?Expulsamos a los disidentes culturales?
En los ¨²ltimos a?os, al olor de una incipiente democracia espa?ola, por m¨¢s que tienda a ser s¨®lo formal, la corriente de la disidencia cultural haya cambiado de signoy nuestro pa¨ªs, de exportador tradicional de disidentes culturales, haya pasado a albergar a un sinn¨²mero de pensadores y artistas, principalmente latinoamericanos -desde guitarristas a escritores, o m¨¦dicos, o profesores-, que hoy a?aden, sal y fermento a la nueva situaci¨®n espa?ola.Pero he aqu¨ª que una oscura norma de aparente car¨¢cter administrativo -el real decreto n¨²mero 1.874/ 1978, de 2 de junio, ?por el que se regula la concesi¨®n y renovaci¨®n de permisos de trabajo a extranjeros?- ha hecho pensar a nluchos que ni el miedo al pensamiento, al arte, a la libertad en suma, ni los viejos m¨¦todos de la discrecionalidad han desaparecido, ni mucho menos, de nuestros lares.
Porque ese real decreto exige una serie de requisitos para que los extranjeros puedan permanecer en Espa?a o ?regularizar? su situaci¨®n, entre ellos, la obtenci¨®n del, permiso de trabajo por cuenta ajena, o por cuenta propia. S¨®lo que tales requisitos no se especif¨ªcan, sino que se dejan a la m¨¢s plena discreci¨®n de los cincuenta gober
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nadores civiles y del Ministerio de Trabajo, en sus respectivos campos. Eso s¨ª, por v¨ªa de rumor, se sopla al o¨ªdo de quienes van a informarse en comisar¨ªas, etc¨¦tera, cu¨¢les van a ser esos requisitos: la demostraci¨®n de la posesi¨®n de fuertes cantidades en cuentas corrientes, o de bienes inmuebles. o condiciones similares no f¨¢ciles de alcanzar, lo que suena a estos disidentes a los viejos m¨¦todos de la autoconvicci¨®n o la persecuci¨®n invisible, bajo la suave apariencia de una civilizada discrecionalidad.
A nadie se le oculta que, puesto que la afluencia masiva a nuestro ,pa¨ªs de trabajadores manuales extranjeros no es pensable en las actuales circunstancias econ¨®micas, tal medida ? regularizadora ? afecta, principalmente, si no con exclusividad, a esos ?disidentes culturales? que huyen del aire irrespirable para ellos de las democracias golpistas de allende los mares.
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