El desertor sovi¨¦tico Shevchenko, acusado de llevar una vida de lujo gracias a la CIA

El esc¨¢ndalo estall¨® a principios de esta semana, cuando Judy Ch¨¢vez, empleada de una empresa de Washington especializada en servicios de protecci¨®n, declar¨® que hab¨ªa recibido 40.000 d¨®lares de Arkady Shevchenko y que le hab¨ªa acompa?ado en un viaje de placer por las islas V¨ªrgenes. La se?orita Ch¨¢vez dijo tambi¨¦n que el desertor sovi¨¦tico recibe fondos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y anunci¨® que piensa escribir un libro sobre sus relaciones con Shevchenko.Seg¨²n dijo Judy Ch¨¢vez a la cadena de televisi¨®n NBC, el desertor sovi¨¦tico contrat¨® sus servicios como persona de escolta poco despu¨¦s de abandonar su puesto en las Naciones Unidas. Al principio, Shevchenko le pagaba quinientos d¨®lares (unas 38.000 pesetas) por noche, pero despu¨¦s le fij¨® un salario de 5.000 d¨®lares al mes (unas 380.000 pesetas). Adem¨¢s, el antiguo diplom¨¢tico ruso compr¨® a su acompa?ante un coche deportivo valorado en 9.000 d¨®lares y la invit¨® a un viaje a las islas V¨ªrgenes norteamericanas en El Caribe. En total, dijo Judy Ch¨¢vez, Shevchenko se gast¨® en m¨ª entre 35.000 y 40.000 d¨®lares.

La posibilidad de que los lujos del desertor sovi¨¦tico estuviesen siendo pagados, a trav¨¦s de la CIA, por el contribuyente norteamericano provoc¨® una fuerte reacci¨®n en la opini¨®n p¨²blica. El propio presidente Carter fue preguntado al respecto en la conferencia de prensa del pasado martes, y respondi¨® que si las cifras publicadas eran verdaderas se tratar¨ªa de un salario ?altamente inflacionista? y, por tanto, contrario a su pol¨ªtica.

Bromas aparte, el presidente norteamericano traslad¨® la respuesta al director de la CIA, almirante Stansfield Turner, y dijo que, seg¨²n su informaci¨®n, Arkady Shevchenko ten¨ªa bastante dinero procedente de su cuenta bancaria, la liquidaci¨®n recibida de la ONU y los adelantos pagados por varias editoriales que han contratado con el antiguo diplom¨¢tico sovi¨¦tico la publicaci¨®n de libros.

Arkady Shevchenko, 47 a?os, era el diplom¨¢tico ruso de mayor rango en las Naciones Unidas, donde ocupaba hasta abril pasado el cargo de subsecretario general para Asuntos Pol¨ªticos. Tras su repentina deserci¨®n, Shevchenko recibi¨® una falsa identidad de la CIA, que le contrat¨® inmediatamente como ?consejero? y le fij¨® un sueldo cuya cuant¨ªa se desconoce. La esposa de Shevchenko regres¨® a Mosc¨² y muri¨® all¨ª d¨ªas despu¨¦s, aparentemente al ingerir una dosis excesiva de p¨ªldoras contra el insomnio.

La deserci¨®n del alto diplom¨¢tico sovi¨¦tico, que es un experto en temas de desarme y que ten¨ªa acceso aparentemente a importantes secretos del Kremlin, provoc¨® una serie de especulaciones, entre ellas la de que hab¨ªa pedido protecci¨®n y dinero para proporcionar a Estados Unidos importantes documentos reservados. El semanario Time fij¨® el precio pedido por Shevchenko en 100.000 d¨®lares anuales a perpetuidad.

Nueva identidad

El asunto hab¨ªa ca¨ªdo en el olvido desde abril hasta que volvi¨® a ocupar la primera plana de los peri¨®dicos con las explosivas declaraciones de Judy Ch¨¢vez. Un portavoz de la CIA se?al¨® que Shevchenko es libre de hacer lo que quiera con su dinero, aunque admiti¨® que el esc¨¢ndalo obligar¨ªa a la agencia a buscar una nueva identidad falsa para el desertor y a trasladarle a otro punto de Estados Unidos distinto al ¨¢rea de Washington, donde viv¨ªa hasta ahora, bajo un nombre finland¨¦s. ?Su protecci¨®n est¨¢ garantizada principalmente por su anonimato?, dijo el portavoz de la CIA, Herbert Hetu.Cuando los rumores y especulaciones sobre el asunto Shevchenko-Ch¨¢vez llegaban a su c¨²spide, el desertor sovi¨¦tico hizo p¨²blico un comunicado, a trav¨¦s de una firma de abogados de Washington, en la que da su versi¨®n del affaire y en el que dice estar ?profundamente entristecido? por el esc¨¢ndalo.

Seg¨²n Shevchenko, cuando ¨¦l decidi¨® quedarse a vivir en Estados Unidos y abandonar su puesto en la ONU y su carrera en la diplomacia rusa, los servicios secretos sovi¨¦ticos difundieron mentiras sobre su estado de salud mental que, dice, fueron ampliamente recogidas por la prensa norteamericana.

?Es cierto que la se?orita Ch¨¢vez y yo tuvimos una estrecha relaci¨®n personal durante alg¨²n tiempo -contin¨²a Shevehnko- y tambi¨¦n es verdad que en ese per¨ªodo la ayud¨¦ generosamente. Pero la se?orita Ch¨¢vez recib¨ªa ese dinero de mis propios fondos y no era dinero procedente del Gobierno norteamericano.?

Arkady Shevchkenko dice lamentar el comportamiento de Judy Ch¨¢vez, pero cree que puede existir alguna justificaci¨®n, que, sin embargo, no existe para el comportamiento de los medios de comunicaci¨®n de Estados Unidos. Tras criticar a ¨¦stos por lo que considera acciones destinadas a desprestigiarle, el desertor sovi¨¦tico finaliza su comunicado diciendo que ?¨¦sta es mi ¨²ltima palabra sobre el asunto. En el futuro, reanudar¨¦ mi vida p¨²blica y estar¨¦ plenamente a disposici¨®n de la prensa. Hasta entonces, espero que comprendan mis circunstancias y respeten mi vida privada?.