TVE justifica su propia censura
En el ¨²ltimo 625 l¨ªneas, espacio dedicado a la promoci¨®n de los programas de TVE y del que es director y guionista Jos¨¦ Antonio Plaza, se incluyeron tres fragmentos censurados por TVE, previo consejo de alejar a los ni?os de la peque?a pantalla.La intenci¨®n de TVE ha sido, en esta ins¨®lita emisi¨®n, exponer ante los telespectadores unas im¨¢genes para que la sociedad espa?ola decidiese sobre la justificaci¨®n de censurar ejemplos como los expuestos: im¨¢genes correspondientes a la obra de teatro Como las hojas, en las que se daba a entender que una mujer masturbaba a su hijastro, declaraciones del pintor y travest¨ª Oca?a, al espacio Im¨¢genes en las que defend¨ªa una postura hedonista y pansensualista, y una escena de amor que pertenece al largometraje cubano Los d¨ªas del agua, previsto por el espacio La clave para el debate dedicado a ?curanderos? o ?caciques?.
TVE ha salido as¨ª al paso de las numerosas informaciones aparecidas en la prensa espa?ola y de las secciones de la ?cr¨ªtica? especializada que denunciaron el recrudecimiento de la censura de TVE.
Aparte de que el hecho es una clara advertencia, de cara a pr¨®ximas censuras, no ya de fragmentos o secuencias, sino de programas ¨ªntegros -as¨ª, por ejemplo, adem¨¢s de los casos Escuela de salud, La semana, ha sido prohibido definitivamente el coloquio sobre homosexualidad, anunciado para este pr¨®ximo s¨¢bado en La clave-, TVE ha cometido dos graves incorrecciones y manipulaciones: no es lo mismo emitir esas supuestas im¨¢genes ?duras? o ?fuertes? dentro de las 625 l¨ªneas -que en m¨¢s de una ocasi¨®n Jos¨¦ Antonio Plaza calific¨® de formato similar al de una revista del coraz¨®n- y a una hora punta de m¨¢xima audiencia, que dentro de los espacios a los que estaban destinadas. Dos de ellos son programas de la segunda cadena, programas minoritarios y muy especializados. En segundo lugar, juzgar una obra o un programa, no ya por una secuencia o unos planos, fuera de su contexto y para un programa absolutamente distinto, es un atentado contra la verdad y la informaci¨®n de las obras y personas en cuesti¨®n, am¨¦n del sofisma de juzgar una parte por el todo.
Cabe mencionar tambi¨¦n la f¨¢cil demagogia del espacio televisivo al se?alar que se presentaban parte de los trozos censurados con el objeto de que fuera la propia sociedad espa?ola la que decidiera sobre la bondad o maldad de los cortes. Para nadie es un secreto que la propia sociedad espa?ola no tiene la menor posibilidad de participar en las decisiones de Prado del Rey. Si demagogia es prometer lo que se sabe conscientemente que no se podr¨¢ cumplir, hacer un alarde ret¨®rico hacia la participaci¨®n social es, cuando menos, una burda maniobra, impropia de un medio de comunicaci¨®n que lo es de todos los ciudadanos y que todos pagan.
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