La alternativa democr¨¢tica y socialista
Ex senador socialista chilenoSobre Chile se ha escrito bastante, se ha dicho mucho que nosotros intentamos construir el socialismo en la democracia, yo dir¨ªa que esa es una forma equivocada de se?alar una buena idea. Lo que nosotros intentamos fue desarrollar la propia institucionalidad de la burgues¨ªa chilena pero en beneficio de la democracia, no para impedirla o ahogarla, como hasta entonces hab¨ªa sucedido. Porque lo que en Chile exist¨ªa, y lo que existe en muchos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina no era una democracia, sino la mera formalidad de ella. Y cuando intentamos convertirla en aut¨¦ntica democracia demostr¨® su debilidad: no pudo soportar servir al pueblo porque hab¨ªa sido creada para oprimirlo, y se quebr¨® violentamente.
Luchamos durante una vida entera por cambiar las condiciones de explotaci¨®n de nuestro pueblo entregando un programa socialista para Chile, y fuimos consecuentes en ponerlo en marcha. Las medidas que tomamos durante el Gobierno de Salvador Allende hirieron intereses demasiado poderosos y significaron un peligroso ejemplo para muchos pa¨ªses explotados en el mundo. Nuestra aspiraci¨®n de bienestar, libertad e independencia se transformaron en un mal contagioso para las compa?¨ªas trasnacionales y para las burgues¨ªas de muchos pa¨ªses, obvio para la nuestra. Cuando descubrieron que con sus propias leyes, con sus propios parlamentos, con sus propias instituciones est¨¢bamos haciendo democracia tuvieron que recurrir a la violencia y repudiar sus propias creaciones. Entonces se desesper¨® la conjura de la ITT, con Nixon, de la Anacondao la Kennecot Cooper C-, con los clanes m¨¢s privilegiados de Chile. Dieron el golpe de Estado, el m¨¢s sangriento que haya conocido Am¨¦rica del Sur, y es explicable porque se trataba de terminar la m¨¢s hermosa y seria experiencia de socialismo intentado en esas latitudes.
Hoy, dentro de las duras condiciones de represi¨®n que afectan a Chile, cada d¨ªa hay mayores muestras de un trabajo activo y organizado que la dictadura no puede sino impedir parcialmente. Fundamentalmente, es a nivel de las organizaciones obreras y de trabajadores en general donde se est¨¢ gestando el cambio profundo del r¨¦gimen chileno. La unidad de todo el pueblo para terminar con la dictadura es el v¨¦rtice movilizador, pero sin abandonar el contenido socialista del proyecto pol¨ªtico al que los trabajadores aspiran. Nuestra alternativa est¨¢ vigente hoy, m¨¢s que nunca. Hemos aprendido muchas lecciones y puede decirse que hoy los socialistas chilenos somos m¨¢s comprensivos, m¨¢s abiertos al di¨¢logo, m¨¢s dispuestos a entender y respetar la voluntad de las mayor¨ªas y a caminar con voluntad y fe las etapas que el desarrollo del proceso chileno nos vaya se?alando. Estamos trabajando con seriedad y lealtad absoluta en la consolidaci¨®n de la unidad de los chilenos, en la restauraci¨®n del di¨¢logo democr¨¢tico y la reconquista de la patria. Fieles a nuestra esencia, sentimos que no podemos vivir sin libertad y luchamos por ella en cualquier lugar que nos encontremos.
En Chile el pueblo se moviliza por cambiar el fondo, las estructuras de un sistema que le irrita, que le oprime y explota, y no por un mero cambio de fachada. Otros podr¨¢n pensar as¨ª, no los socialistas chilenos. Esto tampoco significa que nos neguemos al di¨¢logo y a la unidad con quienes, formando parte de ese mismo pueblo, piensan de manera distinta a nosotros. Por el contrario, nuestro prop¨®sito es crear la unidad e impulsar el esfuerzo com¨²n, desde posiciones de franqueza y honestidad que permitan una verdadera s¨ªntesis dial¨¦ctica de las posiciones pol¨ªticas enjuego y sienten bases duraderas y permanentes de unidad entre los trabajadores chilenos. Nuestra vocaci¨®n y nuestro proyecto es socialista y esa es la mejor garant¨ªa de su car¨¢cter democr¨¢tico.
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