Un Pasolini optimista y vital
?Soy al¨¦rgico a la civilizaci¨®n tecnol¨®gica, a nuestro mundo demasiado racional. ?Y qu¨¦ me queda sino la posibilidad de expresar el reflejo del pasado??(P.P. Pasolini)
Entre 1970 y 1974, Pier Paolo Pasolini rod¨® El Decamer¨®n. Los cuentos de Canterbury y Las mil y una noches, que ¨¦l mismo agrup¨® bajo el com¨²n t¨ªtulo de Trilog¨ªa de la Vida, ?aunque es est¨²pido hablar de trilog¨ªa; se trata de un mismo filme separado en cap¨ªtulos?. En ¨¦l, el Pasolini revolucionario, discutido, pol¨¦mico, provocador, torturado, conflictivo, etc¨¦tera, de Teorema, Porcile y Accatone deja paso a otro: m¨¢s relajado, sereno y vital, aparentemente m¨¢s simple, mucho menos pretencioso. Pasoli ni, huyendo antes que nada de s¨ª mismo, se lanza a la busca de un len guaje directo, popular, vivo. Las tres pel¨ªculas que componen la Trilog¨ªa son un espect¨¢culo intencionadamente primitivo, un viaje a unas civilizaciones arcaicas, pero ricas y refinadas, en las que la cultura no pose¨ªa el sentido tr¨¢gico que tiene en los tiempos modernos, un canto a la vida alegre, desenfadado y vital, un monumento al cuerpo y al sexo realizado con una inocencia desconocida en ¨¦l desde su obra maestra La Terra vista dalla Luna, su sketch del filme Las Brujas.
Las mil y una noches (Il fiore delle mille e una notte)
Gui¨®n y direcci¨®n: Pier Paolo Pasolini. Fotograf¨ªa. Giusepp Ruzzolini. M¨²sica: Ennio Morricone. Int¨¦rpretes: In¨¦s Pellegrini, Tessa Bouche, Ninetto, Davol¨ª, Franco Citti y Franco Merli. Italo-francesa, 1974. Locales de estreno: Palace, Rosales y Bah¨ªa.
Las mil y una noches, tercera y ¨²ltima parte de la trilog¨ªa, es tambi¨¦n la mejor. Con un estilo a caballo,entre las influencias de Jean Rouch y el Rossellini de Francesco, giulare di Dio, Pasolini ha filmado el pasado sin la p¨¢tina habitual de las recreaciones, como si el cine existiera en la ¨¦poca de su relato, es decir, con una c¨¢mara salvaje, naif, pura, con una est¨¦tica documental y una escritura que huye de la elaboraci¨®n y los prejuicios, incurriendo con ello en otra forma de sofisticaci¨®n. El no-estilo perseguido por Pasolini a base de una planificaci¨®n atropellada, pero bella, y de un montaje rebuscadamente descuidado no hace sino reforzar su presencia de h¨¢bil narrador. Las historias contadas por Pasolini se esconden unas dentro de otras y todas est¨¢n contenidas en la historia de Nur ed Din y la escalava Zumurrud. La sencillez de este filine solo es aparente y no cabe duda (le que, narrativamente, Teorema es un juego fr¨ªo de amateur comparado a la complejidad retozona de Las mil y una noches. Nunca Pasolini hab¨ªa llegado tan lejos en la investigaci¨®n de las relaciones entre el realismo y lo fant¨¢stico, en la utilizaci¨®n de las mitolog¨ªas populares y de su recurso m¨¢s frecuente, vital e ignorado: el humor. Un humor que impregna desde el sano exhibicionismo de todo el filme hasta el tratamiento de los rostros de sus actores. Pasolini busca provocar la risa, pero tambi¨¦n filmarla, como la m¨¢s primitiva, subversiva y radical expresi¨®n del hombre. El ritmo es descuidado, la ambientaci¨®n llena de conscientes a nacronismos y la comicidad echa mano del splastick a la americana en numerosas ocasiones. Nunca Pasolini ha querido ser tan mayoritario y asequible, por eso recurre al cuento, la forma narrativa m¨¢s universal. Y con Las mil y una noches consigue su filme m¨¢s tierno, fresco y alegre. Y el m¨¢s bello pl¨¢sticamente. Ello se debe a una postura ante el paisaje absolutariente personal y original. En este sentido, Las mil y una noches prosigue el trabajo ya iniciado en Sopraluoghi in Palestina, Edipo Re, Appunti per un film sull' India, Medea y Appunti per un Orestiade Africana, filmando los escenarios naturales localizados en Etiop¨ªa, Yemen y Nepal con el rigor y la soItura de un documental.
La Trilog¨ªa de la Vida supone un fagaz intermedio optimista en la obra pasoliniana. Pero tras el Fara¨ªso vendr¨¢ el Infierno. Sal¨® o los 120 d¨ªas de Sodoma, su ¨²ltimo, peor y m¨¢s escandaloso filme, cerrar¨¢ la obra de Pasolini como un sangriento broche final hecho de desesperaci¨®n y tragedia.
Babelia
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