Vital Alsar: "La expedici¨®n "Orellana" fue detenida por el Ministerio de Asuntos Exteriores espa?ol"
?He sido acusado de contrabandista de armas, de tramposo, de oportunista y de muchas cosas m¨¢s. Se me han pasado por la cara falsas facturas supuestamente pagadas por Televisi¨®n Espa?ola y, sobre todo, mi ¨²ltima expedici¨®n, que sali¨® de Guayaquil hace ya dos a?os, bajo el padrinazgo espiritual del Rey de Espa?a, fue detenida muchos meses sin tener en cuenta gastos ni ilusiones. Y fue el Ministerio de Asuntos Exteriores el que lo consigui¨®, por razones que desconozco?, dijo Vital Alsar ayer en el transcurso de la rueda de prensa que, despu¨¦s de la proyecci¨®n de su pel¨ªcula Las balsas, hab¨ªa convocado en Madrid.?Pregunto a la opini¨®n p¨²blica las razones por las que mi expedici¨®n fue detenida, y mis barcos raptados, en Belem do Par¨¢ (Brasil). Y cuento lo que s¨¦ porque otros espa?oles como yo pueden ser atropellados de la misma manera.? La copia de una ?nota informativa para el se?or ministro?, de 26 de mayo de 1977, documento interno de Asuntos Exteriores numerado con el 47 y firmado por Salvador Berm¨²dez de Castro, y la de una ?carta abierta al Rey?, dirigida por Vital Alsar a don Juan Carlos cuando ten¨ªa los galeones detenidos en Belem do Par¨¢, fueron entregadas a los medios de comunicaci¨®n como prueba de que una especie de incomprensi¨®n altamente perjudicial y de origen ?desconocido e incomprensible? hab¨ªa partido, cargada de recelos, de Madrid, para terminar con una expedici¨®n que coronaba tres a?os de trabajo y que, con todo ¨¦xito, y m¨¢s de un a?o de retraso, se redonde¨® hace pocos d¨ªas en Santander.
Seg¨²n la nota del director general de Iberoam¨¦rica del Ministerio de Asuntos Exteriores, la primera raz¨®n para frenar el viaje son unas declaraciones de Vital Alsar que, seg¨²n el escrito, ?parec¨ªan respaldar las reivindicaciones amaz¨®nicas del Ecuador?, que provocaron una ?airada reacci¨®n por parte peruana?, y que Vital Alsar desautoriz¨®. Pero en cualquier caso, la Direcci¨®n General adopt¨® una postura ?de cierta cautela y reserva?. Por eso desde Madrid, cuando el embajador espa?ol en Brasilia propuso montar un recibimiento a la expedici¨®n en Manaos, le fue aconsejada una postura igualmente cautelosa.
La ?deserci¨®n? de cuatro espa?oles y un mexicano en el transcurso de la expedici¨®n explicada por Vital Alsar, por un lado, en el terrible esfuerzo que ¨¦sta supuso, y por otro, en el derecho que ¨¦l arroga, y que es previamente aceptado por cada uno de los expedicionarios, a prescindir de las personas que considere oportuno- ?confirmaron los recelos y suspicacias de la Direcci¨®n General?, seg¨²n el citado escrito, que considera ?lo m¨¢s grave?, seg¨²n ?informes enviados a Madrid por el secretario de la embajada espa?ola en Brasil, se?or Soler Algaba, y el agregado naval en la misma, el capit¨¢n de nav¨ªo Jos¨¦ Reinoso?, el que las embarcaciones ?son aptas para el descenso del r¨ªo, pero no para la navegaci¨®n oce¨¢nica?, y que adem¨¢s, el jefe de la expedici¨®n, Vital Alsar, ?posee conocimientos elementales de navegaci¨®n astron¨¢utica y s¨®lo ligeras nociones de las condiciones climatol¨®gicas y de los vientos y corrientes?. Por todo eso, y puesto que la autorizaci¨®n deb¨ªa partir de la Marina brasile?a, la Direcci¨®n General de Iberoam¨¦rica propuso al ministro que ?ante el riesgo existente sobre la seguridad no s¨®lo de las embarcaciones, sino de los tripulantes, se indique a las autoridades brasile?as que no se considere oportuna la salida de la expedici¨®n al Atl¨¢ntico, a menos que se dote a las embarcaciones de los elementos adecuados de salvamento?. ?Los barcos est¨¢n aqu¨ª y han cruzado el Atl¨¢ntico -dijo ayer Vital Alsar-. No eran mucho mejores los que hicieron la conquista, ni esos hombres que hicieron la historia ten¨ªan m¨¢s t¨ªtulos ni m¨¢s conocimientos que yo.?
En cuanto a Televisi¨®n Espa?ola, que pas¨® una serie realizada por Miguel de la Quadra Salcedo, en la que muchos creyeron verle a ¨¦l mismo como jefe de la expedici¨®n, dijo: ?Mi contrato con Televisi¨®n Espa?ola consist¨ªa en que rodaran la expedici¨®n, mi expedici¨®n, por lo que me pagaban 50.000 d¨®lares. La Quadra iba a dirigir el programa, que inclu¨ªa el viaje entero, desde Quayaquil a Santander. Yo digo que este periodista, con el que me enfrent¨¦ en el momento en que se dispuso a botar uno de mis barcos, ni siquiera hizo el viaje entero. Recorri¨®, en una balsa con motor, y con su mujer y su hijo, lo que contraven¨ªa los principios de la expedici¨®n, parte del r¨ªo Napo y un trocito del Amazonas. Que las secuencias, largamente pasadas al parecer en la pantalla en que ¨¦l aparece remando en un gale¨®n, fueron hechas en diez minutos, mientras yo estaba parlamentando en un barco peruano, ¨²nico momento en que puso los pies en mis barcos, y que RTVE incumpli¨® el contrato que ten¨ªa conmigo cuando retir¨® su c¨¢mara en Belem.?
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