Presente y futuro de an¨¦cdota
El espa?ol, si se pudiera generalizar tan f¨¢cilmente, tiende a ser un curioso ejemplar humano, proclive a los apasionamientos y a las comodidades, pero tambi¨¦n con unos valores de repentizaci¨®n que para s¨ª quisieran otros grupos ¨¦tnicos. Lo que no puede hacer continuamente son milagros si no se le ofrecen los medios m¨ªnimos para expresar sus cualidad es. Por ejemplo, las deportivas, tras decisiones como la del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia suprimiendo la obligatoriedad de la educaci¨®n f¨ªsica en la ense?anza.Resulta bien triste que cuando el espa?ol est¨¢ m¨¢s sensibilizado que nunca precisamente hacia la pr¨¢ctica de la educaci¨®n f¨ªsica y del deporte, porque ve en ellos una ?salvaci¨®n? del inh¨®spito mundo que le rodea, no encuentre el apoyo adecuado de la Administraci¨®n. Las protestas o las manifestaciones ciudadanas van siempre por delante de cualquier parche-soluci¨®n. Y la prensa, mientras tanto, llena injustamente sus p¨¢ginas con dimisiones personalistas y enrabietadas de directivos de f¨²tbol-espect¨¢culo, o se presta a desorbitar la elecci¨®n a el escenario de un partido internacional. Priva m¨¢s la an¨¦cdota, el cotilleo o el simple comentario.
Y lo realmente importante es que el pa¨ªs est¨¢ cambiando, menos en la primaria parcela del ejercicio f¨ªsico de la persona. La educaci¨®n f¨ªsica, base previa del deporte (aunque no sea el de competici¨®n), algo que muchos olvidan, es un pez que se escurre de las manos a la Administraci¨®n. Por ?ah¨ª? debe estar, seg¨²n ha dicho P¨ªo Cabanillas, una ley escolar que tambi¨¦n pretende organizarla, pero es algo tan lento y sombr¨ªo como la ley General de Educaci¨®n F¨ªsica y Deporte. Incre¨ªblemente, el desinter¨¦s y la desorientaci¨®n es total en un tema tan evidente como que las casas hay que empezar a construirlas por los cimientos. Y en este caso no es cuesti¨®n de dinero, sino de hacer las cosas bien.
?Qu¨¦ deportistas, competitivos o no, pueden salir de una poblaci¨®n infantil sin educaci¨®n f¨ªsica de base? La Administraci¨®n, mientras las ponencias de UCD en sus congresos no demuestren lo contrario, est¨¢ asegurando as¨ª el futuro a quienes comentar¨¢n nuevas dimisiones enrabietadas o no, elecciones de sedes para partidos y dem¨¢s grandes an¨¦cdotas ?deportivas espa?olas?. Puede estar satisfecha.
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