La eventual sustituci¨®n del jefe del Estado abre una crisis de poder en Argelia
El repentino empeoramiento del presidente argelino Huari Bumedian, ingresado el viernes en el hospital Mustaf¨¢, de Argel, despu¨¦s de casi dos meses de tratamiento en la URSS, hizo surgir de nuevo especulaciones acerca de su sustituci¨®n interina o incluso posible reemplazo en el poder.La enfermedad del jefe del Estado argelino es aparentemente grave, y ha necesitado que viajen urgentemente a Argel dos especialistas franceses del ri?¨®n. Asimismo, el Consejo de Ministros previsto para el s¨¢bado pasado, que habr¨ªa sido el primero en los tres ¨²ltimos meses, fue suspendido ante la imposibilidad de Bumedian de presidirlo.
La crisis de poder que abre la forzada ausencia de Bumedian ocurre en un momento delicado para Argelia en lo intern¨® y en lo externo, a mitad de camino de la institucionalizaci¨®n, y en medio de una controversia en los m¨¢s altos niveles sobre la gesti¨®n econ¨®mica que algunos consideran p¨¦sima en la agricultura, y ante la acumulaci¨®n de problemas sociales entre los cuales el de la vivienda y el paro no dejan de ser determinantes.
El congreso del FLN, partido ¨²nico gobernante, que deb¨ªa tener lugar antes de fin de a?o y que a¨²n se insiste en Argel que podr¨¢ celebrarse en esas fechas, deber¨ªa haber zanjado las controversias en la cumbre y decidido una ?readaptaci¨®n? de la gesti¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica, as¨ª como una estabilizaci¨®n en pol¨ªtica exterior en la cual las relaciones con Espa?a, Marruecos y el Sahara eran el punto principal.
La institucionalizaci¨®n en Argelia comenz¨® recientemente y despu¨¦s de muchas presiones sobre el jefe del Estado. S¨®lo en 1976, once a?os despu¨¦s del golpe de Estado contra Ben Bella, se promulg¨® la primera Carta Nacional (Constituci¨®n). Previamente se hab¨ªan establecido los canales de participaci¨®n de las bases con la creaci¨®n de las asambleas populares comunales y las asambleas populares de wilayas (regiones). De acuerdo con esa Constituci¨®n, Bumedian deb¨ªa haber nombrado a un vicepresidente del Gobierno o un primer ministro, lo cual no ha hecho hasta la fecha.
Seg¨²n la Carta Nacional, en caso de vacante en el poder, el presidente de la Asamblea Nacional, Rabah Bitat, debe convocar elecciones, a las cuales ¨¦l mismo no puede concurrir como candidato. En principio se hab¨ªa dicho que Rabah Bitat fue nombrado a ese cargo precisamente para restarle la posibilidad de competir por la sucesi¨®n de Bumedian.
Rabah Bitat es uno de los seis l¨ªderes que originalmente lanzaron el llamamiento hist¨®rico a la rebeli¨®n en 1954, pero la aversi¨®n del r¨¦gimen por los ? hist¨®ricos? -presos como Ben Bella, en el exilio como Lebjaui, Ait Ahmed o Budiaf, relegados en Argelia como Ferhat Abbas o Ben Jedda, o en puestos oficiales con poco poder como Mustaf¨¢ Lacheraf, actual ministro de Educaci¨®n- no permite a Bitat muchas esperanzas.
Son en verdad los j¨®venes del partido o del Ej¨¦rcito, que han surgido a la sombra de las grandes figuras, los que compiten por el relevo si hay lugar a ¨¦l. De un lado est¨¢ Mohamed Salaha Eyahui, quien reorganiz¨® el partido FLN despu¨¦s del fracaso de Kaid Ahmed, un antiguo compa?ero de Bumedian en la Wilaya V, que cuenta con el apoyo de los duros e ide¨®logos del partido.
Del otro lado contiende el Ej¨¦rcito, principalmente a trav¨¦s de Ahmed Bencherif, ex jefe de la Gendarmer¨ªa Nacional y hoy ministro de Bonificaci¨®n de Tierras y Medio Ambiente, y otro hombre que hab¨ªa logrado un considerable poder en la Seguridad, el comandante Draia, ahora ministro de Transportes.
Junto a ¨¦stos, y a caballo entre las dos tendencias, se encuentra otro hombre de Bumedian, tambi¨¦n compa?ero de ¨¦l en la Wilaya V, el ministro de Asuntos Exteriores, Abdelaziz Buteflika. Como moderadores entre ambas tendencias, que quiz¨¢ a grosso modo representan radicalizaci¨®n pol¨ªtica o pragmatismo economicista, respectivamente, se encuentra un grupo de eficaces consejeros de la presidencia, encabezados por el coronel Alahum, m¨¢s preocupado por la gesti¨®n econ¨®mica y la eficacia, entre los cuales el coronel Sliman Hofman aparece quiz¨¢ como una figura un tanto discordante y m¨¢s pr¨®xima al aparato del partido.
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