Los cazadores, un peligro para la vida humana

Un amigo y yo hemos intentado disfrutar de la tranquilidad del campo los dos d¨ªas de fiesta que compon¨ªan el pasado puente. Para ello, buscamos dos lugares cercanos a Madrid, en apariencia tranquilos y relativamente solitarios: uno de los d¨ªas, la orilla del r¨ªo Jarama, cerca de la ermita de la Virgen de los OImos, y el otro la orilla del mismo r¨ªo muy cerca de Valdetorres del Jarama.Pues bien, no s¨®lo nos vimos obligados, el primer d¨ªa, a interrumpir nuestros paseos debido al constante retumbar de las escopetas que nos rodeaban por todos lados, sino que, en el segundo d¨ªa, corrimos un serio peligro de perder la vida: cuando est¨¢bamos comiendo bajo un ¨¢rbol, una lluvia de perdigones nos cay¨®, como man¨¢, del cielo, oblig¨¢ndonos a gritar al cazador de turno para que dejara de tomarnos por blanco, y a abandonar el lugar para volver a la ciudad, pues todo estaba plagado de estos perturbadores.

En el cuartel de la Guardia Civil en el que denunciamos el caso, nos dijeron que no ¨¦ramos los ¨²nicos en hacerlo.

?Es posible que hayamos llegado a tal situaci¨®n de deterioro de la vida humana que hemos de sentir una amenaza de muerte cuando pretendemos disfrutar de la Naturaleza? Urge que los poderes p¨²blicos y los partidos pol¨ªticos tomen conciencia de este grav¨ªsimo problema