las llagas producidas, y ese es el camino que lleva el asunto con la tozudez de Pablo Porta. En esta vida -y menos en la que empezamos a tener ahora en Espa?a- siempre sirve m¨¢s una mano izquierda bien templada que un autoritarismo. Porta parece algunas veces practicar lo primero, pero siempre lo segundo.Nadie duda -ser¨ªa pueril- que el futuro del balompi¨¦ en este pa¨ªs, si quiere mejorar su calidad, debe estar en el cuidado de la cantera. El l¨ªmite de edad en ese sentido es beneficioso. Beneficioso, pero no la panacea universal, como se ha demostrado. La verdadera soluci¨®n s¨®lo podr¨ªa ser, por ejemplo, una liga sub-23 al estilo de la que se ha iniciado en la RFA y fomentar m¨¢s el campo infantil y juvenil. Laboralmente, por mucho Mundial-82 que se atisbe, no se puede prohibir jugar donde quiera al jugador que a¨²n sirva para un club. Buena parte de culpa de que esos mismos clubs todav¨ªa paguen cantidades incre¨ªbles en Tercera a ciertosjugadores -aunque sean minor¨ªa- la tiene el propio estamento federativo. Al permitir un profesionalismo absurdo, que normalmente no da para vivir, en lugar de un amateurismo con compen saciones sin m¨¢s, ha provocado tambi¨¦n la trampa de los amateurs ?veteranos? recalificados -antes profesionales-, a los que luego no pagan los clubs.

Si la Federaci¨®n se sigue negando a tramitar fichas de m¨¢s de dos jugadores mayores de veintitr¨¦s a?os por club, en lugar de buscar otras soluciones como la apuntada, volver¨¢n, l¨®gicamente, los problemas y, lo que es m¨¢s grave, no se mejorar¨¢ tampoco nada cara al Mundial-82.