Gran tarde del Ni?o de Aranjuez en Cercedilla

El Ni?o de Aranjuez ha tenido una gran tarde en esta plaza. Se ha mostrado como un torero que, por fin, parece cuajar. Hay calidad en su toreo, variedad y algo importante: cada d¨ªa perfecciona m¨¢s la suerte de matar. La forma en que mat¨® sus dos toros vale por toda la corrida. Se perfil¨® en corto, atac¨® por derecho y baj¨® la mano, la mirada siempre fija en el morrillo del toro. Fue una l¨¢stima que la estocada al quinto quedara unida, por lo hermoso de la ejecuci¨®n. Tore¨® con gusto y temple a la ver¨®nica a sus dos toros; falt¨® el remate obligad o de la media ver¨®nica. Hizo de muleta dos faenas muy finas, y con variedad en los remates y pases de adorno. Del tercero destacaron unos naturales y en el quinto los derechazos y el de pecho. Torear con entrega y sin concesiones a la galer¨ªa en un ambiente festivo no es usual hoy d¨ªa; por eso el gran m¨¦rito del Ni?o de Aranjuez.El ambiente alegre y poco taurino de las pe?as de mozos y mozas no debi¨® agradarle a Andr¨¦s V¨¢zquez, el maestro de Villalpando. V¨¢zquez traste¨® a sus dos toros por la cara, desahogado, pero precavido. Su primer toro sali¨® al ruedo con unos pitones que parec¨ªan afeitados a hachazos, indigno hasta para rejones. Los mozos cantaron aquello de ?el barbero se ha pasao? y lo tomaron a chufla.

Tom¨® la alternativa Juan Rafael, un hombre con cierta veteran¨ªa y pocas novilladas en su haber. Acus¨® la natural falta de sitio, pero en el de la alternativa estuvo, valeroso y sac¨® alg¨²n derechazo o natural de buen trazo. Al sexto lo banderille¨® voluntarioso y puso un aceptable par al quiebro en los medios. El toro, de gran trap¨ªo y pavorosas defensas, lleg¨® dif¨ªcil y nada pudo hacer en la muleta.