La curia "filtra" a la prensa sus candidatos
?Qui¨¦n ser¨¢ el nuevo Papa? Faltan s¨®lo tres d¨ªas para que los 112 cardenales de todo el mundo se re¨²nan en c¨®nclave para la elecci¨®n del nuevo sucesor del Pescador de Galilea. Es el segundo c¨®nclave en el espacio de dos meses. Hace tres siglos que no suced¨ªa una cosa semejante. Es la primera vez en la historia que tantos cardenales de tantas naciones diversas se conocen muy bien porque nunca los cardenales hab¨ªan viajado tanto como en estos ¨²ltimos a?os. El ¨²ltimo Papa, elegido hace s¨®lo algunas semanas, fue aclamado casi por unanimidad, como afirman los cardenales.
?La Iglesia ha dado un maravilloso ejemplo de unidad?, declar¨® a la salida del c¨®nclave el cardenal Benelli. Pues, a pesar de todo, ?a tres d¨ªas del c¨®nclave navegamos todos en un mar de incertidumbres?, dijo ayer a ?L PAIS Giancarlo Zizola, considerado un experto internacional en problemas vaticanos. Es cierto que esta vez algunos cardenales han hablado m¨¢s que otras veces. Incluso algunos han propuesto candidatos, Jubany propuso a Arris, el progresista cardenal brasile?o, quien, a su vez, propuso al africano Gant¨ªn, que es el presidente de la comisi¨®n pontificia Justicia y Paz. El cardenal de Praga, Tomasek, dijo ayer que votar¨¢ por el argentino Pironio. Existen despu¨¦s las candidaturas suspendidas por la curia. Muchas veces se sirven de periodistas amigos. Sobre todo desde que el negro Gantin, con ese candor cl¨¢sico de los africanos, declar¨® a un diario romano que muchos de los cardenales del Tercer Mundo se hacen una idea de los candidatos ?leyendo los peri¨®dicos italianos?.
Pastor y curial
Por ejemplo, los progresistas piden un Papa pastor como Luciani, pero con mayor experiencia de curia. Se empieza a hablar del argentino Pironio, que ser¨ªa una candidatura ideal como, al parecer, indic¨® ¨¦l mismo. Se habla del cardenal de Palermo, monse?or Pappalardo, que posee las dos cualidades y enseguida se informa que ?es duro con sus hermanos sacerdotes?. Ayer se hablaba insistentemente en ambientes muy bien informados que ya el domingo el cardenal Siri, arzobispo de G¨¦nova, pod¨ªa contar esta vez en la primera votaci¨®n con cincuenta votos. La vez anterior, Siri obtuvo el mayor n¨²mero de votos al primer escrutinio, veinticinco. Y se sabe que la candidatura de Luciani fue un compromiso: le votaron hasta los progresistas para evitar que aumentara la candidatura Siri, que es el heredero de P¨ªo XII, inteligente pero conservador por antonomasia. Cuando se recuerda que Siri en realidad no es ni pastor ni curial, sino s¨®lo un pol¨ªtico, se responde en seguida que Siri es un hombre de pulso, inteligente, que se ha de mostrado ¨²ltimamente muy inde pendiente. En una entrevista dijo: ?No soy ni conservador ni progresista?, y a?adi¨® que la Iglesia debe defender su patrimonio doctrinal y su unidad. Lanz¨® una mano a los moderados: ?La Iglesia no puede quedar inm¨®vil ante un mundo que cambia, pero debe ser prudente en sus cambios porque se est¨¢n moviendo columnas que no se tocaban desde hace milenios.?
Hablan ya del arzobispo de N¨¢poles, el cardenal Ursi, que es el m¨¢s parecido al papa Luciani, como una candidatura de compromiso. Se recuerda a la curia que Ursi no tiene experiencia de curia, que no es un hombre preparado internacionalmente, pero responden que N¨¢poles es una di¨®cesis grande, que Ursi est¨¢ acostumbrado a administrar con prudencia.
No basta una sonrisa
Algunos cardenales dicen que todos los cardenales en el fondo tienen experiencia curial y que ?todos los curiales son tambi¨¦n pastores?. Los alemanes, que temen mucho un italiano pastor que pueda favorecer el ?compromiso hist¨®rico?, es decir, un acuerdo entre comunistas y democristianos, han hecho saber que podr¨ªa ser elegido ?el m¨¢s pastoral de los curiales?. Una cosa parece cierta: la Iglesia tendr¨¢, dentro de unos d¨ªas, de nuevo un Papa conservador, claramente contrario a cualquier acuerdo entre cat¨®licos y comunistas. Un Papa, como dijo el franc¨¦s de la curia Garrone, que ?despu¨¦s del concilio asegure una pausa de reflexi¨®n,?, es decir, un Papa de restauraci¨®n que asegure la unidad de la Iglesia incluso a costa de eliminar las puntas extremistas a derechas y a izquierdas, un Papa que asegure la ?disciplina y la obediencia? dentro de la Iglesia, como declar¨® Confalonieri, el decano del colegio cardenalicio, que favorezca el ecumenismo, pero con ?intransigencia y rigor doctrinal?. Si es posible, que sea un hombre con ?don de gentes? como el papa Luciani. Pero ya muchos cardenales han dicho que ?la Iglesia no se gobierna s¨®lo con una sonrisa?, o que un ?Papa debe ser pastor, pero no p¨¢rroco?, o que ?un hombre con experiencia de curia no quiere decir un Papa pol¨ªtico?.
Un Papa extranjero
Muchos han hablado de un Papa extranjero, pero los electores que pesan, entre ellos alemanes y norteamericanos, quieren un italiano. Lo prefieren porque es dif¨ªcil ponerse de acuerdo acerca de un extranjero: un chileno, dicen, no votar¨ªa a un argentino, ni un alem¨¢n a un franc¨¦s. Y despu¨¦s si se nombra hoy un asi¨¢tico se estar¨¢ obligado la pr¨®xima vez a ?hacer la rotaci¨®n? nombrando a uno de otro pa¨ªs. Temen que un no italiano pueda parad¨®jicamente encontrarse con dificultades para entender el complejo mundo de la pol¨ªtica italiana. Prefieren un italiano claramente anticomunista. Piensan tambi¨¦n que un extranjero podr¨ªa incluso crear problemas teol¨®gicos, ya que se est¨¢ descubriendo cada vez m¨¢s el papel del Papa como obispo de Roma. S¨®lo una imposibilidad de ponerse de acuerdo sobre un candidato italiano podr¨ªa obligar a la b¨²squeda de un extranjero.
Entre los italianos se dan como posibles papables cada uno con sus pros y sus contra: Ursi, arzobispo de N¨¢poles; Pappalardo, arzobispo de Palermo; Colombo, arzobispo de Mil¨¢n; Poma, arzobispo de Bolonia; Benelli, arzobispo de Florencia; Pignedoli y Baggio, de la curia, y sobre todo, en este momento, Siri, arzobispo de G¨¦nova, y Poletti, vicario de Roma.
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