Vuelven las se?oras
Nada, bueno, pues eso, que vuelven las se?oras, o sea como cuando Franco, que el franquismo fue un matriarcado, en el fondo, para qu¨¦ vamos a enga?arnos, y nadie ha estudiado el franquismo desde ese punto de vista, pero yo lo he estudiado y me sale.A ver si don Ricardo de la Cierva lo investiga tipo fasc¨ªculo, o Tu?¨®n de Lara nos lo explica en serio. La se?ora por antonomasia, en aquella se?oracracia, era la de Franco, claro, la superse?ora, pero he aqu¨ª que todas las dem¨¢s se?oras del R¨¦gimen, Sistema, Movimiento, Cruzada o cosa, se sent¨ªan tambi¨¦n un poco en su Pardo y ve¨ªan como encinares los geranios de la terraza, y como venados los perros de aguas, cuando cog¨ªan el tel¨¦fono, por la ma?ana, y todav¨ªa en rulos, en diadema de rulos de emperatrices de provincias, llamaban a Televisi¨®n Espa?ola, al director de un peri¨®dico, al que llevaba la cosa del cine, la censura o lo que fuese, para protestar por la indecencia que hab¨ªan visto la noche anterior, ?que es que mi marido no se sac¨® siete medallas en Bruonete para esto, oiga?.
Una vez, en un club nocturno, Tico Medina estaba entrevistando al cantante Ismael, que ven¨ªa de Par¨ªs a derrocar el R¨¦gimen golpe a golpe, verso a verso, e Ismael dijo cara al p¨²blico que ¨¦l no cantar¨ªa donde estuviese la se?ora de negro, y Tico Medina, muy h¨¢bilmente, no salv¨® a todos en aquella sala que se hab¨ªa que dado de hielo, sin refrigeraci¨®n ni nada:
-Ismael, como es l¨®gico, se refiere a la censura. Sigamos, Ismael.
Pero todos sab¨ªamos qui¨¦n era la se?ora de negro, y he aqu¨ª que el matriarcado franquista tambi¨¦n conocido como conspiraci¨®n de las fajas, que mantuvo efectivamente fajados el arte, la cultura y el pensamiento, en Espa?a, vuelve ahora, cuando menos lo pod¨ªamos esperar, y cierra el teatro del Pr¨ªncipe.
Me dicen que ha sido la se?ora Fanjul. ?Vota Fanjul, vota eficacia?, era aquel lema que andaba por las traseras madrile?as hace unos a?os, en una especie de desmadre franquista que sac¨® elecciones para concejales o cosa as¨ª. Yo no s¨¦ si los madrile?os votaron Fanjul, pero lo de la eficacia era verdad, y el se?or Fanjul es hoy alta y merecida magistratura de la naci¨®n, por m¨¢s que los gamberros de izquierdas arranc¨¢bamos ajirones sus carteles, dejando al candidato en pantera de rayas.
Todo lo cual no obsta para que la se?ora de Fanjul, seg¨²n se dice hoy en los mentideros madrile?os y escalinatas de San Felipe, haya ido distra¨ªdamente al teatro del Pr¨ªncipe y, topando con el desnudo en canela de Sandra Alberti, con los otros desnudos de varios sexos y con la literatura del texto, que es o era de aqu¨ª te espero, saliese del teatro dispuesta a cortar el desm¨¢n, como si aqu¨ª no hubiera pasado nada.
Tampoco les puedo decir a ustedes si directamente o por marido interpuesto, pero lo cierto es que, al parecer, la se?ora de Fanjul ha conseguido cerrar o que cierren el teatro del Pr¨ªncipe, haciendo as¨ª de oro el desnudo de pomelo de Sandra Alberti, que no era sino un desnudo m¨¢s, l¨¢mpara de mujer, entre los que iluminan Madrid entre dos luces. ?Qu¨¦ es la gran derecha Fraga/Torcuato sino una gran se?ora que quiere volver?
Trascendiendo siempre la an¨¦cdota a categor¨ªa, como me ense?ara D'Ors mientras pas¨¢bamos durante tres horas por el museo del Prado, quiero decir que yo no tengo nada contra la se?ora de Fanjul ni contra el ilustr¨ªsimo se?or Fanjul, y que lo de arrancarle los carteles fue cosa de la edad (de la Edad Media en que viv¨ªamos), pero que el dato me parece alarmante por cuanto est¨¢ claro que vuelven las se?oras y que esta ma?ana, seg¨²n mis noticias, hab¨ªa ministras y subsecretar¨ªas (no s¨¦ si tambi¨¦n subsecretarias, con acento) cogidas al tel¨¦fono f¨¦rrea mente y prohibiendo cosas a toda pastilla, por r¨ªo ser menos que la se?ora de Fanjul, por volver a ser un poco la se?ora del Pardo y, sobre todo, porque ya est¨¢ bien de ense?ar la celeste carne de mujer cuando una, ni siquiera ha le¨ªdo a Rub¨¦n y, encima, est¨¢ francamente gorda.
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