Pilar Mir¨® responde a Federico Ysart

?Qu¨¦ graciosa es la carta de Federico Ysart publicada el domingo pasado! Cuando he terminado de leer sus alegatos democr¨¢ticos, sus dudas sobre una censura oficial en TVE y su denuncia, en cambio, de ?censuras paralelas?, no me lo pod¨ªa creer. Aunque las pol¨¦micas son in¨²tiles y no debe abusarse ni de los peri¨®dicos ni de sus lectores, creo que en este caso el tema de fondo puede resultar ¨²til para todos al tratar sobre los usos habituales en TVE y hasta sobre la incapacidad de algunos responsables de ella para entender simplemente el significado de palabras que les deb¨ªan resultar tan familiares, como ?censura? y ?manipulaci¨®n?.Censurar y manipular fue lo que hicieron el se?or Ysart y alg¨²n otro ?jefe? de TVE con las intervenciones de miembros del PSOE en el espacio ?Di¨¢logos constitucionales?. Y, evidentemente, como ¨¦l dice muy bien, ah¨ª est¨¢n -estaban-las cintas. La historia fue as¨ª y ustedes juzguen:

1. Al grabarse las entrevistas realizadas por Federico Ysart, los responsables del programa aseguraron a los participantes en el mismo que sus intervenciones no ser¨ªan alteradas sin su previo conocimiento y aceptaci¨®n.

2. Escasas horas antes de emitirse el primero de los espacios se solici¨® de un ?responsable circunstancial? de TVE -el subdirector de los servicios informativos, exactamente- la autorizaci¨®n para visionar el programa. Concedida ¨¦sta sin ning¨²n inconveniente, observamos con sorpresa que la palabra dada no se hab¨ªa cumplido y -casualmente- se hab¨ªan mutilado algunas de las respuestas de los representantes del Partido Socialista.

3. Comprobada esta censura y esta manipulaci¨®n se solicit¨® del ¨²nico jefe de TVE presente en la casa ese d¨ªa -al que seguiremos llamando, con la definici¨®n del se?or Ysart, ?responsable circunstancial?- que adoptase las medidas oportunas para que el programa se emitiera con las entrevistas tal y como quedaron grabadas. Todas las llamadas telef¨®nicas efectuadas desde el propio despacho del ?responsable circunstancial? fueron in¨²tiles. Ni el se?or Ysart ni el se?or Buhigas pudieron ser localizados en sus domicilios, ni tampoco en el caso del se?or Ysart en su otro centro de trabajo, o sea, la Vicepresidencia del Gobierno para Asuntos Econ¨®micos. En la ausencia por vacaciones del director general de RTVE y del director de los servicios informativos de TVE, el mismo ?responsable circunstancial? consult¨® telef¨®nicamente la decisi¨®n a adoptar con el subdirector general de RTVE, se?or Ezcurra, al que personalmente me niego a calificar a su vez de ?responsable circunstancial? por motivos obvios. El se?or Ezcurra decidi¨® que se emitieran las entrevistas sin cortes, siempre y cuando yo asumiera la responsabilidad t¨¦cnica de una emisi¨®n correcta.

Y eso fue todo. El se?or Ysart debi¨® observar desde su casa c¨®mo el programa del que era director no se emit¨ªa seg¨²n ¨¦l lo hab¨ªa dejado listo para su puesta en antena. No hubo reacci¨®n. Tampoco la hubo despu¨¦s de ser emitidos los tres programas siguientes en los que se repiti¨® la historia. Evidentemente ese director de peri¨®dico al que pretende compararse el se?or Ysart nunca hubiera permitido, sin reacci¨®n inmediata, responsable y airada, Ia modificaci¨®n de su primera p¨¢gina, y desde luego no se hubiera enterado de los cambios un mes despu¨¦s y a trav¨¦s de un reportaje en otro medio informativo.

No quiero terminar sin aclarar, muy especialmente al se?or Ysart, que velar por la integridad de unas declaraciones pol¨ªticas nunca pue de ser calificado como censura, si no como leg¨ªtima defensa ante una agresi¨®n, esa s¨ª -la suya-, partidista. Y tambi¨¦n que yo, a mi militancia pol¨ªtica y a mis consideraciones profesionales, que por supuesto reitero, lo que antepongo es mi honestidad personal y mi respeto por la libertad.