Bastante m¨¢s que la intendencia
?(...) ?No es llegada ya la hora de la econom¨ªa? Para su av¨¢nce a un decoroso primer t¨¦rmino se han dado en estos d¨ªas un conjunto de afortunadas coincidencias. 1978 manifiesta mejoras indiscutibles en el orden material sobre el a?o anterior. Que pod¨ªamos estar peor no es gran consuelo, pero que los precios, aun con la salvedad del optimismo de las estad¨ªsticas oficiales, suban a un ritmo inflacionista inferior en un 50% al del a?o pasado no est¨¢ nada mal. Y que gracias a unas buenas cosechas y un excepcional turismo, la agricultura y algunos servicios hayan compensado parcialmente las mermas y retrocesos de la industria, el comercio, la inversi¨®n y el empleo, tampoco es factor deleznable. Quiz¨¢s, quiz¨¢s, Espa?a sea en t¨¦rminos reales un 3 % m¨¢s este a?o que el pasado. Pese a todo, hay base,y fundamento sobre el que apoyar una pol¨ªtica econ¨®mica.Esta requiere, inexcusablemente, un diagn¨®stico seguro de la situaci¨®n real en el presente. Despu¨¦s, unos objetivos, unos fines o prop¨®sitos que definan y cuantifiquen las mejoras posibles; por ¨²ltimo, dada la escasez de medios, una elecci¨®n acertada de los instrumentos y m¨¦todos para alcanzar esos fines. Tanto como el qu¨¦ es importante el c¨®mo en la pol¨ªtica econ¨®mica.
Y, afortunadamente, en estos d¨ªas florecen los trabajos, y lo que es m¨¢s importante, las coincidencias sobre el estado de la cuesti¨®n, y surgen por todas partes valiosas Colaboraciones que sugieren diversidad de m¨¦todos y de pol¨ªticas. Sin ¨¢nimo alguno de exclusi¨®n, destacar¨ªamos como importantes, en primer lugar -a todo se?or, todo honor-, el plan del Gobierno, a¨²n no publicado, pero ya casi totalmente desvelado; despu¨¦s, unas valiosas,opiniones del consejo ejecutivo del Banco de Espa?a, muy sugerentes sobre los remedios necesarios a nuestra econom¨ªa.
Por ¨²ltimo, unos extensos trabajos de un inteligente equipo de economistas encabezado y dirigido por el profesor Fuentes Quintana, y otro, diverso en sus enfoques y propuestas, del profesor Lasu¨¦n, sirven para un oportuno contraste de pareceres y estimulan a otros no menos prestigiosos profesionales a intervenir en el tema. Ha llegado la hora de la econom¨ªa, y de ella y sus problemas hemos de seguir ocup¨¢ndonos. Destaquemos, hoy por hoy, la unidad en el diagn¨®stico, la analog¨ªa y similitud en los fines y la variedad en los medios y pol¨ªticas. Lo que no est¨¢ nada mal.?
24 octubre
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.