Cajas rurales: competencia financiera para el campo
Cuando se est¨¢n preparando desde el Ministerio de Econom¨ªa los peones para un nuevo pacto econ¨®mico, parece que dicho Ministerio se decide por fin a cumplir alguno de los compromisos adquiridos en el pacto anterior. Prueba de ello es la aprobaci¨®n del proyecto de ley de reforma del Banco de Espa?a y del decreto regulador del cr¨¦dito cooperativo, en el ¨²ltimo Consejo de Ministros.La incidencia del cr¨¦dito cooperativo en los circuitos financieros tiene especial relevancia en el sector agrario, ya que en la actualidad existen casi cien cajas rurales cooperativas de ¨¢mbito local, comarcal y provincial, que han experimentado en los ¨²ltimos a?os un crecimiento muy r¨¢pido. La necesidad de regulaci¨®n de estas entidades era evidente, y as¨ª lo pusieron de manifiesto en dos lugares distintos (sistema financiero y pol¨ªtica agraria) los firmantes de los pactos de la Moncloa.
Si el decreto reci¨¦n aprobado ayuda a potenciar estas instituciones podr¨ªa producirse en el campo un interesante fen¨®meno de competencia entre la banca privada, cajas de ahorro y cajas rurales. Las dos primeras se han lanzado en los ¨²ltimos a?os a una carrera desbocada de apertura de sucursales en el medio rural, para captar el ahorro campesino. Y ambas han servido de veh¨ªculo inequ¨ªvoco para la emigraci¨®n de capitales del campo a la ciudad. Los recursos captados en el campo en la etapa de cosecha son fundamentales para las tesorer¨ªas de algunos grandes bancos. Las cajas rurales, mientras tanto, han tenido actuaciones muy desiguales, ya que en ciertas provincias han sabido introducirse ofreciendo su vocaci¨®n rural al agricultor y en otras est¨¢n pr¨¢cticamente in¨¦ditas. Bien es verdad que, como en toda cooperativa, sus resultados dependen en gran medida del talante de sus dirigentes y, por desgracia, son todav¨ªa muchas las cajas que han heredado del r¨¦gimen anterior una estructura caciquil y mezquina, que llega hasta la mism¨ªsima Caja Nacional. Es en ¨¦sta donde se encuentran, quiz¨¢, los principales obst¨¢culos para un funcionamiento eficaz de todo el sistema de cajas; en la Caja Nacional operan actualmente una serie de intereses y personajes de muy dudosa trayectoria, que es de esperar vayan poni¨¦ndose al descubierto en la nueva etapa que se anuncia.
En este ¨²ltimo aspecto es de agradecer la convocatoria de elecciones de cargos directivos, que se halla contenida en el decreto reci¨¦n aprobado. Este nuevo proceso electoral que se propicia en el medio rural puede ser un paso m¨¢s en el despertar democr¨¢tico del campo y puede terminar, de una vez por todas, con los caciques provincianos, cuya existencia es, sin duda, uno de los motivos de desesperaci¨®n del campesino espa?ol. Despu¨¦s del despertar de los sindicatos agrarios y de la revisi¨®n de las C¨¢maras Agrarias con un proceso electoral cerrado este a?o, toca ahora a las cajas rurales adaptarse a los nuevos tiempos pol¨ªticos y sociales.
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