El Murcia tampoco pudo frenar al Castilla

El Castilla arrebat¨® al Murcia los dos positivos que atesoraba. Si con anterioridad al equipo madrile?o el Betis y el Castell¨®n ya hab¨ªan puntuado en La Condomina, fue el equipo de Santisteban quien lleg¨® a m¨¢s.Inicialmente el sistema de juego adoptado por ambos equipos fue te¨®ricamente el 4-3-3. En la pr¨¢ctica era otra cosa, porque el Castilla mantuvo en funci¨®n defensiva a los laterales P¨¦rez Garc¨ªa y Cort¨¦s sobre Alvarez y Chuchi, mientras Espinosa vigilaba a Joaqu¨ªn, contando con Aniano en posici¨®n de libero. En el centro del campo el Castilla contaba con la tripleta Blanco-Gallego-Casimiro, a los que se un¨ªa en ocasiones al extremo Roales, que apoyaba las acciones ofensivas, mientras que en punta quedaban el goleador Pozo y Bernal, a quienes se les un¨ªan los laterales en las acciones de ataque.

El Murcia sac¨® a Pastor con la misi¨®n concreta de vigilar a Pozo, ya que el goleador visitante preocupaba al entrenador Carmelo. En la l¨ªnea defensiva Vida?a actuaba sobre Bernal y Camino lo hac¨ªa sobre Roales. A ra¨ªz del gol madrile?o, ambos extremos permutaron sus posiciones, hecho que tambi¨¦n repercuti¨® en los marcajes. Artero completaba el cuadro defensivo murciano como hombre libre al ataque, con m¨¢s voluntad que fortuna.

La gran mara?a de efectivos en la zona ancha hac¨ªa pensar que el partido deber¨ªa de fraguarse en esta zona. Claro que la labor creadora habr¨ªa de partir del Castilla, porque el Murcia contaba con demasiados marcadores. Casimiro vigilaba a Garc¨ªa Murcia, Gallego a Lillo y Blanco, constituido en aut¨¦ntico cerebro de su equipo, se emparejaba con Mart¨ªn Santos.

Las precauciones adoptadas por Carmelo reduc¨ªan el poder ofensivo murciano. Ni Mart¨ªn Santos ni Lillo estaban acertados, ni Garc¨ªa Murcia, anduvo muy disminuido en su habitual rendimiento.

A la falta de ideas claras, garra y nerviosismo murciano, el Castilla opuso sosiego, firmeza defensiva, sobriedad, y un centro de campo bullicioso, con sentido de la verticalidad en sus hombres punta.

En la segunda mitad, con la ventaja en el tanteo, el Castilla retras¨® sus efectivos, pero el Murcia se mostr¨® cojo en el centro del campo. Bienes verdad que el equipo murciano gan¨® en empuje, pero los madrile?os se defendieron con orden y serenidad. El empate no se produjo debido a la buena actuaci¨®n del portero madridista. El Murcia ha pasado en dos semanas de +3 al 0. El Castilla, pese a la ingenuidad de algunos de sus hombres, super¨® al Murcia en la primera parte y ello le bast¨® para alzarse con el triunfo aprovechando sus pocas oportunidades de gol.