Guerra entre divos
La guerra entre los estamentos puramente futbol¨ªsticos y el Comit¨¦ Organizador del Mundia 82 no tardar¨¢ en estallar. Saporta y Porta han funcionado muy de acuerdo hasta ahora, pero de aqu¨ª en adelante tendr¨¢n m¨¢s de un problema. La carrera es larga y va a ser cosa de ver cu¨¢l de los dos tiene m¨¢s fondo.A Saporta le apoya un decreto que puede ser derogado en cualquier momento. A Porta le sostiene la organizaci¨®n del f¨²tbol mundial, y la FIFA no es bombardeable desde aqu¨ª. Hay ciertas dudas respecto a la funcionalidad pr¨¢ctica del Comit¨¦ que se ha montado a gusto de Saporta. Desde un punto de vista administrativo podr¨ªa ocurrir -dicen- que tuviera menos operatividad que la que hubiera podido tener una comisi¨®n interministerial al mando de un subsecretario.
A Pablo Porta le van a meter un gol desde el Consejo Superior de Deportes con el nombramiento de las personas que han de representar a este organismo en el Comit¨¦-82. El mismo gol lo va a encajar Saporta.
Saporta est¨¢ acostumbrado a funcionar desde el Madrid y con sistemas que quiz¨¢s no sean los m¨¢s apropiados para el tema que le ocupa ahora. Entre Saporta y Porta hay como un pugilato. Son dos divos y acabar¨¢n por ser incompatibles. A Saporta alguien le ha hablado de los m¨¦todos del general argentino Lacoste. En ellos estuvo incluido el nombrar un presidente futbol¨ªstico de toda confianza y un seleccionador sin grandes compromisos. El ¨¦xito de un mundial no s¨®lo radica en organizarlo bien, sino en ganarlo. Saporta quiere las dos cosas y el bal¨®n est¨¢ en manos de Porta.
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