Espa?a: importante y oscura exportaci¨®n
El avance espa?ol en la exportaci¨®n de armamento sit¨²a al pa¨ªs entre los primeros vendedores a nivel i?uridial. Diez mil millones de pesetas es la cifra que aproximadamente totalizar¨ªa su actual volumen de ventas anuales. Esta expansi¨®n de Espa?a, dentro del negocio de mayor crecimiento del mundo, corre paralela con una exigencia de clarificar dicha actividad. La oscura peripecia del carguero A llul o el discutido env¨ªo al general Pinochet en el Arroi son ejemplos recientes que ponen de manifiesto un tradicional oscurantismo en este sector comercial donde la muerte suele ser el objetivo final de la mercanc¨ªa. Informa Jes¨²s de las Heras.
A primeros del mes de octubre, el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, manifestaba en las Naciones Unidas su postura en favor de los derechos humanos. Casi simult¨¢neamente, la Comisi¨®n Interministerial de Ventas de Armas autorizaba el env¨ªo desde Valencia, procedente de Zaragoza, de un alijo de material b¨¦lico por un peso de 88 toneladas al dictatorial Gobierno chileno del general Pinochet. La casual circunstancia ha venido sumarse a una serie de sucesos en materia armamentista que, seg¨²n diversos sectores de opini¨®n, exi gen una clarificaci¨®n de la pol¨ªti ca espa?ola respecto al comercio de armas.El papel de Espa?a como ex portadora de armas no ha sido muy relevante hasta hace unos a?os -con posterioridad a la segunda guerra mundial-, en que pasa, de lugar de tr¨¢nsito para el tr¨¢fico, a vendedor de importancia.
Algunas fuentes la sit¨²an hoy como el quinto pa¨ªs exportador del mundo, o pr¨®ximo a serlo. Tendr¨ªa por delante a Estados Unidos, la Uni¨®n Sovi¨¦tica ,Francia e Inglaterra. Este puesto en el ranking se sit¨²a como bastante exagerado en fuentes de car¨¢cter militar de considerable solvencia. En cualquier caso, Espa?a dedic¨® 240.000 millones de pesetas a gastos militares en 1976, aproximadamente el 3% del producto nacional bruto y el doble del presupuesto militar de 1967; es decir, tan s¨®lo nueve a?os antes.
Las importaciones armamentistas espa?olas supusieron 232 millones de d¨®lares en 1976. Diez veces m¨¢s que en 1967. Y tambi¨¦n las exportaciones de armas aumentaron en esta d¨¦cada, pasando de s¨®lo cuatro millones de d¨®lares en 1967 a los 96 millones exportados en 1976, justo el doble que un a?o antes.
Falta claridad y coherencia
Este avance espa?ol en el negocio de mayor crecimiento del mundo presenta, paralelamente, diversos aspectos que dan lugar a otras tantas controversias. En resumen, se trata de clarificar, por una, parte, si Espa?a adoptar¨¢ verdaderamente una postura de palad¨ªn de los derechos humanos, dejando de vender armamento a reg¨ªmenes dictatoriales, especialmente si sufren embargo por par te de las Naciones Unidas, y por otra, de realizar este comercio de manera cristalina y controlada, de forma que no se produzca un tr¨¢fico ilegal y contrario a los intereses de Estado.
Recientemente, otro affaire sin esclarecer, al menos ante la opini¨®n p¨²blica, el del carguero Allul, ha suscitado la duda en torno a la forma en que se realizan estas tr¨¢nsaciones comerciales espa?olas. En este caso, cerca de 3.000 rifles adquiridos en B¨¦lgica por una empresa espa?ola, Barreiros Hermanos Internacional, SA, ten¨ªan un ¨²ltimo destinatario de tan oscura identidad como la que enturbia el proceso de esta operaci¨®n. Tantolen el supuesto de que parte o todo el cargamento fuese para la organizaci¨®n ETA, como en el de que fuera para el r¨¦gimen racista de Sur¨¢frica, revela la existencia de un tr¨¢fico de lejana coherencia con la pretendida pol¨ªtica democr¨¢tica espa?ola.
Motivado por estos ¨²ltimos incidentes y respecto a las exportaciones de armas, el presidente de la Comisi¨®n de Defensa del Congreso, Enrique M¨²gic¨¢, ha declarado: ?Evidentemente las expor taciones de armas deben someterse a un control parlamentario. Las f¨¢bricas.de armas en nuestro pa¨ªs dan trabajo a 40.000 trabajadores y exportan armamento por valor de 7.000 u 8.000 millones de pesetas. Hay que buscar que las f¨¢bricas de armamento se dediquen a satisfacer las necesidades de nuestras Fuerzas Armadas, tratando de crear una tecnol og¨ªa propia. Las exportaciones me parecen bien que se hagan cuando no haya m¨¢s remedio, puesto que pa¨ªses neutrales, como Austria y Suecia, as¨ª lo hacen, pero, no'obstante, deben ser controladas por el Parlamento, para que no se dirijan a pa¨ªses cuyos reg¨ªmenes perturban y violan los derechos humanos. No deben exportarse armas a pa¨ªses que tehgan una pol¨ªtica exterior agresiva y que en su interior violen los derechos humanos.?
Sin embargo, ni en el Parlamento se ha debatido el tema, ni las autoridades gubernamentales han dado ninguna explicaci¨®n respecto al carguero Allul. El asunto, se dice, est¨¢ sub judice, y esto equivale a mantener sobre ¨¦l mna tonelada de tierra, al menos por el momento.
Como sobre tantas otras cosas, el tema de las armas es un asunto sobre el que no se pudo hablar, desde las tribunas impresas, con cierta claridad e intenci¨®n hasta hace relativamente poco tiempo.
Los tiempos de predemocracia que vivimos han ayudado a poder sacar a la luz p¨²blica algunos puntos extra?os dentro del mundo del comercio espa?ol de armamento.
Denuncias y desmentidos
Es as¨ª, por ejemplo, como, a ra¨ªz de la retirada oficial de Espa?a en el Sahara, se detectan y se denuncian desde la prensa env¨ªos espa?oles de armas a Marruecos y Mauritania. La voz oficial se encargar¨¢ de desmentir tales env¨ªos, en un principio, si bien se terminar¨¢ por reconocer que los env¨ªos existen. Ahora bien, se aclara, corresponden a pedidos concertados anteriormente al 15 de junio de 1977, fecha en que se cancelan nuevos contratos.
El 26 de octubre de 1977 se firma con Mauritania el tratado pesquero y se especula con la posibilidad de que Espa?a haya comprometido el env¨ªo de nuevas armas. Tal especulaci¨®n es desmentida oficialmente; Pero, de hecho, los env¨ªos se siguen efectuando. Seguramente -replican las fuentes oficiales- corresponden todav¨ªa a encargos fechados antes del 15 de junio. Y con esta ambig¨¹edad se pretende zanjar la cuesti¨®n por lo que respecta a este ¨¢rea geopol¨ªtica.
Hace un par de meses se constat¨® el env¨ªo a Chile de dos aviones -de un pedido de cuatro- tipo C-212 para transporte de hombres y material con grandes capacidades de maniobra y valorados en un mill¨®n de d¨®lares la unidad. El Consejo de Seguridad de la ONU hizo p¨²blica la lisia de 43 empresasque violaron en 1977 la disposici¨®n por la que se proh¨ªbe asistencia militar a Sur¨¢frica y en dicha lista se encontraba Astilleros Navales de Baz¨¢n, en Cartagena; la empresa espa?ola lo neg¨® y asegur¨® que s¨®lo ha mantenido con el aludido pa¨ªs unas conversaciones para construcciones navales civiles.
Tambi¨¦n el Instituto de Estudios Pol¨ªticos para Am¨¦rica Latina y Africa (IEPALA) ha se?alado que Espa?a vendi¨® a Nicara gua en 1977 armas y municiones por valor de 45,7 millones de pe setas, seg¨²n datos extra¨ªdos de fuentes oficiales espa?olas. El escritor nicarag¨¹ense Ernesto Cardenal, declar¨® recientemente que Espa?a firm¨® hace dos a?os un cr¨¦dito de setenta millones de d¨®lares con su pa¨ªs, que inclu¨ªa armamento ?con el que el r¨¦gi men de Somoza ha masacrado al pueblo de Nicaragua?. Pero fuentes pr¨®ximas a la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica explicaron que ?a trav¨¦s de la Comi si¨®n Interministerial de Ventas de Armas no se ha autorizado ventas a Nicaragua en los dos o tres ¨²ltimos a?os, a excepci¨®n de botes de humo?. Reiteradas veces se ha apuntado la existencia de un jumbo de Iranian Airwais que cada semana recoge una misteriosa carga en el aeropuerto de Barajas. Cabr¨ªa recordar que Ir¨¢n es uno de los mayores compradores de armas del mundo, y que el Gobierno autoritario del sha tiene graves conflictos en su pa¨ªs.
La lista de actuaciernes vidriosas es, en fin, considerable y parece continuar -si no superar- la pol¨ªtica seguida en el r¨¦gimen anterior en cuanto a oscurantismo y manipulaci¨®n de este comercio.
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